jueves, 28 de marzo de 2024

¿Cuánto incide el orgasmo en la salud?

El placer sexual oxigena todo el cuerpo con una dosis increíble de energía que ayuda a combatir el estrés, la depresión y puede evitar trastornos cardíacos...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 17/08/2012
6 comentarios
orgasmos
orgasmos

Se ha preguntado alguna vez cuánto influye un orgasmo en la salud física y emocional del organismo, más allá del placer que genera en la persona. Pues recientemente un estudio realizado en España develó que esta sensación, considerada a nivel cerebral como un espectáculo de “fuegos artificiales”, proporciona grandes beneficios en el ser humano, desde el nivel biológico hasta lo psicológico.

No en vano, el orgasmo es considerado la satisfacción de uno de los instintos más importantes que tiene el ser humano: el sexual. A través de este se activan más de 80 regiones en el cerebro, con un aumento considerable de los niveles de oxígeno en todo el cuerpo.

Y es que la ausencia de placer sexual, como advierte la psicoanalista Magdalena Salamanca, en un reporte de la BBC Mundo, puede provocar enfermedades y trastornos emocionales tanto en hombres como en las mujeres.

Las investigaciones muestran cómo la actividad cerebral despega en la parte del cerebro vinculada a los genitales, pero pronto se propaga por todo el sistema límbico, el cuál se conecta con las emociones y la personalidad.

Durante el proceso de excitación, de clímax y luego de orgasmo, el cuerpo genera una descarga de energía que tiene un impacto positivo en todo el sistema nervioso. Esa sangre oxigenada fluye en todo el organismo, llega hasta los microsensores de la piel y se esparce a todos los órganos.

En la primera fase de deseo el cerebro empieza a generar una serie de hormonas y microtransmisores que hacen que las personas vivan esa sensación de bienestar, y en la medida en que aumenta el placer, también lo hace la intensidad del ritmo respiratorio y se registran de 110 a 180 latidos cardíacos por minuto.

REACCIONES “INEXPLICABLES”

Un orgasmo es el clímax explosivo de una relación sexual. En él se produce la liberación repentina y placentera de la tensión sexual que se va acumulando de manera continua desde que se inicia la excitación.

Este puede definirse como el punto máximo de placer por el que atraviesa una persona cuando estimula, no sólo sus áreas genitales, sino cualquier otra zona erógena, aunque a veces basta con mantener un pensamiento altamente placentero, para poder alcanzarlo, ya sea de manera individual o en pareja.

De acuerdo a diversos estudios realizados en hombres y mujeres, la mayoría coincide en que el orgasmo es la experiencia más sensacional que puede tener un ser humano, lo cual condiciona además que todos sigan mostrando un interés continuo por el sexo.

Las formas de alcanzarlo son tan variadas como las mismas relaciones humanas. Cada pareja o persona de manera individual puede conseguir este “éxtasis” con una mezcla de imaginación, deseo y sensaciones, que son fruto de la creatividad y las experiencias de cada quien.

Aunque, —por supuesto—, todavía no ha existido un ser que haya logrado vivenciar los dos orgasmos, se dice que el hombre lo experimenta de una forma diferente a la mujer, tanto desde el tiempo, como desde las sensaciones que vivencia.

En el caso del masculino este suele ser repentino, drástico, y concentrado principalmente en el pene; mientras que el femenino se extiende por todo el clítoris, los labios genitales y el área pélvica, y por lo regular dura un poco más.

La literatura especializada describe que la mayoría de las mujeres tiene una respuesta más rápida, en cuanto a su capacidad para experimentar un orgasmo tras otro, a diferencia de los hombres que requieren de mayor tiempo para la recuperación.

La razón tiene que ver con que el orgasmo de ellos es un poco más complejo. En los varones este proceso comienza con la erección, y requiere de varias estimulaciones, ya sean físicas o mentales. A partir de entonces el pene comienza a llenarse de sangre hasta que llega a la eyaculación.

El deseo libera hormonas sexuales que aumentan el deseo sexual (estrógenos y progesterona en la mujer, y la testosterona en el hombre). Por su parte la adrenalina aumenta la frecuencia cardiaca y estimula la circulación, lo cual incrementa el aporte de oxígeno a las células, mientras que las feromonas, conocidas como las hormonas del placer, tienen un efecto vasodilatador.

