Hay diversas maneras, de darle una buena bienvenida al inevitable paso de los años. Por supuesto, siempre después de haber vivido una buena vida conseguida a través del esfuerzo propio, un arduo trabajo, una constante superación y mucha sagacidad y decisión.
Para logarlo es fundamental el optimismo permanente y un enfoque positivista, asumiendo los retos y sin esperar que los triunfos y las cosas buenas caigan de la nada y de porque sí en una suerte de magia imposible.
PESIMISMO Y OPTIMISMO
Diferentes y recientes investigaciones demuestran cómo el pesimismo va cerrando las puertas de las personas crónicamente alicaídas desde mucho antes de llegar a la ancianidad.
Sin embargo, el optimismo es como una puerta abierta sin nada de pases mágicos o golpes sucesivos de suerte, capaz de llevar a las personas a conocer qué pueden hacerse por ellas mismas para mantener el cuerpo y la mente en magnífica forma pese al paso de los años.
Muchas pruebas confirman esta afirmación sumadas a estudios psicológicos y físicos, juntos unidos en una lista positivista de principios inviolables.
AFANES DEL OPTIMISTA
En esa lista es tan importante mantener los niveles del colesterol bajos y la presión arterial compensada como el ver la vida como una puerta ancha y abierta a nuestras más ambiciosas aspiraciones; no como a muchos, que la están viendo como a punto de cerrarse o ya cerrada, repitiendo como un tonto papagayo con cara de lástima la frase de “es que ya estoy muy viejo/a”, esperando, a veces vanamente, que los demás se apiaden de ti.
Quien piensa que caminar cada día sin ayuda o hacer ejercicios acorde a su edad, lo exponen a una caída, o que le es imposible abandonar el tabaco y el alcohol, ya tiene la batalla perdida de antemano.
Quien por su peso o sus achaques piensa que no come sanamente o que desea abandonar cualquier adicción tóxica, debe buscarse un buen asesoramiento especializado y no lo que pregone algún pesimista del barrio.
Quienes te rodean tienen que verte como una gran fuente de bienandanzas, sentires orgullosos de saludarte, visitarte o convivir contigo por tu prestigio social o económico y volverte un imán de donde siempre extraer útiles experiencias o recomendaciones, siempre tratándote con el máximo respeto y consideración.
PENSAMIENTOS NEGATIVOS Y OPTIMISTAS
El pesimismo es como pensar que hemos perdido algo que jamás podremos alcanzar, utilizando frases preñadas de añoranza y con lastimosa cara como “antes podía subir las escaleras rápido y sin perder la respiración y ya mis años no me dejan”.
Un optimista con fe en su futuro y en sí mismo diría “hoy subo las escaleras haciendo alguna pausa, pero sin grandes problemas, y cuando vuelva a tener mi peso y haga mis ejercicios pues entonces espero subirlas como antes”. O sea, tal afirmación acompañada de una conducta vinculante, sería más positiva y beneficiosa para la salud del cuerpo y de la mente. Y es eso precisamente lo que hacen y consiguen quienes mantienen conductas optimistas ante la vida.
El optimismo debe ser lo que lleve a las personas a hacerse exámenes médicos con análisis incluidos de manera regular, sin caer en estados paranoicos u obsesivos en cuanto a su salud.
El optimista tiene planes de envejecer “bien” y tratará de analizar que sucede cuando algo ande mal en su salud y en sus asuntos personales o financieros para buscarle una solución; nunca andar preocupado por todo el conjunto de su vida aunque anden con buena marcha pues se arriesga a enfermarse de los nervios.
El optimista escoge, disfruta y aplica concienzudamente lo mejor y más saludable de la vida que pueda adaptarse a él para lograr mejor salud física, mental, económica y social.
APROVECHA TUS AÑOS
Mirando con amplitud y profundidad, no valen enojos contra los años, sino mucho cariño hacia ellos porque nos han hecho más sabios y poderosos para descubrir las metas que aún podamos alcanzar y recrearnos con las alcanzadas.
Quien vive sin metas en la vida, morirá sin nada alcanzado y sin saber a derechas por qué ha nacido y para qué ha vivido, pues su vida ha carecido totalmente de objetivos y de logros.
Todos los especialistas consideran que hay diversos caminos para intentar llegar a la vejez siempre dispuestos a tomar lo mejor de la vida. Pero un elemento imprescindible en la fórmula es el optimismo y la fe. Y por supuesto, mantener una conducta acorde a lo que estas apreciables virtudes te vayan dictando.
Sirita
10/9/19 9:48
Bien escrito y para un gran aprendizaje. Que buena es la vida cuando se ha vivido bien y se ha sabido aprovechar en todos los sentidos posibles.
Zoraida
9/9/19 17:02
Un artìculo muy positivista, extremadamente útil y con grandes posibilidades de aplicación práctica.
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