Conocí a Isabel y con ella al Proyecto Social Comunitario Quisiquaba en La Habana. La mejor manera de comprender el impacto de una obra social es conociendo la vida de las personas que de ella se han beneficiado. Sin embargo, más allá de esa ganancia, Isabel me demostró que la pasión de una idea pura contagia y el corazón de los que deciden apoyarla, se ensancha y se convierten todos en motores impulsores de lo que una persona soñó alguna vez. Entonces, claro está, el saldo es mejor: Todos aportan para que el resultado se multiplique cada vez más.
Isabel es santiaguera y a la capital cubana llegó, siendo muy joven, " a buscar una vida mejor". De un lado al otro, en un trabajo hoy y en otro mañana, cumpliendo sanción penal en una época, conoció a la familia del doctor Enrique Alemán y en su casa laboró como cocinera, y luego también en lo que era en aquel entonces el proyecto Quisiquaba, "en esa área que ves ahí, pequeña, en la que se atendían pocas personas".
Las grandes obras comienzan siendo pequeñas. Basta la tenacidad y el empeño diario para que sean inmensas. Por eso hoy, cuando uno llega a Maloja y Ángeles en el Consejo Popular Los Sitios se percata de cuánto ha crecido lo que Alemán pensó un día. La sede de la institución es un edificio recién remodelado, el museo es acogedor y precioso, la cocina comunitario es grande y lo más importante, las puertas siempre están abiertas para todos.
Isabel vive desde hace unos años en la misma cuadra donde radica Quisiquaba. "El padrino,-así le decimos al doctor Alemán- es un ángel que vive en la Tierra. Él me compró la casita donde vivo para que no estuviera yo dando tumbos por ahí. Trabajé en la cocina comunitaria mucho tiempo y él sabe que siempre puede contar conmigo. Por eso hoy, de madrugada estoy ahí como siempre y superviso todo cuanto se hace. A las personas que acuden a recoger sus raciones de comida y leche hay que atenderlas, y aunque somos muchos trabajando para ellos a esas horas, yo siento que es mi deber estar ahí".
El compromiso de Isabel es tácito. No duda en madrugar e involucrarse en la labor diaria. Lo presencié. Isabel es la sabiduría con turbante. Todos la quieren, le consultan, la toman en cuenta. Ella también es Quisiquaba, desde lo más profundo de su corazón. Las personas marcan la diferencia "y lo que el doctor Alemán en mí sembró, será cosechado toda la vida".
MÁS ALLÁ DEL AMOR
Llegamos a las 4 de la mañana a Maloja y Ángeles. El joven cocinero que sigue las instrucciones de Isabel llega a esa hora y sus ayudantes en la cocina también. De inmediato se encienden las calderas, se pone agua a hervir y se alistan los pomos y pozuelos para servir lo que se elabore. Del almacén se extraen los condimentos, el arroz, la jamonada, las latas de atún...."Hoy es lunes, cocinamos sopa...pero una buena sopa. Todos los días preparamos una comida diferente para que los que llegan aquí y los que están en sus casas, ancianos o discapacitados, puedan tener algo que les apoye la alimentación".
Se cocina la sopa, en grandes cantidades, "porque son poco más de 4 mil personas", y al mismo tiempo, se prepara la leche para que cada pozuelo, previamente identificado, vaya acompañado de un pomo. "Estos pozuelos son para llevárselos a las casas a los que no pueden venir hasta aquí. Nosotros mismos vamos en bicitaxi, que son muchos los que colaboran con el proyecto. Y esto es solo una parte de todo cuando se hace aquí".
Ciertamente, los adultos mayores una vez a la semana acuden a clases de salud y bienestar, y reciben la atención de especialistas que les ofrecen una atención personalizada. Se imparten conferencias para el empoderamiento de mujeres afrodescendientes, madres solteras con varios hijos, hombres y mujeres que viven con VIH-Sida, jóvenes transgresores de la ley, personas deambulantes, adultos mayores, comunidades LGBTIQ+ y sus familiares. La escuela de oficios de la cuadra también ha recibido el apoyo de Quisiquaba, la calle está limpia, las fachadas de los edificios y las casas están coloridas y el aire que se respira es profundamente sano, feliz. "Y no es solo que lo aquí ves...En San Antonio de los Baños también tenemos un centro de atención a las personas que requieren asistencia social, y una finca para nuestro autoconsumo. Esto es muy grande...el doctor Alemán es muy grande pero su obra es tan sensible, que cada uno de nosotros se siente grande también".
LUZ Y AMOR
El doctor Alemán también preside la Institución Religiosa Espiritista Kardeciana Cruzada y la Federación de Espiritistas de Cuba, y siempre ha defendido que el proyecto Quisicuaba, que también lidera, mantenga su esencia sin ánimo de lucro.
Quisiquaba además, realiza acciones de índole cultural, "porque todo lo que pueda hacer de nosotros mejores seres humanos, y nos lleve a una vida mejor, está pensado aquí".
La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) que por poco más de 20 años ha contribuido al desarrollo de Cuba, fundamentalmente en el área de los proyectos locales, ha encontrado en Quisicuaba una de las quince organizaciones que conforman el Programa de Apoyo a la Equidad y Participación (PYE) iniciado en el año 2012, en el contexto de la descentralización como prioridad de la política económica y social cubana. Es realmente motivo de orgullo saberse reconocido, incluso por la mirada internacional, consciente de que todo cuanto pueda enriquecer una obra ya en marcha indetenible, es bienvenido.
"En la pandemia Quisiquaba fue más fuerte aún, y cuando hay desastres como ciclones o derrumbes, no podemos quedarnos quietos. Tenemos que hacer algo siempre. Eso es empatía, sensibilidad, comprensión, amor...Así lo hemos aprendido. Es nuestra manera de vivir.
"Agradezco cada día al despertar haberme encontrado en mi camino al doctor Alemán. Agradezco ser parte del proyecto, ayudar a la gente, aconsejarle a los que andan sin rumbo para que aquí lo encuentren. Somos mejores personas todos los días y entendemos que lo que tenemos, lo que hemos construido, hay que defenderlo".
Isabel es Quisiquaba, como lo son todos los que en el proyecto laboran. Siempre estarán dispuestos a hacer lo que haya que hacer por los demás, por la comunidad, por el país. No se crea un proyecto social para ganar bombo y platillo, sino para impactar realmente en la vida de las personas. Cada uno tiene su propia historia. Isabel, por suerte, me contó la de ella.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.