Jean Nouvel en La Habana (+Fotos)

Jean Nouvel (Fumel, Francia, 1945) se encuentra en Cuba, invitado por el filántropo estadounidense Gilbert Brownstone. La noticia corrió como la pólvora y la sala Villena de la UNEAC resultó pequeña para el encuentro con uno de los más afamados arquitectos del mundo, galardonado en 2008 con el importante premio Pritzker.

La poética de Nouvel está marcada por uso del color. Es el autor de diseños tan atractivos como la Torre Agbar, en Barcelona; el Hotel Puerta de América y la ampliación del Museo Reina Sofía, en Madrid, España.

Previo al diálogo con quien diera vida además a proyectos arquitectónicos como la Fundación Cartier y el Instituto del Mundo Árabe, en París, Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC, le entregó a Nouvel el premio internacional René Portocarrero, lauro que solamente se ha otorgado en tres ocasiones.

ARQUITECTURA Y CRISIS MUNDIAL

En conversación con estudiantes de arquitectura, periodistas, artistas de la plástica y profesionales de la arquitectura en Cuba y otras naciones, Nouvel disertó sobre el impacto que ha tenido la crisis económica mundial, la cual se puede considerar como la antesala de “un desastre arquitectónico”.

“Aquí (en La Habana) los dos parámetros fundamentales para medir la arquitectura —historia y geografía— son totalmente visibles.

”Uno sabe en qué ciudad se encuentra si toma una fotografía de La Habana, por su vegetación, por la arquitectura de los años 50, la forma de sus edificaciones, las características visuales fuertes, los autobuses, carros, la música.

”Todo eso es propio de un prototipo de ciudad particular, con personalidad. Al detenerse en el tiempo, debido a un contexto político, tiene una arquitectura sensible en el plano poético.

”No sé si eso pueda ocurrir en Europa o en España, donde actualmente hay una disminución del ritmo de construcción. El verdadero problema no es la invención de una ciudad nueva. Eso puede ser una aventura suicida”, expresó.

FORMACIÓN DE NUEVOS ARQUITECTOS

Nouvel estudió arquitectura y diseño en la escuela de Bellas Artes de París. Confiesa que soñaba convertirse en artista de la plástica pero sus padres no quisieron costearle los estudios. Más bien le aconsejaron buscar una profesión mejor remunerada económicamente.

Por eso se inclinó hacia la arquitectura: oficio y arte que tiene varios vasos comunicantes con la pintura y la escultura. Hijo de maestros, su padre era profesor de Historia y Geografía; la madre, se dedicaba a al enseñanza de los idiomas Francés e Inglés; conoció el ejemplo de un buen docente casi desde la cuna.

Sin embargo, su decepción en la Academia fue total. Al respecto comentó:

“En Bellas Artes vi otra forma de impartir las clases. Los profesores solo daban clases magistrales donde transmitían una sucesión de recetas cual si fueran cocineros. No es lo mismo ser arquitecto que profesor de arquitectura. Un maestro debe enseñar a los alumnos a volar como mariposas. Por suerte, hoy la enseñanza ha mejorado allí.

”A partir de ese momento desarrollé mi espíritu crítico y me escapé de la escuela para trabajar con el arquitecto utopista y filósofo Claude Parent. (Neuilly-sur-Seine, 1923).

”Con él comprendí que la situación de los barrios es la que crea la arquitectura. Por eso, ahora en mi Atelier trato de desarrollar con mis alumnos una especie de taller totalmente autónomo, encaminado a la búsqueda formal en 3D (tercera dimensión) y dimensiones gráficas.

”Siempre he pensado que la arquitectura es algo tridimensional, una invención del micro mundo en la cual se logran efectos relacionados con la luz. Lucho por integrar un equipo con la pretensión de iluminarlos y darles toda mi experiencia.

”Muchos maquetistas vienen a los talleres a trabajar con esas estructuras. Además recibo a jóvenes pasantes, alumnos que envía la Academia, otros recomendados por amigos o aquellos que tienen la voluntad y me insisten hasta que los acepto. No hay un número exclusivo para entrar en el Atelier”, explicó.