LA MEJOR DOSIS

Un estudio británico que contempla la relación entre orgasmos frecuentes (uno o dos por semana) y el índice de mortalidad en los varones, reveló recientemente en un seguimiento de diez años, que los hombres que tenían orgasmos frecuentes corrían un riesgo de muerte 50 por ciento más bajo que los que lo hacían con una menor frecuencia (menos de uno al mes).

Por otra parte se estima que las hormonas liberadas durante la excitación y el orgasmo, especialmente la oxitocina y la dihidroepiandrosterona pueden tener efectos protectores contra el cáncer y las enfermedades cardiacas, en hombres y mujeres.

En este sentido se advierte sobre el efecto placentero de sedación y relajación que tiene en las personas la oxitocina, y otras endorfinas que se liberan durante el orgasmo. De hecho se han realizado algunas investigaciones con personas que usan la masturbación intuitivamente para conciliar el sueño, y otras que gestionan su estrés a través del sexo, ambas con excelentes resultados.

Una pesquisa australiana con unos dos mil hombres menores de 70 años reveló también una conexión entre los varones que eyaculan con regularidad (cuatro o más veces por semana) y una reducida incidencia del cáncer de próstata.

Y es que, más allá del placer, durante el orgasmo el cerebro se relaja y algunas de sus regiones se “apagan” para olvidar malos pensamientos y sensaciones de ansiedad; mientras que otras se activan produciendo sensaciones de bienestar.

Durante este proceso el organismo recibe una especie de “inyección de energía” que actúa en las emociones, el corazón, el sistema inmunológico, respiratorio y circulatorio, llevando una dosis de vida y alegría a todas las células.

Por si fuera poco, se estima que estos “fuegos artificiales” del cuerpo humano pueden llegar a quemar hasta 127 calorías, o 500, si se alcanza en una bañera; mientras que en las mujeres estimula una hormona capaz de rejuvenecer su aspecto, al nutrir la piel y oxigenar el cuerpo.

Se dice que el orgasmo es la mejor aspirina para los dolores de cabeza, ayuda a descongestionar la nariz y hasta puede combatir algunas alergias. En la pareja genera un estado antidepresivo y reprime la sensación de soledad y abandono.

Desde la psiquis humana, la actividad sexual aumenta la autoestima, proporciona estabilidad emocional, y mejora las relaciones interpersonales, al hacer que la persona se sienta más querida y atractiva.

Sin dudas el estado de relajación que se experimenta después del orgasmo produce una agradable sensación, que proporciona el valor suficiente para enfrentar los problemas de una manera más optimista, y hace que la vida muestre uno de sus mejores secretos para ser feliz.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 6 comentarios


catalogo dupree
 29/1/21 22:25

Excelente, muy buena información, me ha gustado lo compartido.

catalogo unique
 4/5/18 19:58

Excelente, me encanto el atículo.  Muy bueno.

Eduardo
 29/5/14 14:48

Hola, a ver si me ayudas por favor: Tengo 54 años, mi "novia" 73, nos entendemos muy bien, solo que en lo sexual ella pone "peros". Dice que sus orgasmos son muy intensos, pero la dejan agotadidima. Ya no quiere porque dice que se va a morir más pronto: que yo la voy a matar. Qué le argumento para decirle que es benéfico?

Marino
 3/1/14 23:29

Yo en lo personal tengo una paciente que ha padecido de epilepsia quien ha sido tratada con Epamin(anticonvulsivo) y los ataques de epilepsia se eran de 5 por año, pero al tener pareja agregamos al tratamiento con Epamin una buena sesión de sexo(no esporádico, si no como mínimo 20 relaciones por mes) en donde ella habría de tener orgasmos(condición que se le hizo saber únicamente a la pareja) y los resultados han sido asombrosos pues únicamente se ha registrado una convulsión por año y medio(estadística de 10 años)...será beneficioso el sexo intenso?...pues claro que si. Alguna de las razones podría ser que: En la actividad sexual están involucradas sustancias como oxitocina, prolactina, serotonina, dopamina, noradrenalina, el ácido gama amino butírico y opiáceos endógenos como encefalinas y endorfinas.

Ren_71
 24/4/13 16:21

Hace falta que muchas mujeres lo lean..., sobretodo porque está escrito por una.

Sex Shop
 11/12/12 22:01

Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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