Casi al finalizar la década de los años 60, en un pueblecito ubicado al Sur de Cuba, encontré a uno de los tantos corpulentos que suele haber por esos lares costeros donde en la época, uno de los trabajos disponibles era el de estibador de sacos de 100 y 250 libras. Mientras con la mano izquierda sujetaba a un alfeñique, lo amenazaba con el puño derecho, cuando justo a tiempo le sujeté el brazo.
“Te salvas porque el chino me aguantó, pero si no me pides perdón te mato…”, amenazaba el gigantón, mientras el otro, con aspecto propio de persona inofensiva preguntaba por qué tenía que disculparse si él era el que había caído al pedregoso suelo con un enorme cuerpo encima. Magullado, con sangre en un antebrazo que parecía haber sido raspado con una lija, encorvado y cojeando, intentaba el flaco mantenerse en pie.
“Este se me atravesó en el medio cuando le estaba cayendo atrás al ratero que me robó la cartera y no lo agarré porque por culpa del tipo este me caí”, decía el grandulón entre apenado y malhumorado por la pérdida, en tanto no pude contener la risa y decirle: “Compadre, con el tamaño ese que tienes yo creía que estabas abusando de él, y casi te doy con algo porque la verdad es que a los piñazos contigo no hay quien pueda”.
El flaco no cometió un delito porque el otro chocara con él a causa del apuro y un mal cálculo de la distancia y los movimientos para variar la ruta y alcanzar a toda carrera a quien lo había convertido en víctima de un robo, pero el grandulón tampoco violó ninguna ley aunque demandaba una disculpa. Y yo lo creía un abusador.
Ahora recuerdo aquel incidente que terminó sin una riña en la cual el grandulón nos habría ganado, porque en un centro laboral donde atienden clientes me han hecho pedir disculpas y casi logran que los elogie por su buen trabajo a pesar de que pagué en CUC un servicio que no recibí.
Sucede que el precio oficialmente establecido es reconocido mundialmente como alto, y para colmo, quienes administraban allí solo atinaban a decir: “Es que parece que hay algún problema”, como tratando de achacárselo a alguna eventualidad tecnológica desconocida hasta el momento.
Les expliqué, con lujo de detalles, las causas de por qué no podían prestar el servicio, y además, en qué consistía, pues también lo desconocían. La respuesta fue aplastadora: “Nosotros instalamos lo que nos mandan”.
Sin ánimos de discutir, y tampoco de criticar, le comenté acerca de los negligentes que no habían tenido la capacidad de prever el asunto. Primero, apeló a mi profesión de periodista, a los modales que debía tener, que debía dejarlo hablar y escucharle decir lo eficiente que es su empresa.
Le pedí disculpas y expliqué los exasperado que estaba al no poder satisfacer una necesidad que había pagado en CUC, y que eso me había alterado, y salí del lugar malsanamente satisfecho porque cuando me pidió redactar la queja, le mentí: “hoy no, mañana se la traigo bien redactada”, y lo dejé con la total seguridad de que alguna preocupación deberá tener en algún momento porque al no entender la esencia del problema no podrá comunicárselo al organismo superior y la situación se le volverá a presentar, tal vez con un extranjero…
NOTA: Como conozco a personas en esa entidad a nivel nacional, rápidamente les comuniqué el problema, claro que sin referirme al lugar donde había sucedido: en el Imperio de los Inca, es decir, de los incapaces.
Cuco
28/3/16 11:47
Amigo chang saludos le envie un comentario pero no salio. le comento que yo tambien cai como lo que dice el amigo . pense que que era de incas y no de INCAP. de esos ejemplares hay muchos le cuento solo de uno un chofer de guagaua que nos llevaba y traia a diario el crei a que era el mejor, pero no sabia que que para lo unico que era muy capaz era de asustarnos 7/8 veces al dia con sus paraguarias . esos son los peores lo que creyendo ser muy capaces solo terminan siendo perfectos Incas y no lo de pizarro precisamente.
Elio Antonio
28/3/16 8:35
Hola Chang:-)
Lo mejor que se me ocurre comentar es lo siguiente: Espero en un futuro cercano poder contar con usted para "combatir contra" los incapaces en la familia de blogs Desde Guantánamo.
