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sábado, 23 de noviembre de 2024

Usted y yo: por una mayor conciencia hidráulica

¿Qué política ha seguido Cuba en cuanto al acceso al agua potable? ¿Qué problemas se enfrentan hoy en el país y cuál es la proyección? A estas y otras preguntas responden en exclusiva especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 13/05/2014
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acceso al agua- Cuba
El acceso al agua potable está relacionado con la supervivencia humana, su higiene y bienestar.

Al triunfo de la Revolución la situación hidráulica en el país era caótica, y así lo reconoció Fidel poco tiempo antes de inaugurar el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), en agosto de 1962. Solo existían en el país 13 pequeñas presas con capacidad para 48 millones de metros cúbicos y la ausencia de una institución como esta, que se encargara de planificar, organizar e implementar políticas de beneficio en el sector, reflejaba el poco o nulo interés de las autoridades correspondientes para revertir un panorama en el que solo 114 núcleos urbanos tenían sistema de acueducto, la mayoría de ellos privados, y 9 disponían de servicios parciales de alcantarillado.

Las obras de protección contra inundaciones eran mínimas, no existían tampoco profesionales, técnicos u obreros calificados, ni un sistema para el estudio y control del ciclo hidrológico, elemento básico para la conformación de una estrategia encaminada al uso racional de los recursos hidráulicos del país.

La capacidad previsora del líder de la Revolución en relación con la disponibilidad del agua como recurso esencial para la vida se concretó en un desarrollo hidráulico que cobra fuerza en la actualidad con la existencia de 242 presas y 755 micropresas, 16 estaciones de bombeo, más de 22 500 kilómetros de conductoras y redes de distribución, 2591 estaciones de bombeo, 67 plantas potabilizadoras, 2157 estaciones de cloración, 788 kilómetros de canales de conducción, 10 plantas de tratamiento de residuales, más de 5 300 kilómetros de redes de alcantarillado y una cobertura de abasto de agua potable del 92, 35 por ciento y una de saneamiento del 95, 82 por ciento.

Fue necesario el triunfo de la Revolución para que el derecho humano del acceso al agua fuera respetado sin que se continuara concibiendo como un negocio, apunta el ingeniero Alfredo Álvarez, asesor de la presidenta del INRH y fundador de la institución, quien reconoce que a pesar del desarrollo hidráulico alcanzado y las metas trazadas para su perfeccionamiento, la conciencia de la población no ha cambiado mucho en este sentido.

La condición geográfica de nuestro país nos ofrece mucha vulnerabilidad en relación con las fuentes de este recurso renovable y nos deja como opción de obtención natural a las lluvias (con una lámina media anual de 1 335 mm), cuyo régimen varía y variará como consecuencia del cambio climático, agrega el doctor Jorge Mario García Fernández, director del órgano del Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas, las que suman 10 de interés nacional y 52 de interés provincial.

No basta con las inversiones que se realicen a nivel institucional si el uso racional del recurso no se asume, desde la conciencia de las personas, y no se hace del ahorro del recurso una práctica habitual y consciente, afirma Gisel Pérez Wong, directora del Departamento de Gestión e Innovación Tecnológica del INRH.

Por ello, la Política Nacional del Agua, aprobada en diciembre de 2012 en consonancia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, específicamente del 300 al 303, plantea que no solo el organismo responsable tiene el protagonismo en su implementación, sino todos los usuarios del agua.

Entre sus prioridades figura el uso racional y productivo del agua, el uso eficiente de la infraestructura construida y la gestión de riesgos asociados a la calidad del agua y los eventos extremos del clima.

Como resultado del diagnóstico realizado antes de la presentación de la propuesta, se estima que el agua que se pierde y puede recuperarse cada año asciende a más de 2500 millones de metros cúbicos y cuesta 730 millones de pesos y 300 Gwh, equivalentes a unas 108  mil toneladas de diesel.

