martes, 17 de septiembre de 2024

Papelitos hablan

Cuando el silencio se hace cómplice, muchos tabúes asoman en auténtica interrogación…

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 10/09/2024
1 comentarios
Intimidades
La sexualidad va más allá del cuerpo físico, y tratar de apartarla de tu espiritualidad sólo aumenta tu avidez. (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Acabo de salir de mi séptimo retiro de silencio con la fundación El Arte de Vivir y ya doy como ciencia constituida que cuando la gente no puede hablar del tiempo o los precios ni andar buceando en las redes, lo primero que le viene a la mente para entretenerse es el sexo.

Aclaro: en los retiros no se practica sexo (no en estos a los que voy, al menos), pero se puede preguntar al instructor de cualquier tema humano o divino, y por lo general, de cinco papelitos que llegan a la canasta uno o dos tratan sobre obsesiones con el sexo, o dudas sobre identidad de género, problemas con la pareja y la familia, falta de cariño, exceso de receptividad…

Como los instructores son muy simpáticos y tienen tremenda tabla, suelen abordar o esquivar con elegancia esas trabas en el camino de la espiritualidad (¡a estas alturas!) de algunos recién iniciados en el yoga.

Algunos y algunas, aclaro, porque esta vez éramos 36 en el curso, pero cuando se leyó la pregunta sobre cuánto sexo es demasiado sexo, la mayoría de las mujeres miraron a uno de los tres varones, el más joven, quien se puso de un rojo sonriente que lo hacía parecer el candidato perfecto, y en su compromiso de mantenerse callado los tres días no se defendió de tan estereotipada inculpación.

Yo casi puedo jurar que no era él porque en los viajes de ida y vuelta suelo cogerle botella, y entre baches y lomas hablamos de ese aspecto de la vida con mucha naturalidad y sé que no le era nada reconocerlo si las dudas fuesen suyas.

¿Quién fue entonces, ah? ¿Y quién preguntó por la energía masculina y femenina, o Shiva/Shatki? ¿O quién hizo reír al invitado con la idea de amar a dos personas a la vez?

(Por cierto, su respuesta a esta última fue: “¿Por qué solo a dos?, si somos en esencia amor, deberíamos amar a todos y todo por igual…”. Verídico y conmovedor).  

Los papelitos eran anónimos, así que nadie podía saber su origen. O casi nadie, porque mi mente libre ante mi boca sellada (por el curso y por la ética de la consejería) se dispuso con picardía a estimar posibles sospechosas (descarté a los otros dos varones por pura diversión, lo confieso).

Con la lista de edades fresca en memoria, la vista de todas las espaldas o perfiles del salón y cierto conocimiento de las más veteranas en el grupo, era fácil descartar muchas candidatas y priorizar otras, cuya risita era algo más nerviosa que juguetona ante cada jarana del interrogado…

Pero no: no llegué a conclusiones. Terminaron las preguntas y nuestro guía nos propuso disfrutar del conocimiento del gurú de la fundación, Sri Sri Ravi Shankar, quien en un oportuno video abordó esos asuntos del cuerpo y el alma con mucha profundidad y aportó muy dulces consejos ante un grupo variopinto como el nuestro en un curso parecido, pero en otra latitud y años atrás (que no solo en el Caribe el tema pica cuando la lengua toma un descanso).

Guruji, como le decimos millones de estudiantes en más de 160 países, habla a cada rato sobre sensualidad y espiritualidad desde la ciencia del cuerpo y de la psiquis, el conocimiento védico y su intuición de persona feliz. (¡Búscalo en internet! O si prefieres, escríbeme al 52164148 y te cuento de los cursos de la fundación y la membresía en Cuba).

Recuerdo que una vez le pidieron una fórmula para hacer durar un matrimonio y muy relajado con la obviedad de su celibato respondió: “¡¡¡I don´t not!!!”… Pero luego de las risotadas compartió magníficos consejos que me motivaron a escribir una página de Sexo sentido en JR, tiempo atrás.

De estos tres días recuerdo vívidamente dos sugerencias del maestro que siempre usamos en los talleres de Senti2: si tienes conflictos con tu sensualidad, ¡baila!, y ¡respira! El propósito de la vida es ser feliz, y danzar equilibra tus chakras, incluso el segundo, centro del erotismo y la creatividad.

También invitó a ver el sexo dentro de la espiritualidad, porque es parte de la naturaleza y porque todo lo que excluyas de ese campo sutil de tu existencia se vuelve tentación y te tironea hacia fuera de tu centro.

Por tanto, sé natural y elévate más allá de tu condición sexuada: en lugar de reprimirla, hónrala, decía el maestro, y en muchas caritas noté asombro y contradicción…

Eso me confirmó la utilidad de nuestros espacios educativos, virtuales y presenciales, para amigarnos con los instintos, refinarlos y alcanzar la plenitud, pues sólo quien se siente incompleto hace del eros una rutinaria obsesión y ninguna experiencia puramente corporal podrá saciar su avidez.

Y si empecé septiembre en silencio, no me es nada despedirlo hablando mucho, así que el sábado 28 a partir de las 2:00 p.m. los espero en la Plaza Vieja para la pospuesta Ruta de los Sentidos por la calle Mercaderes, para conocer la historia de nuestra sexualidad en una experiencia única… ¿Se animan?


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...

Se han publicado 1 comentarios


Ana Cecilia Hardy Medina
 10/9/24 21:05

Me encanto tu artículo. Lo considere muy sugerente. Y aunque muchos no lo expresa a todos nos interesa el tema de la sexualidad. Me ánimo para participar el día 28septiembre en ese recorrido. Bendiciones querida Mileyda. Un fuerte abrazo

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