Había una vez, una pandemia…

Han pasado, y seguirán pasando los años sin que deje de gustar “Había una vez”, esa obra literaria que además de lectura infantil, ha dejado una frase acuñada firmemente en el lenguaje popular para aludir a lo ocurrido tiempo atrás.

Increíblemente, al menos para este redactor, por primera vez escucha las tres palabras, pero no en referencia a hechos pasados, sino en relación directa con sucesos del presente del ámbito universal.

De haber reaccionado a tiempo, quizás hasta hubiera participado en la charla donde una mujer, evidentemente con familiares en la enseñanza primaria, expresaba sus deseos de que llegara el día en que los niños pudieran contar que “había una vez que el alboroto y la algarabía la desarrollaron solo dentro de la casa”.

Seguramente estarían hablando de si los pequeños estaban viendo o no las teleclases, y todo lo que ocurre en cualquier hogar cuando el aula se traslada hacia la casa, o como dice Melanie Mariam:

“¿La escuela solo? Todo está ahora en la casa: jugar, todo, no nos dejan salir casi ni a tomar helado, pero hay niños que hasta andan jugando sin nasobuco por las calles. Son coronavirus andantes.”

Sin que nadie se lo haya indicado, ella combate el encierro y la ansiedad alternando las teleclases con ejercicios físicos en un pequeño espacio para las paradas de mano, aunque no es tan reducido cuando se le ocurren otras travesuras.

Ver programas en la televisión y alternar con series bajadas a su tableta o jugar con medios electrónicos también ocupa una parte del tiempo en casa, desde donde mantiene la comunicación con sus amistades de la escuela mediante el teléfono que ha subido los gastos.

O también apela a los sitios de redes sociales por donde accede a las tareas escolares que las maestras Teresita y Dayana le hacen llegar a través del grupo Los pequeños campeones en Whatsapp.

Para combatir el estrés que pueden producir las restricciones y precauciones extremas, Sofía Super Santana utiliza sus condiciones de artista de la plástica, y crea obras que obsequia a sus amistades de la escuela o a este periodista que anduvo indagando por su casa sobre el cumplimiento de una frase que repiten mucho los de la Escuela Osvaldo Socarrás de Santa Clara: No se acabaron las clases, ahora son en la casa.

Sofía y Melanie podrán contar algún día: Había una vez en que para combatir el stress y la ansiedad…