Usted coincidirá conmigo en lo difícil que resulta a veces informarse. Lo que debió ser una mejora, es decir, que todos aquellos periódicos, revistas y noticieros que debíamos perseguir antes en estanquillos y canales, estén ahora todos junticos, en un solo lugar, mi celular, debería ser una ventaja.
Y fuera así si no hubiera en el medio tanto “corta y pega” y tanta superficialidad a la hora de presentarle lo hechos a usted. Tanto interés en que Ud. crea, lo que es, lo que parece, pero fundamentalmente, lo que no es.
No, no hemos salido de la unilateral lista de países que patrocinan el terrorismo según Washington (del inglés State Sponsor of Terrorism List SSTL) que anualmente y con los procedimientos más increíbles, emite el departamento de estado de los Estados Unidos y que lejos de listar a los verdaderos terroristas, habitualmente lista a los insubordinados.
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Si lo ha visto en algún blog o sitio o red social o canal de youtube de dudosa reputación, pues no le crea, porque Cuba es aún parte de la SSTL.
Me va a decir que como es posible que se nos acuse así después de La Coubre, Barbados, las bombas en los hoteles a finales de los 90 y hasta el tiroteo contra nuestra Embajada en Washington.
Cuba nunca debió pertenecer a ninguna de esas listas. Nunca lo ha merecido, todo lo contrario, ni a la SSTL en la que todavía nos incluyen, ni a la NFCC o “Certificación de País que no coopera totalmente con los esfuerzos contraterroristas”, (del inglés Not Fully Cooperating Countries Certification).
La NFCC fue creada por el Congreso de los Estados Unidos en un largo proceso que comenzó en 1976 y que con el tiempo mutó en algo mucho más severo, la SSTL, sin embargo, la primera calificación (NFCC) se retomó como especie de designación intermedia al dar el Congreso de Estados Unidos en 1996 la potestad al secretario de estado de nombrar a los supuestos países a dicha lista.
Fue eso lo que ocurrió este 15 de mayo, dicho sea de paso fecha límite para que se actualizara el listado y Anthony Blinken, secretario de estado Estados Unidos ha considerado hoy que Cuba no debe estar incluida en la NFCC, pero se mantiene listada como “terrorista” en la SSTL, a pesar del unánime reclamo internacional por su salida, tremendamente dañina para las relaciones económicas y financieras internacionales de nuestro país.
En reciente nota, el MINREX ha calificado la decisión de insuficiente y ha instado a Washington a “sacar de una vez a Cuba del arbitrario listado emitido unilateralmente y responder al reclamo internacional”.
Los motivos para excluirnos en 2023 han sido tan risibles como aquellas que supuestamente justificaron la inclusión. Escribió Blinken al Congreso, que EE.UU ha notado un cambio en la actitud colaborativa de Cuba en materia de contraterrorismo. “Las razones para certificar a Cuba han cambiado de 2022 a 2023”, precisa.
Supuestamente las razones que sustentan la retirada cubana de la NFCC se relacionan otra vez con el proceso de paz de Colombia y con la supuesta reanudación de la colaboración cubana con las contrapartes estadounidenses en materia de contraterrorismo. Ambas insostenibles.
La voluntad y los logros de Cuba como garante del proceso de paz colombiano son innegables y de ninguna forma pudieran constituir razón para cuestionar la transparencia y la altruista actuación de Cuba, por años, para poner fin al conflicto armado que ha castigado a Colombia por décadas.
Lo que si cambio fue la actitud colombiana, pues de la totalmente cínica y entreguista postura del entonces gobierno de derecha de Iván Duque, hemos pasado a una actitud de activa denuncia del gobierno de Gustavo Petro, quien ha fustigado con frecuencia la inclusión de Cuba en la SSTL o listado de países patrocinadores del terrorismo, como se hace llamar.
- Consulte además: De la Ley FORCE al bloqueo, el terrorismo como política imperial
En tanto, la disposición cubana para colaborar con Estados Unidos ha sido permanente, apegado siempre a la voluntad de cooperación, mientras que ha sido Washington el que, por razones políticas, ralentiza, favorece o detiene esos procesos, lo que fractura la comunicación.
En 2018 la cadena de noticias NBC News reportaba la entrega a Estados Unidos por parte de las autoridades cubanas de Joseph Mahmoud Dibee quien escapó de las autoridades estadounidenses por más de una década y fue detenido en nuestro país.
En nota de prensa en ese momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que se había detenido a Dibee debido a una orden de captura emitida por la Interpol y en cumplimiento con los acuerdos bilaterales firmados con Estados Unidos. Dibee fue condenado en 2022.
La definitiva salida de Cuba del arbitrario listado de países patrocinadores del terrorismo (SSTL) sería, más que todo, un acto de justicia hacia nuestro pueblo, que ha teniendo que sufrir las nefastas consecuencias de esa designación.
¡Hágase justicia!
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