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viernes, 22 de noviembre de 2024

Así hablamos (XCI)

El saber del pueblo, en cápsulas...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 11/04/2020
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Lengua-Cubiche
Mi gente tiene una lengua... (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Muchos están convencidos de que el refranero es un evangelio de la sabiduría popular.

Y yo coincido con los que así opinan.

Veamos algunas pruebas al respecto:

A amistades que son ciertas, siempre las puertas abiertas. Así rinde honor el refranero a una de las más preciadas entidades humanas: la amistad.

A buena hambre, no hay pan duro. En este refrán encontramos contactos con El Quijote, cuando asegura que el mejor condimento es el hambre.

A buena hora, mangas verdes. Viejo refrán, que nos recuerda la época, de los Reyes Católicos, cuando las autoridades de la Santa Cruzada usaban mangas verdes, y siempre llegaban retrasadas al escenario del delito.

Aceituna comida, cuesco afuera. Aquí nos invitan a dejar de preocuparnos por lo ya concluido.

Acuérdate, suegra, de que fuiste nuera. Consejo digno de ser atendido, en bien de la concordia familiar.

A Dios rogando, y con el mazo dando. El refrán nos advierte, como en el consejo bíblico, que la fe ha de estar acompañada por las obras.

A palabras necias, oídos sordos. Este refrán castellano tuvo un jocoso equivalente cubano: “A palabras embarazosas, oídos anticonceptivos”.

¿Adónde va Vicente? A donde va la gente. Aquí el refranero zahiere a los incapaces de mantener una actitud que los personalice.

Barco varado, no gana flete. Sin lugar a dudas, un cántico a la laboriosidad.

Al mejor cazador se le va un tiro. Este refrán le viene como anillo al dedo a quienes se las dan de infalibles.


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).


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