AMÉRICA LATINA: NUEVO ESCENARIO ARQUITECTÓNICO

América Latina puede convertirse en un nuevo escenario arquitectónico. Hoy el mundo mira hacia el continente donde se respiran aires renovadores.

“Lo que me parece particular en América Latina es la forma que tiene de luchar por su identidad. Sus países están marcados por una historia antigua, por civilizaciones que aunque fueron invadidas conservan sus huellas arquitectónicas, una vegetación exuberante, enormes espacios.

”América Latina es un lugar donde está presente la arquitectura de situación, con un fondo cultural común, muy particular que no tiene nada que ver con Europa. No obstante, el continente debe abrir sus ojos sobre otras posibilidades”.

ARQUITECTURA Y RECICLAJE

Hoy en las sociedades industrializadas se usa cada vez menos el hormigón armado, el ladrillo, la piedra, materiales que sí emplean los países en vías de desarrollo.

“Debería crearse un sistema de producción que elimine las diferencias”, sentenció el arquitecto que planificara además el Palacio de Justicia de Nantes o el Centro de Cultura y Convenciones de Lucerna en Suiza.

Nouvel resaltó la labor desarrollada por el arquitecto chino Wang Shu (Urumchi, 1963), también galardonado con el Pritzker en el año 2012, quien ha desarrollado técnicas de recuperación de materiales a partir del reciclaje.

“En el sur de Francia, un grupo de amigos y yo tratamos de recuperar los edificios de tipo social, restituyéndoles las piedras con materiales originales, pero hoy las canteras están cerradas, ya no existen fábricas. Entonces tuvimos que recurrir a materiales alternativos.

”Estoy convencido de que los recursos naturales, los materiales relacionados con la historia, como la madera, la tierra, la piedra, la arena, el vidrio; mantienen una pertinencia total pero en este mundo tecnocrático y de las normas quieren eliminarlos”.

VIVIENDAS SOCIALES

En la década de 1980, Nouvel se involucró en el diseño de 140 casas en Nimes, una ciudad del sur de Francia, mediante el sistema Rex (Sistema de Realización Experimental), donde se propuso “respetar el sentido social” en edificios con condiciones diferentes y dimensiones mayores.

Ese proyecto se presentó en la Bienal de Venecia y —según Nouvel— fue “una aventura personal”.

En la actualidad el arquitecto continúa involucrado en otros proyectos sociales porque considera que la arquitectura social “es una de las llaves de la arquitectura, cuyo sentido primario es una construcción para vivirla”, sentenció.

LA RESPONSABILIDAD DEL ARQUITECTO

“He vivido una degradación del papel del arquitecto. Inicialmente era el responsable de todo: hacía los proyectos desde el principio hasta el final. Hoy en Francia, el arquitecto no es responsable de nada.

”Ahora la construcción es un negocio. Por eso los arquitectos debemos estar más implicados en el desarrollo humano, los detalles, interiores, los jardines.

“El papel del arquitecto en el siglo XXI debe ser el de transformar el mundo, mantener la estética de los lugares. Hoy la subjetividad de los arquitectos se ve cada vez más limitada. La vocación cultural del arquitecto es la vocación social concebida para el espacio público”.

Nouvel se despidió con un mensaje para los nuevos arquitectos cubanos:

“La definición de una ciudad no depende de su calidad arquitectónica, de su mutación, de su crecimiento. El papel del arquitecto es el de testimoniar lo que le gusta a una generación, a través de una sedimentación cultural de la vida. Lo que ustedes deben hacer es testimoniar lo que han hecho, en su época y su tiempo, sobre todo con pasión”.

Jean Nouvel vino a Cuba además a la inauguración de la muestra expositiva Sarah N: fotografías 2008-2013 en la Fototeca de Cuba. Se trata de una serie de autorretratos realizados por su hija, la fotógrafa Sarah Nouvel.

La obra de Sarah se caracteriza por una fuerte carga autorreferencial, que se mueve entre los límites del autoreconocimiento y la comprensión del otro.