ACCESO AL AGUA

El acceso al agua potable está relacionado con la supervivencia humana, su higiene y bienestar y por ello, Cuba ha incorporado este derecho primario en sus programas sociales. Ya en 1995 en el país se alcanzó la Meta 7C de los Objetivos del Milenio, en lo concerniente a la reducción a la mitad en cuanto a la proporción de personas que carecen de acceso sostenible al agua potable para el año 2015, para lo que se destinan recursos materiales y financieros anualmente.

Los problemas fundamentales radican en las pérdidas en la conducción y distribución del recurso, el envejecimiento y mal estado técnico de los sistemas de abasto de agua y la necesidad de rehabilitar sistemas, fuentes y plantas potabilizadoras, mucho de lo cual ya muestra satisfactorios avances.

Un gran por ciento del agua total disponible en el país es utilizado en el sector de la agricultura (en el que se derrocha en grandes proporciones) y en el industrial, y solo el 20 por ciento es empleado en el servicio de acueductos para que llegue a los sectores residenciales y estatales.

El ingeniero Yunior González Núñez, director del Departamento del Uso Racional del Agua del INRH explica cuáles son las tres vías fundamentales por las que la población recibe el agua. Por la conexión domiciliaria, por la vía pública a través de las pipas y por el fácil acceso, cuando es a nivel comunitario con cercanía a las viviendas, mediante una llave o un tanque, en el caso de zonas donde no existen las redes o estas tienen un marcado deterioro.

“Para el abasto humano las empresas del INRH sirven a 8 millones 240 mil personas, 900 mil son abastecidas por el Ministerio de la Agricultura y AZCUBA, cerca de otro millón por pipas y 800 mil acceden al agua cargándola a una distancia de hasta 300 metros. A pesar de las altas coberturas de agua, hay 200 mil personas en zonas urbanas sin acceso adecuado y en el sector rural 400 mil”.

Entre los objetivos principales de los proyectos futuros, asegura el especialista, se tiene que eliminar el acarreo de agua con las pipas para evitar el gasto de combustible que demanda esa actividad y el elevado por ciento de contaminación del recurso en su traslado. “No obstante, es un servicio alternativo que mantendremos, por ejemplo, en el caso de las zonas que en períodos secos se les deprimen mucho sus fuentes de abasto”.

Implementamos también un programa de rehabilitación en 12 ciudades para eliminar las pérdidas de agua y mejorar los servicios de abasto, agregó, y mantenemos la construcción y sostenimiento de los canales magistrales para la conducción de grandes volúmenes de agua, entre otras prioridades.

Las aguas utilizadas para el consumo humano, las de fines recreativos y las aguas residuales que se utilicen para la agricultura o acuicultura deben tener un tratamiento adecuado, de acuerdo con las normas establecidas, que repercutirá después en los indicadores de salud.

La calidad de las fuentes de aguas se ve afectada por la permanencia de más de 2100 focos contaminantes y otras causas subjetivas. Por ello, Pérez Wong señala que la calidad del agua  que se ofrece es, por tanto, un aspecto esencial. “Es elevado el costo del producto químico que necesitamos para su tratamiento, de naturaleza importada, y no la podemos ofrecer si no está debidamente clorada con hipoclorito de sodio o de calcio y cloro gas”.

Cada metro cúbico de agua que consumimos encierra un gasto de 14 centavos dólar para el país, en relación con el producto químico empleado y el consumo energético, enfatiza Álvarez.

Se destina una cifra considerable de recursos financieros para cumplimentar la política del agua para eliminar las pérdidas de los propios sistemas, reparar las obras hidráulicas e instaurar sistemas de medición del agua para obtener su rendimiento productivo, fenómeno que hoy no se ejecuta como sí sucede por ejemplo, con la corriente eléctrica, acota la especialista.

Apuntó como otro logro alcanzado la cobertura de saneamiento ambiental que ha llegado hasta los poblados y comunidades rurales más apartadas y que se garantiza en el país a través del sistema público de alcantarillado y la evacuación doméstica mediante fosas y letrinas.

