Luis Buñuel reinterpretado por la gráfica cubana

En el contexto del 46mo. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano tuvo su apertura oficial la exposición “Luis Buñuel. 125 aniversario”, un proyecto que trasciende el homenaje convencional para establecer un diálogo visual y cultural entre la obra inmortal del genio de Calanda y el talento de una nueva generación de diseñadores gráficos cubanos.

La muestra, que se exhibirá durante todo el mes de diciembre en el lobby del habanero cine 23 y 12, representa la culminación de un esfuerzo colaborativo y una reivindicación de los históricos lazos entre Buñuel y la Mayor de las Antillas.

En la inauguración, Yumey Besú, director del proyecto CartelOn, agradeció el apoyo de la Consejería Cultural de la Embajada de España en Cuba por acoger la iniciativa de una carpeta dedicada a Luis Buñuel, en el aniversario 125 de su natalicio.

“Se suponía que esta exposición abriera la Muestra de Cine Español, en junio pasado, y por razones de programación se fue posponiendo… y, bueno, acabamos felizmente aquí, en el marco del Festival de Cine de La Habana donde finalmente podemos tener la exposición”, comentó Besú.

Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba y profundo conocedor de la obra buñueliana, ofreció una clase magistral, breve pero sustanciosa, donde desentrañó conexiones poco divulgadas que tejen a Buñuel con la historia cubana.

“Es un privilegio que el Festival le dedique un espacio a la obra de Luis Buñuel a partir de la gráfica inspirada en su filmografía”, comentó.

Castillo se remontó a los orígenes del cineasta: “Luis Buñuel, por su historia, nació en Calanda, Aragón, España, el 22 de febrero de 1900. Llamamos la atención porque muchos desconocen los vínculos de Buñuel con Cuba y el primero de ellos es que su padre, Leonardo Buñuel, amasó su fortuna en una ferretería que está al lado de la Lonja del Comercio (de La Habana). Marchó a Calanda y ahí se pudo casar con María Portolés y nació Don Luis”.

Pero el vínculo más fascinante expuesto por Castillo une a Buñuel con una figura fundacional del cine revolucionario cubano:

“En el año 1958, Alfredo Guevara es contratado por el productor yucateco Manuel Barbachano Ponce para que interviniera como asistente, no acreditado, de producción en el rodaje de la película Nazarín, inspirada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós. Alfredo estaba exiliado en México y Barbachano lo acogió y al mismo tiempo lo protegió”, dijo Luciano.

Esta colaboración germinó en proyectos futuros. “La primera carta que escribió Alfredo Guevara al Triunfo de la Revolución está dedicada justamente a Buñuel porque habían hablado de muchos planes y de la colaboración que podía existir entre Barbachano, Buñuel y Alfredo. Y en el primer plan de producción del Icaic, está en los archivos, nada menos que figura un título que se llama Los náufragos de las calle Providencia”.

Cuando Luciano investigó la obra de Buñuel, conoció que era una película que querían filmar en locaciones de Miramar, en una mansión abandonada por la burguesía, en los primeros años de la Revolución.

“Era una película que Buñuel quería mucho por la atmósfera que deseaba retratar. Después, por razones de distintas índoles, no se pudo filmar en Cuba, y terminó siendo nada menos que El ángel exterminador, una de las grandes películas de la historia del cine que podía haber sido filmada en La Habana por ese genio de Calanda”, reveló Castillo.

La exposición: Diálogo de épocas y estilos

Organizada por el Proyecto CartelON. Gráfica Cubana, la muestra se erige sobre un concepto de duplicidad y conversación. No se trata solo de exhibir carteles, sino de enfrentar visiones.

La exposición está integrada por carteles de las diez películas más icónicas de Buñuel y diez de diseñadores cubanos contemporáneos. Por un lado, se exhiben los originales de cada filme, seleccionados en colaboración con los archivos de la Cinemateca de Cuba. Al lado de ellos, como un espejo reinterpretativo, se alzan diez nuevas versiones creadas ex profeso para este aniversario.

Los artistas convocados, pertenecientes a una generación que bebe tanto de la rica tradición del cartelismo cubano como de estéticas digitales globales, son: Yanaisy Puentes, Alejandro Rodríguez Fornés (Alucho), Roberto Pérez (Potto), Karla M. Gómez, Darwin Fornés, Michele Miyares Hollands, Arístides Torres, Lidia Morales, Jorge L. Rodríguez Aguilar y Dayron Giro.

Sus trabajos abordan filmes que van desde el temprano y revolucionario Un perro andaluz (1929) hasta el lúcido y cáustico El discreto encanto de la burguesía (1972), pasando por joyas como Viridiana, Los olvidados, Belle de jour y la ya mencionada El ángel exterminador.

La exposición implicó además un concurso. El jurado otorgó el premio a Yanaisy Puentes por su cartel conmemorativo del aniversario 125 del nacimiento de Buñuel, una pieza que sintetiza la iconografía buñueliana con una potente gráfica contemporánea.

En tanto, el cartel premiado dentro de la muestra fue el Michele Miyares Hollands, por su audaz y personal reinterpretación del clásico Viridiana.

Al concluir su intervención, Luciano extendió una invitación que resonó como un brindis surrealista y sincero: “Los invitamos a recorrer la exposición. Bienvenidos entonces a este banquete de buen cine y de gráfica que rinde homenaje al movimiento del cartel cubano del cine, cuyo impulsor mayor fue Alfredo Guevara, desde que triunfó la Revolución”.

Esta exposición es un festín visual donde el espíritu subversivo, onírico y crítico de Buñuel se encuentra, de manera feliz y productiva, con el trazo joven y la sensibilidad actual de la creación gráfica en Cuba. Un diálogo entre dos mundos que, como revela la historia, nunca estuvieron tan distantes.