Saludos;-)
http://desdeguantanamo.cubava.cu
http://elioantonio.cubava.cu
Presidente
27/3/16 12:02
Chang , Fidel en una ocasión dijo: "Las coyunturas difíciles permiten conocer a los que tienen los pies sobre la tierra y se sostienen firme sobre ellos". ¿Cómo es posible avanzar en nuestro desarrollo económico, sustentar nuestra economía, trabajar "bien" para siempre dar un buen servicio al pueblo?, sí aún seguimos conviviendo y aceptando el lastre de esos "inca" que nada aportan para hacer creíble que un mundo mejor es posible y que nuestro socialismo será próspero y sustentable. saludos
Capitan Chucho Paniagua
27/3/16 10:51
Chang:
Oye, compadre:
Parece que los ultimos TEMAS que has selecionados son ABURRIDOS!!!! Te sugiero que pongas algo mas contemporaneo, como la recien visita de Obama o un tema que mire hacia el FUTURO.
Todavia estoy muy ocupado debido a la recien visita de Obama.
Capitan Chucho Paniagua
Aristides Lima
26/3/16 20:18
Chang,los saquitos que estibaban esos grandulones dedicados a la estiba y desestiba de barcos, carga y descarga de camiones, y en almacenes, no solo eran de 100 y 250libras. Los había de azúcar, donde en resistentes sacos de yute, se ponía 325libras, nada menos que 13 arrobas (13@) de azúcar prieta (morena o cruda, como se quiera llamarla). Aunque en forzudos había sus excepciones. Un conocido trabajador del central donde inicié mi vida laboral, Leovigildo, con no más de 5 pies y medio y con tal vez menos de 150 libras de peso, prácticamente “jugaba” con esos enormes sacos de azúcar. Era mi envidia, yo que levantaba como 6 pies y pesaba mis 8 arrobas, bien comido y nada flojo. Lo vi en ocasiones con dos contrapesos de las romanas de azúcar de 50 libras, una en cada mano, subiéndolas y bajándolas como si nada, que yo no lograba, y no era por el peso (levantaba con una mano hasta 120), era por cómo había que agarrarlas y mantenerlas para que no te dieran un trastazo en la misma cara, o te partieran el brazo correspondiente si se te iba en la otra dirección. Pero tu comentario no está centrado solo en el grandulón que te pareció le iba a pasar la mano al flaco de tu cuento. De lo otro que dices: ¿Pedir disculpas o disculparte? Por un servicio que no recibiste y pagaste en CUC, me parece algo en clave (aunque ni de Sol ni de Fa). Y el redactar la queja” ¿Por qué? y ¿Para quién? Y porque conoces a algunos en esa entidad a nivel nacional nos dices, que no te dio el servicio por el que pagaste en CUC ¿te guardas el nombre de la misma? ¿Eso es “periodístico”?Aunque cosas así se sabe de muchas cuando no se quiere echar pa’lante a un “amigo”. ¿Eso no es lo que llamamos amiguismo y/o “sociolismo”? par de males que tanto daño han hecho al país.
Cuco
26/3/16 13:42
Amigo chang saludos : Confieso que me dejo botao con aquello delos Incas . espere ver algo historico con algo de Pizarro y los incas incluido. Pero es de otro tipo de Incap que usted habla . pero de esos Incap el mas pintoresco es el que lo es y no lo sabe aun y se cree que lo esta haciendo muy bien todo. Ay mama dios nos coja confesados con esos personajes . Voy a hacer un cuento Corto. El INCAP de referencia es Chofer de guagaua que cada dia revoluciona el concepto de montaña rusa adaptadolo ala carretera para nuestra consternacion . Pero Somos tan ingratos que no sabemos valorar la importanccia de una buena sobredosis s o mejor dos buenas sobredosis de adrenalina usted no sabe el saludable estress que nos genera a los afortunados que viajamos con este personaje que cada dia, presume de ser una gente complaciente y no sabe que le estamos pidiendo la cabeza por tanta adrenalina . Chao
uises mnyoya
25/3/16 12:09
Jajajajajajaja! Caí como pendejo creí que la nota se relacionaba con los Inca del Perú jajajajajaja
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