//

domingo, 17 de noviembre de 2024

De gratitudes y rencores

Mientras los sirios aplauden a Rusia, los hegemonistas no salen de su roñosa sorpresa...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 22/10/2015
0 comentarios

Hace apenas unos días, un grupo de estudiantes y ciudadanos sirios radicados en Cuba visitó la embajada rusa en La Habana para agradecer el apoyo militar de Moscú a las autoridades de Damasco frente a la agresión terrorista personificada en el titulado Estados Islámico, EI, los restantes grupos extremistas locales, y quienes les organizaron, entrenaron y apoyan desde el exterior.

Y si bien se trató de una recepción más bien íntima y sin mayores trazas mediáticas, no deja de resumir el sentimiento de no pocos sirios patriotas y personas honestas del mundo, abrumadas hasta ayer por una suerte de escenario que tenía toda la pinta de un golpe agresivo totalitarista y prepotente urdido y ejecutado sin mayores miramientos por los círculos derechistas norteamericanos, sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, las satrapías mesorientales y el sionismo israelí.

En declaraciones públicas, algunos de los presentes en la sede diplomática del Kremlin relataron muy recientes intercambios con familiares y amigos en Siria, que hablan de la seguridad y estabilidad que va recobrando el país a cuenta del retiro masivo de terroristas bajo el fuego de la aviación rusa y el avance del ejército nacional sobre bastiones largamente ocupados por el EI.

Criterios que complementan las noticias del alto mando militar ruso en el sentido de que miles de pretendidos rebeldes están intentado pasar las fronteras hacia Estados vecinos de Siria, incluso rasurándose las barbas o disfrazados con trajes femeninos tradicionales para esconder su verdadera catadura.

Un éxodo sobre el cual -dicho sea de paso- Moscú ha alertado a los gobiernos del área de manera que las fuerzas yihadistas no intenten aposentarse en sus respectivos territorios nacionales con moras desestabilizadoras y agresivas.

Especialistas en esta problemática como Thierry Meyssan, indican textualmente sobre la actual situación que “se puede llegar a la conclusión de que al menos cinco mil yihadistas han sido muertos, entre ellos numerosos jefes de Ahrar el-Sham, de Al-Qaeda y del Emirato islámico, mientras que al menos 10 mil mercenarios han huido a través de Turquía, Irak y Jordania. Al mismo tiempo, el Ejército Árabe Sirio y Hezbollah están recuperando terreno sin esperar por los refuerzos iraníes anunciados.”

Eso por una parte. De la otra, el propio autor, junto a otros estudiosos y expertos, no dudan en concluir que en poco más de una semana de acciones bélicas en apoyo a las legítimas autoridades de Siria contra el terrorismo, y ante el asombro de Washington y sus aliados, Rusia se ha colocado a la cabeza del mundo en materia de guerra convencional a partir del despliegue de técnica que ha puesto en juego en este episodio.

 Citan en ese sentido ya no solo el uso de misiles furtivos de nueva generación como los 3M-14T Kaliber-NK, lanzados desde la flota del Mar Caspio por sobre los territorios de Irán e Irak para batir blancos terroristas en Siria a mil 500 kilómetros de distancia y con un margen de desvío de apenas un metro, sino además alaban el amplio y preciso sistema de  interferencia de comunicaciones enemigas puesto en marcha por las unidades rusas en el escenario mesoriental, de manera que ni los Estados Unidos, ni la OTAN, ni Israel, han sido capaces de conocer el más mínimo detalle alrededor del inicio y el decurso de los bombardeos aéreos que, dicho sea, han ridiculizado la campaña de ataques aliados contra el EI en pretendida ejecución desde hace más de un año.

Y así, inmersos en lo que algunos ya califican como un total “conteo de protección boxístico” aquellos que auparon la creación de Al Qaeda y el EI y soñaron con solazarse en Oriente Medio y Asia Central, hoy apenas atinan a criticar a Rusia, proyectarle tintes demoníacos, y alborotar para dedicar más dólares a sus ya super abultados gastos bélicos en busca de una náufraga supremacía.


Compartir

Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos