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miércoles, 20 de noviembre de 2024

La buena racha de Monk

El joven diseñador gráfico cubano Miguel Alejandro Castro disfruta por estos días de una buena sucesión de éxitos...

José Ángel Téllez Villalón en Exclusivo 20/05/2018
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Monk al lado de su cartel Premiado por la ACNU
Miguel Alejandro Castro, más conocido por Monk, recibió el la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), donde finalmente, obtuve el Gran Premio otorgado por la ACNU. (Foto: Tomada de Cubarte).

Todos tenemos nuestras rachas, unas buenas y otras malas. Los que las sobreviven, las narran o las pintan, son los que siempre saltan. De alegría, para inspirarse en nuevos retos, o sobre los problemas, para salir del bache y constatar que siempre hay nuevas oportunidades de diseñar el triunfo.

El joven diseñador gráfico cubano Miguel Alejandro Castro, más conocido por Monk, disfruta por estos días de una buena sucesión de éxitos. Por las redes sociales lo descubrimos, y por ellas salimos en busca de sus impresiones.  

—Monk, estás en una buena racha…

—Sí, el año 2018 comenzó en grande, y le rezo a Dios porque siga así. Ya los del ICAIC me habían dicho a finales de diciembre del pasado año que mi trabajo iba a integrar una exposición de carteles en Washington en apoyo al Festival de las Artes de Cuba. ¡Fue tremenda noticia! Todavía no se había inaugurado la exhibición de carteles en el Kennedy Center cuando en marzo anuncian los finalistas del Primer Concurso Nacional de Carteles de la Asociación Cubana de Naciones Unidas (ACNU), donde finalmente, obtuve el Gran Premio.

—¿Cómo llegaste al Festival Artes de Cuba en el Kennedy Center?

—Yumey Besú, creador del proyecto CartelON, y Sara Vega, especialista de la Cinemateca de Cuba, me convocaron a partir de la obtención del Primer Premio en el concurso de los 80 años del Guernica (2017).

—¿Qué significa para ti participar en un evento tan importante?  

—Te soy sincero, te llena de alegría y lo ves en los rostros orgullosos de tus seres queridos. Le falta un mundo a mi trabajo por madurar, y estoy muy agradecido por la oportunidad.

—¿Y representar al diseño joven en el Isla, junto a Raupa, Nelson Ponce, Michele Miyares, Edel Rodríguez, Idania Del Río, Alberto Nodarse, Alejandro Rodríguez, Marwin Sánchez, Claudio Sotolongo, Norberto Molina Martínez y Liz Capote?

—La muestra la integran parte de lo más representativo del cartel en Cuba y tengo el privilegio de formar parte de ella. Estar al lado de todos esos grandes te llena de mucho orgullo. Le estoy muy agradecido a Yumey y Sara, los organizadores de la muestra; primero por la confianza en mi trabajo y segundo por tener en cuenta las nuevas generaciones de diseñadores. Estoy seguro de que Liz Capote comparte esta mima idea.

“Hay mucho talento de cartel en Cuba. Mis amigos más cercanos también diseñan carteles. Igual creo que, como todo, también el diseño gráfico cubano evoluciona constantemente y esta exposición representa los ánimos de unos pocos dentro de la comunidad del diseño gráfico por no dejar morir el cartel gráfico. Le debemos mucho a CartelON, por las batallas ganadas y convocatorias constantes para vernos en parte motivados por diseñar carteles”.

—¿Y cuál fue tu propuesta para el Festival en el Kennedy?

—Mi cartel del Kennedy no muestra evidentemente ninguna expresión de la cultura como pudiesen ser la plástica, la música o la danza. Me inspiré en lo que es el cubano y su cultura de vivir, de como yo los veo, mi punto de vista personal. Siempre estamos apretados en un pequeño espacio y metidos en candela. Representé un caldero de caldosa, con nosotros los cubanos dentro. Me inspiré en Fernando Ortiz, cuando describió a nuestra cultura como un ajiaco.

—¿Y para el concurso de la ACNU, para promover los Derechos Humanos?

—Es un cartel de extrema simpleza. Comparto mucha afinidad con el minimalismo en la gráfica, no te digo que no haya hecho trabajos donde abundan recursos y mucha expresividad, pero si de dos carteles estoy orgulloso hasta el día de hoy, son este de la ACNU y del Guernica. Este último cartel resultó el Primer Premio en un concurso organizado por el Proyecto CartelON el año pasado.

“El cartel de la ACNU representa la evolución en términos de derechos humanos en Cuba. Descontextualiza la imagen clásica de la evolución de la raza humana, jugando con la idea de que antes éramos menos erguidos y ahora somos más derechos. Si haces una búsqueda en Google, encontrarás de manera repetitiva, juegos irónicos de la última fase en relación a una involución. Yo invertí está dinámica y creé una visión positiva de la imagen: el último hombre termina saltando de alegría”.

—¿Y tienes algún paradigma como diseñador?

—No tengo un creativo que me inspira en específico. Me gusta más decir que me apego a un movimiento o tendencia. El diseño escandinavo y el cartel polaco son de mis preferidos. Hay mucha poesía y simplicidad en sus diseños.

—Coméntame de tu nicho de creación, de esos pedacitos de La Habana que son de seguro fuentes de inspiración.

—Nací y me crié en un lejano pueblo bien al Oeste de La Habana, en Santa Fé, muy cerca de la costa. Mi barrio es bastante tranquilo, la brisa del mar es algo que lo caracteriza. Me afecta mucho tener a mis grandes amigos y clientes en el centro de la ciudad. Todo el tiempo me veo forzado a planear reuniones y citas para que coincidan el mismo día, pues te agotan los largos viajes de aquí para allá… Ser diseñador independiente te da el chance de trabajar desde casa. Mi propia habitación es mi estudio y lugar de reuniones de manera esporádica.

“Una vez por semana doy clases en el Instituto Superior de Diseño (ISDI). Me gusta mucho la docencia, te mantiene fresco. Diría que no solo diseño en casa, aprovecho los largos viajes en guagua o en taxis para buscar soluciones a mis diseños. Créeme, mis buenas ideas salen de ahí y casi cuando me estoy quedando dormido. Me he visto muchas veces obligado a levantarme y anotar para no olvidarla al otro día”.

La invitación de estos jóvenes creadores por parte de los organizadores del Kennedy Center es un reconocimiento del rico patrimonio de la cartelística cubana. “Todos ellos juntos presentan visiones emocionantes y diversas acerca de los temas del Festival, y también ofrecen a los visitantes una mirada interior a la próspera escena de las artes gráficas de Cuba”, han apuntado.

Por su parte, el jurado del certamen convocado por la ACNU, integrado por los reconocidos diseñadores Eviel Ramos, Roberto Chávez y Pepe Menéndez, decidió por unanimidad otorgar el Gran Premio a Monk “en consideración a la efectividad de la analogía visual propuesta que relaciona Derechos Humanos con plenitud, valiéndose de un código universal bien resuelto gráficamente”.

Miguel Alejandro Castro Sánchez (La Habana, 1991) es diseñador e ilustrador. Se graduó en Diseño de Comunicación Visual en el Instituto Superior de Diseño. Influenciado por la cultura histórica del cartel serigráfico cubano, sus carteles e ilustraciones son mayormente realizados a mano. Mereció el primer lugar en el concurso de carteles por los 80 años del Guernica, auspiciado por la embajada de España en Cuba y el proyecto CartelON.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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