En la familia Valdés el talento se hereda desde Bebo, el abuelo, a Mayra Caridad, Miriam y Chucho, hasta llegar al más joven y no por eso menos talentoso Cucurucho.
Roberto Carlos Rodríguez Valdés, más conocido como Cucurucho, es el arreglista de la Orquesta cubana los Van Van, y en este Cubadisco 2013 es el artista con más nominaciones (6) por el mismo fonograma: Ni antes ni después.
Estudió en la escuela Guillermo Tomás y luego en la Academia Amadeo Roldán. Después ganó una beca en Alemania y al regresar a Cuba se dedicó completamente a la música cubana porque asegura que aunque le gustaba la vertiente clásica, siempre ha preferido el ritmo cubano.
Cucurucho tocó con la Charanga Habanera en el 97, luego con la Charanga Forever y desde el 2001 remplazó al legendario César “Pupy” Pedroso en los Van Van.
Quizás Valdés sea un apellido común, pero los músicos de esta familia ciertamente no lo son.
—¿Esperabas estas nominaciones al Cubadisco?
Tengo 6 nominaciones a este Cubadisco, una de ellas en Ópera Prima y estoy muy contento porque no me lo esperaba. Hice música para que la gente la disfrutara, es un disco muy bonito que titulé Ni antes ni después y grabé con el sello Colibrí.
“Es casi en su totalidad instrumental, basado en la música tradicional y la pianística vieja de lo que es la música cubana, además tiene un bolero que lo canta mi tía Mayra Caridad Valdés “Cachita”, que es realmente hermoso”.
—¿Cuál es el formato del disco?
Eso es interesante porque escogí y tuve la gracia de que vinieran a tocar conmigo personalidades de la música cubana como Amadito Valdés en la percusión, Fabián García Caturla en el bajo, Adel Ochoa y Edgar en las tumbadoras y El Negro tocando el cajón. Quienes me acompañaron son músicos que yo respeto y que respondieron sin importar los trabajos que pasamos para unirnos y hacer este disco.
—¿Qué se siente al hacer un disco en solitario cuando acostumbras a tocar en orquestas?
Es realmente una experiencia nueva. Estoy acostumbrado a tocar en orquestas desde los 16 años cuando empecé con La Charanga Habanera, Pablo FG, Isaac Delgado y hace 13 años con los Van Van, cuando sustituí al maestro César “Pupy” Pedroso. Tenía inquietudes musicales y por eso me lancé a hacer un disco en solitario. También quería experimentar con la música tradicional cubana que se respiraba en mi casa. Un día me dije: tengo que echar esto a andar para así hacerle un homenaje a los pianistas tradicionales cubanos y, aunque sea un atrevimiento por ser joven, no importa, porque salió bien y me alegra que a muchas personas les haya gustado.
—¿Qué importancia le das al Cubadisco?
Lo mejor del Cubadisco es que premia a la música cubana, a aquellos músicos que hacen música tradicional. Es para mí muy importante como concurso, tanto es así que los Van Van están en el exterior y Juan Formell me alentó a que participara en la gala de nominados por mis 6 nominaciones.
“También creo que el momento es muy propicio, pues este año el Cubadisco está dedicado a los jóvenes. Se le ha dado un voto de confianza a todos los que aún somos primerizos en esto de hacer discos, al menos en solitario, como es mi caso. Creo que se deben buscar más talentos que seguro estoy hay muchos en Cuba”.
—¿Desde cuándo compones?
Con mi trabajo en los Van Van he compuesto canciones para los discos que durante estos 13 años de trabajo conjunto hemos grabado. Además, con mi tío Jorge Díaz, el humorista, hemos escrito a cuatro manos y también tiene su granito de arena en este disco, porque es uno de los testigos de mi carrera profesional.
“Este disco en particular si lo estoy haciendo hace mucho tiempo, he tenido las obras guardadas hasta que uno sabe que es el momento adecuado. Confieso que fue en una de esas etapas malas que tiene la vida y eso también quedó plasmado en el disco, tal vez es por eso que tiene la magia”.
—¿Planes?
Bueno, tengo muchos, pero manteniendo las dos cosas más importantes, los Van Van y mi carrera en solitario, haciendo cosas como este disco. Y es que los Van Van es una orquesta que me ha dado reconocimiento como pianista dentro de la música cubana y trabajar con ellos me ha inspirado y enseñado para grabar este fonograma. Ni antes ni después es el resultado de mi carrera de estos años de experiencia.
“Pienso enfocar esta carrera en solitario un poco más, pues ha dado resultado y así lo creen algunos, incluso los que no querían que me fuera de la línea de la orquesta. Pero todos tenemos inquietudes musicales y merecemos exponerlas al público. Pretendo trabajar en la difusión de este disco y enfocarme en un próximo fonograma que espero empezar a grabar próximamente”.
—Háblame entonces del próximo disco…
Este tiene sorpresas y un homenaje a mi fallecido abuelo Bebo Valdés. Te adelanto que hay un número que voy a hacer con mi tía Cachita “Serenata en batanga”. Mi abuelo Bebo fue el creador de ese ritmo y quiero hacerle un culto a eso.
“Es un reto y tampoco quisiera quedarme por debajo de lo que los públicos han visto de la familia. Porque hay que garantizar la continuidad familiar y mantener ese legado familiar”.
—¿Qué has aprendido en 13 años con los Van Van?
Con Formell he aprendido, te diría que hasta demasiado, porque es un gran director. Yo hago los arreglos del grupo, cito ensayos y eso es un gran voto de confianza y una inmensa oportunidad de formarse.
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