Habana en candilejas (+Fotos)

Una visita a La Habana no se completa hasta caminar por el Malecón. El lugar perfecto para enamorados, carentes de opciones o quienes simplemente prefieren contemplarse cerca del mar. Tal vez para algunos las lámparas incandescentes formaban parte del encanto nocturno, sin embargo, hoy, luego de varios meses de trabajo, al mirar hacia el cielo, el destello blanco de las novedosas bombillas led se confunde con la luna. “Han revolucionado la imagen del lugar mejorando la iluminación y estética de la zona”, comentan complacidos los habaneros que comparten otra noche en el muro del Malecón.

Tras la interrogante: ¿se imagina La Habana sin luces en las calles?, múltiples fueron las respuestas y reacciones de la población, pues luego de contar por más de cien años con alumbrado público en las arterias de la ciudad, es difícil imaginar la urbe completamente a oscuras.

“Yo no saldría a la calle, creo que habría desorden, caos por todas partes. Me quedaría en casa aunque la necesidad me exigiera salir afuera”, decía Ana Margarita Cruz, residente en Alamar.

Mientras, la primera expresión de José Ramón Piedra, vecino de la avenida 26 en el Vedado, fue: “¡Al fin luces blancas!, siempre me ha resultado incómodo y macabro ese color amarillo que hay en todos lados”, a la vez que considera alentadores los cambios que se han realizado en el alumbrado público de la capital.

Por su parte, Leticia Sandoval, habitante de Guanabacoa, decía entre risas: “La verdad, creo que sería igual que ahora, en mi reparto hay un sistema de luces de las antiguas que la mayoría no funciona hace años”.

Para conocer algunos detalles de este fenómeno, Cubahora indagó sobre la historia y el presente del alumbrado público en la ciudad.

 ALGO DE HISTORIA

Corría el año 1787 cuando el capitán general de la isla, en aquel entonces, don José Espeleta, introdujo faroles en determinas esquinas de La Habana. Con el transcurso del tiempo este sistema se perfeccionó y comenzaron a proliferar los faroles de aceite, los cuales se colgaban en postes y paredes. De acuerdo con el artículo “La Habana entre luces y sombras”, de José A. Michelena, “La Habana estuvo esperando, durante un buen tiempo, por la llegada del alumbrado por gas a sus calles y casas, pues desde 1816 comenzaron los anuncios de proyectos al respecto. En 1820, el brigadier de Marina, Honorato de Boullón, quien realizó el alumbrado de la farola del Morro, es solicitado para acometer esa obra en la villa”.

Con el fin de realizar la primera demostración, el 21 de febrero de 1821, se colocaron dos farolas en la Casa de Gobierno y cuatro en las calles Obispo y Mercaderes. Según la historiografía, la prueba fue exitosa y acogida con alegría por la población; sin embargo, no todo marchó como se esperaba, pues hubo que esperar 23 años más para presenciar ese tipo de luz en la ciudad. “El gas permaneció, durante más de cuarenta años, en el alumbrado de la ciudad, antes de dar paso a la electricidad, en una sucesión de etapas signadas por el avance tecnológico y el forcejeo corporativo”, afirma Michelena en su escrito.

En el año 1846, la Compañía Española de Gas, publicó en el Diario de la Marinasu primer anuncio, en el que expresaba: “Habiéndose colocado ya la cañería del gas, desde el establecimiento de la compañía en Tallapiedra hasta la Plaza de Armas, en las calles del Águila, Calzada del Monte, Muralla, Mercaderes, y en las de San Rafael, Amistad, Obispo y Aguiar, se suplica a los señores dueños de casas y establecimientos en dichas calles que deseen proveerse de la luz del gas, se sirvan concurrir al despacho de la compañía para imponerse de los precios del gas y efectuar la instalación, advirtiéndose que estos precios de gastos no son más subidos que los de Nueva Orleans y otras ciudades meridionales de los Estados Unidos, a pesar del mayor costo que acarrean en este país las obras de esta clase”

Tras la expansión de la ciudad, los servicios de la mencionada compañía eran insuficientes, por lo que en 1882 la Havana Gas Light Company, establecida en Nueva York, también comenzó a distribuir gas. Al parecer, la competencia entre las dos compañías por este servicio no fue exitosa, y un año más tarde ambas empresas fueron arrendadas a la Spanish American Light and Power Company.

En los años posteriores se instalaron lámparas eléctricas de arco en la Plaza de Armas y se sustituyeron 377 lámparas de gas en parques y paseos de la ciudad, así como en las oficinas del gobierno. En 1890 se promulgó un Decreto Real que reglamentaba la construcción y explotación de plantas para la generación y transmisión de gas y electricidad. Posteriormente se conforma la Compañía Cubana de Electricidad, la cual comienza a encargarse del servicio en toda la isla y es nacionalizada luego del triunfo de la Revolución, en 1960.

