De la agricultura urbana y suburbana creí haberlo visto todo, sin embargo cuando visité la minindustria de Frank Ramírez Serrano me percaté de cuan equivocado estaba al respecto.
Lo escribo así porque en varias ocasiones he visitado a otros productores, tanto en las grandes urbes como en sus contornos, pero a decir verdad quedé impresionado con la pequeña fábrica de este hombre laborioso, ubicada en el mismo centro de La Ciudad de los Tinajones.
Justamente en una pequeña casa de la calle Avellaneda, cercana a la estación del ferrocarril y marcada con el número 408, está la minindustria Sabor Camagüeyano. La gran noticia es que a mediados de marzo Frank recibió de manos del Dr. Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana y Suburbana el diploma que acredita a este centro de la Empresa Agropecuaria del municipio de Camagüey con la categoría de Excelencia.
LA MININDUSTRIA, SU COLECTIVO Y SUS PRODUCCIONES
En un espacio muy reducido reina el orden y la limpieza y los equipos eléctricos están debidamente protegidos. El colectivo de seis personas lo encabeza el propio Frank, su administrador; Yurisán González, jefa de brigada; y Rangel, Mario, Herminia y Ángel, todos trabajadores de esta minindustria que produce condimentos mixtos, pasta de ajo, vegetales encurtidos y dulces en almíbar.
Buena parte de estos productos con precios topados por el Consejo de la Administración Municipal, van a parar a unidades protegidas o de consumo social, tales como hospitales, círculos infantiles y hogares maternos y de ancianos. Para otras entidades autofinanciadas, entre ellas Geocuba, Comercio y Almacenes Universales va el resto de las producciones y los precios se rigen mediante la ley de la oferta y la demanda.
Frank, quien desde niño "aprendió con sus abuelos los secretos del encurtido de vegetales y de los dulces caseros" sabe que este reconocimiento de Excelencia significa mucho, tanto para él como para su pequeña tropa. Está satisfecho con la atención que recibe de su empresa y solo pide para producir más y mejor un apoyo mayor con algunos insumos necesarios para poder mantener en alto dicha condición.
Solamente así podrá ampliar otros renglones de interés para la población, pues todo cuanto allí se produce es recibido con beneplácito, tanto en la cocina camagüeyana como en algunas provincias vecinas.
Frank muestra con orgullo el cartel distintivo de su minindustria camagüeyana. Foto: Orlando Durán Hernández
Herminia y Yurisán sellan los envases de condimentos y los sitúan en sus estanterías. Foto: Orlando Hernández Durán.
La higiene y el orden reinan en el reducido espacio donde son acomodadas las producciones. Foto: Orlando Durán Hernández.
Marlen Santos
16/5/14 13:09
pero hay que tener en cuenta la afectación que puedan sufrir los vecinos de los olores, humo, ruidos, etc que generan estas mini industrias para aprobar su ubicación, siempre teniendo en cuenta que el desarrollo de todas ellas va en crecimiento.
yordita
16/4/14 11:57
si todos hicieran lo mismo, es una buena forma de empleo poco explotada y muy sugerente para la población.
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