Día atípico en el centro mixto Máximo Gómez Báez, una emoción intensa y diferente desborda el rostro de los muchachos que allí estudian. Se mueven alegres alrededor de las mesas dispuestas en uno de los pasillos mientras esperan su turno para inscribirse en el registro militar, como ocurre en el primer trimestre de cada año.
Todos sin excepción, hembras y varones, ríen entre sí. En este período de sus vidas, por un motivo u otro, los jóvenes cubanos arribantes a los 16 años se sienten realizados y dar su aporte a la defensa de la tierra que los vio nacer desde las filas del Servicio Militar Activo (SMA) quizás se convierta en uno más entre los tantos alicientes por llegar a la tan soñada mayoría de edad.
Consecuentes con el paso que dan y conocedores del artículo 67 de la Ley 75 de Defensa Nacional y el 31 del Decreto Ley 224 del Servicio Militar, evocan su etapa de pioneros exploradores cuando recibían preparación para la vida en campaña y participaban en conversatorios impartidos por los combatientes de la Revolución acerca del Granma, la Sierra, Playa Girón y otras epopeyas internacionalistas.
Elianis Duque-Estrada Fonseca, estudiante de onceno grado dio el paso al frente para inscribirse voluntariamente en el Servicio Militar Femenino, dispuesta a marchar a la Brigada de la Frontera. “Lo llevo en la sangre, --dijo-- es como una tradición. Mis abuelos fueron militares y mis padres lo son actualmente. Me motivó también seguir el legado de muchas mujeres heroínas, que como Mariana, Haydée, Vilma y Melva no escatimaron en dedicar sus vidas a la defensa de la Patria. En el futuro pienso estudiar medicina legal y ejercer como médico militar”.
Rolando Mur Aguilera se acogerá a la Orden 18 del Ministro de las FAR, es secretario general del comité de base de la UJC en el centro y desde pequeño participó en un círculo de interés de bomberos en el Palacio Provincial de Pioneros Camilo Cienfuegos. “Como joven, le digo a los de mi generación que el Servicio Militar no es un castigo, nos hace más fuertes para la vida y nos da la posibilidad de continuar estudios. Es una necesidad que tiene la Revolución de prepararnos para defender sus conquistas”.
“Prepararnos para defender sus conquistas es una necesidad que tiene la Revolución y esa debe ser nuestra guerra de hoy. No podemos olvidar Girón, en aquella primera gran derrota que las fuerzas cubanas infringieron al imperialismo en América, --expresa Rolando -- a mi generación le faltaba mucho para nacer, pero juntos combatieron jóvenes y veteranos combatientes de las Milicias y el Ejército Rebelde”.
Elianis Duke-Estrada refiere que su disposición voluntaria para el Servicio Militar Femenino es una tradición familiar. Foto: Orlando Durán Hernández.
Rolando Mur Aguilera destaca que a los de su generación corresponde prepararse para la defensa de la nación. Foto: Orlando Durán Hernández.
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