LEDES EN LA URBE

Sin lugar a dudas, calles como Malecón, Zanja y Zapata muestran una cara renovada luego de la sustitución de las lámparas de vapor de sodio por las de tecnología led. Tal vez,cuando concluya el 2014, el cambio del alumbrado público en La Habana ocupará uno de los primeros lugares entre los logros del año, pues según Oscar A. García, director de la Empresa de Alumbrado Público de Ciudad Habana, estas lámparas reducen el consumo de energía a menos de la mitad de lo que se consume actualmente, proporcionan mayor calidad de la iluminación, hacen más cómoda la visión nocturna y mejoran la apreciación de los colores; además, reducen los costos de mantenimiento.

El directivo considera que “los proyectos basados en tecnología led son a menudo más rentables. Estas luminarias son la fuente de luz más eficiente de las que están disponibles, ya que ofrecen largos periodos de vida útil (más de 50 000 horas) y ahorros de hasta el 70 % respecto a las fuentes de luz convencionales”.

En exclusiva para Cubahora, García nos comenta que las luminarias led llegaron a Cuba en el año 2010, primeramente en fase de prueba, a través de una donación China destinada a ejecutar el proyecto de la calle Zanja; luego, mediante una donación vietnamita, se instalaron en la avenida Zapata y, tiempo después, también en fase de prueba, se ubicaron luminarias italianas en la zona de Tarará; además, en julio del presente año se ejecutó el proyecto de la avenida Malecón, financiado por la Unión Eléctrica.

Por su parte, Raúl Lázaro Yhebra, jefe del Grupo Técnico de la Oficina Provincial de Uso Racional de la Energía, estima que en el sector no residencial se instalarán un total de 250 000 lámparas led.

Aunque la mayoría de las lámparas que se han colocado en la capital proceden del exterior, actualmente en la Empresa de Producciones Electromecánicas (EPE) de nuestro país se ensamblanluminarias led con materiales y tecnología importados de China; pues el proyecto de cambio de alumbrado público, “puesto en marcha tras el interés en establecer un trabajo sistémico que revierta la situación actual de la capital”, según García, no concluirá en el presente año ya que “esta tecnología se continuaráinstalando paulatinamente en la ciudad, a medida que se vayan adquiriendo los recursos. Se priorizarán las avenidas principales”.

¿DESECHAR LO ANTIGUO?

En las zonas de la capital donde se han colocado lámparas led, muchas han sidolasopiniones y comentarios positivos referentes a dicha tecnología, tanto de peatones como de los conductores de vehículos; sin embargo, para la dirección de la Empresa de Alumbrado Público de La Habana, aún quedan muchas metas porsuperar.

Contar con calles iluminadas, además de ser una muestra de progreso, brinda a la población la tranquilidad de transitar seguros a altas horas de la madrugada.

“Aunque hasta el momento no tenemos declaradas zonas críticas en cuanto a la situación del alumbrado, estamos conscientes de que existen algunas luminarias apagadas debido a su deterioro, producto del largo período de tiempo por el que han estado instaladas, pero con los recursos que tenemos continuamos trabajando paulatinamente hasta lograr eliminar esta situación”, aseguró García a nuestra revista, al interrogarlo sobre la situación de ciertas calles y barrios que se encuentran casi a oscuras.

El directivo comentó que, aunque se encuentran enfrascados en la instalación de bombillas led, también continúan con una serie de mantenimientos planificados en las calles y avenidas en las que todavía existen lámparas de vapor de sodio.

ALGO MÁS SOBRE LOS LEDES

Desde sus primeros años de existencia, el hombre buscó la manera de producir luz artificial. Las lámparas incandescentes de Edison iniciaron el extenso camino. En la actualidad, las aplicaciones más populares de lámparas que funcionan con electricidad son las fluorescentes, de mercurio, de halogenuros metálicos, de sodio y los más recientes ledes.

 “Los diodos emisores de luz son dispositivosmuy diferente de los tipos de lámparas existentes hasta ese momento y con cualidades técnicas que propiciaron su perfeccionamiento hasta nuestros días”, plantea un documento elaborado por el Centro de Investigaciones y Pruebas Electroenergéticas, perteneciente al Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría.

Los autores de dicho documento agregan que muchos de los fabricantes con prestigio internacional, como PHILIPS, OSRAM, perfeccionaron esta tecnología con el fin de disminuir los precios; sin embargo, aún no lo suficiente como para propiciar su generalización, lo cual suele ser una limitante para los inversionistas. 

Dichosos debemos nombrarnos al poder presenciar en las arterias habaneras una tecnología que ha revolucionado el mercado internacional. Hoy, la calle Malecón semeja una larga fila de candilejas que llegaron para quedarse, esperemos, que en toda la isla también. El desarrollo se impone y, para suerte nuestra, el camino hacia el futuro parece iluminarse con bombillas led.