La universidad del 2021

En un gesto de homenajear a un líder estudiantil indiscutible, devenido en símbolo de la juventud cubana, surge la idea de inaugurar en La Habana, la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría, CUJAE, que acogió a los estudiantes de ingeniería y arquitectura en diciembre de 1964.

Muchas han sido las modificaciones de este centro educativo desde entonces, que van desde su nombre hasta la constitución de las facultades que lo integran.

En julio de 1976 se constituye el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría hasta que en junio de 2016, mediante el acuerdo No.7943 del Comité Ejecuto del Consejo de Ministros, se aprobó su cambio de nombre a Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, con las siglas CUJAE, dando carácter tanto nacional como internacional de Universidad.

Integrada por más de cuarenta edificios y con un área de 398 000 metros cuadrados, actualmente cuenta con 9 Facultades donde se estudian trece carreras. El 15 de febrero de 2017, la Junta de Acreditación Nacional le otorgó la categoría superior de excelencia, por sus resultados en la formación integral del alumnado, las investigaciones y su impacto en el municipio, la nación y el exterior.

La hoy Universidad Tecnológica de La Habana se encuentra en un proceso constructivo, que desde 2017 y hasta 2021 tiene como objetivo la renovación de este centro institucional que pretende contar con la más alta tecnología en cada uno de sus espacios: aulas, laboratorios, bibliotecas, teatros, entre otros.

El Proyecto CUJAE tiene sus antecedentes en el acto por el 50 aniversario de la institución presidido por Raúl Castro, presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, quien dio la orientación de “poner a la escuela a la altura de los tiempos actuales”, dijo a Cubahora el arquitecto Delio J. Capiró, proyectista general del Proyecto CUJAE.

Desde ese momento, hace poco más de dos años, comenzaron a plantearse las primeras líneas de este plan. Sin embargo, no es hasta enero de 2017 cuando ha cobrado mayor fuerza y, con la colaboración del Ministerio de Economía y Planificación y otros organismos del Estado, se han trazado una serie de planes para retomar el esplendor de la universidad, explicó Cápiro.

“Hay una visión clara en la rectora de la universidad y una voluntad muy férrea de que vaya adelante la reparación de la universidad. Es en estos momentos cuando se están abriendo los caminos para que esto sea posible”, dijo.

En toda obra se requiere una base de proyecto, y esta no es la excepción. De ahí que estudiantes de cuarto y quinto año de las diferentes facultades asumen labores técnicas desde la perspectiva de sus especialidades.

En este sentido, Cubahora conversó también con Marta María Rubio Tamayo, profesora de la Facultad de Arquitectura.

“Al ser una universidad de las ciencias técnicas y que prepara estudiantes en arquitectura, ingeniería civil, hidráulica, eléctrica que ya cuando arriban a cuarto año están en una etapa de la especialidad donde son capaces de realizar proyectos para la producción, nos dimos cuenta de que en la universidad había un gran potencial para que estos estudiantes pudieran realizar los proyectos de la escuela.

”Se decidió que cada facultad, de acuerdo a su especialidad, lleve una parte de todos los proyectos para el mantenimiento constructivo, que es bastante grande y que perfectamente pudiera realizar una entidad proyectista que hubiera cobrado muchísimo dinero.

”Por ejemplo, la Facultad de Arquitectura inicia, con sus talleres de cuarto año, los proyectos de edificios e investigaciones sobre su transformación. De esta manera, los estudiantes hicieron alrededor de 20 proyectos, sobre la beca, varios edificios docentes, áreas exteriores, entre otros.

”Por su parte, la Facultad de Ingeniería Civil asume proyectos de la revisión de las estructuras y se han hecho tesis o trabajos de curso. Este ha sido el caso de la Casa Estudiantil, cuyo proyecto esperaba por una entidad proyectista para realizar las investigaciones pertinentes y, sin embargo, los estudiantes ya hicieron los cálculos necesarios y presentaron una propuesta de la tecnología que se debe utilizar en este espacio”.

Entre las obras que ya se encuentran en ejecución está el centro multipropósito. Este será la biblioteca general de la universidad. Anteriormente este espacio estaba ubicado en la Facultad de Ingeniería Eléctrica, pero tras el crecimiento de la institución y los continuos cambios de la misma, se hace necesario una biblioteca mucho más grande con un equipamiento totalmente moderno.

“Otras cosas como el cercado, la seguridad, la imagen, implican una obra que está también en ejecución. Mientras que, en fase de mantenimiento se encuentra toda la carpintería del edificio de arquitectura y de ingeniería civil.

”Es una actividad profesional que tiene una ganancia total porque por una parte, los estudiantes resuelven una necesidad de la universidad y, por otra, están aprendiendo de la realidad y terminan muy satisfechos de esta experiencia.

”Es un trabajo que es una cantera interesantísima para el futuro, personalmente estoy enamoradísima de ello. Anteriormente no se habían comenzado las obras y hablar del Proyecto CUJAE antes era una utopía. Lo importante ahora es que se trata de una posibilidad de que la universidad autogestione sus propios proyectos y esto sirva para que los estudiantes tengan una vinculación profesional desde que están estudiando.

”Si bien se piensa que este proceso constructivo debe llegar hasta 2021, lo cierto es que es tan grande y hace tantos años que no se repara la universidad que es posible que no se pueda terminar en esa fecha. Aunque existe esa ambición, creo que tal vez el cierre no podrá ser total, quizás se queden algunas cosas por hacer todavía para ese entonces, lo que sí creo es que entre hoy y el 2021 se hará un por ciento muy grande de lo que debe ser reparado”, concluyó.