Los sistemas tarifarios y tributarios no contribuyen al ahorro, según quedó identificado en la Política Nacional del Agua. “El pago que se abona en cada domicilio es ínfimo en correspondencia con el gasto que del recurso se hace, limitado a un peso en moneda nacional por cada morador registrado en la vivienda”, comenta González Núñez. En muy pocas viviendas está el metrado, añade, y con su instalación futura, dirigiremos nuestros esfuerzos a elevar la conciencia ciudadana, pues las tarifas variarán. Ya en algunos lugares, quien se encarga de leer el reloj instalado, ofrece el servicio de alerta en la casa, ante un consumo excesivo, pues económicamente la familia se verá afectada”.

Precisamente quedó refrendado en la Política Nacional del Agua que “las tarifas serán diferenciadas según la capacidad de pago de los usuarios, se penalizarán las ineficiencias y estimulará el ahorro. Se pagarán tributos por recibir derechos de uso del agua y por el vertido de efluentes, además de remediar los daños ocasionados. Las utilidades por estos servicios serán  mínimas (…) y las finanzas recaudadas por esta vía y por las exportaciones se reinvertirá”.

Por otra parte, lamenta González Núñez que las cuantías de las sanciones que imponen la legislación vigente no logre un impacto en la gente. El Decreto No. 199/95 Contravenciones de las Regulaciones para la Protección y el Uso racional de los recursos hidráulicos y el Decreto No. 211/96 Contravenciones de las Regulaciones para los Servicios de Acueducto y Alcantarillado establece sanciones pecuniarias entre 20 y 50 pesos en moneda nacional, y en legislaciones amparadas por el CITMA, como el Decreto 200/99 Contravenciones en materia de Medio Ambiente estas pueden ascender hasta 500 pesos. “En proyecciones futuras tenemos también la urgencia de atemperar las leyes a los momentos actuales que vive nuestra sociedad, y esto deberá modificarse”.

Sin embargo, cualquier plan futuro no rendirá los frutos esperados si no se estremece la conciencia individual. “Si dejamos los grifos abiertos cuando nos afeitamos, nos cepillamos o mientras organizamos los platos para el fregado; si encendemos el motor del edificio y solo lo apagamos cuando ya el agua lleva tiempo botándose; si no tomamos en cuenta la necesidad de ahorrar y usar racionalmente este recurso, la voluntad institucional no será jamás suficiente. Urge una conciencia hidráulica a nivel individual”, alertó Álvarez.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 13/5/14 10:38

Saludos ANA MARIA!! BUEN TRABAJO PERIODISTICO..con muchos datos estaditicos, ..VOLUNTAD HIDRAULICA...Algo unico en nuestra region geografica.... Quiero hacer una sintesis..En una ocacion...Que recibia una delegacion extranjera de varios especialistas...Despues de visitar muchas otras...El jefe de la delegacion...Me puso la mano en el hombro..y me dijo al oido!!! Geniales proyectitas y contructores hidraulicos uds los cubanos!!!..PERO...que malos explotadores son!!! Eso fue alla por la decada del 80.... Hoy somos peores..algo malo esta pasando..Y ud no lo explico o no quizo explicarlo aqui..O SUS ENTREVISTADOS..NO DIJERON TODA LA VERDAD!!POR QUE? ANA!!..haga esta simple pregunta...Cuando nuestra generacion ..proyectamos y construimos el CANAL PASO BONITO...dijimos..por aqui pueden pasar..10 m/cubicos por segundo para una explotacion ..efectica..CUANTOS PASAN HOY?...ese es un ejemplo..Pero les puedo poner muchos mas!!! El mal...ESTA DENTRO DE NOSOTROS..claro el bloqueo gringo..es otro factor criminal, pero..el autobloqueo es imperdonable... Continuare El guajiro..constructor de la voluntad hidraulica!!

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