domingo, 22 de septiembre de 2024

El espacio que reclama la cerámica

Muy cerca de las murmurantes aguas del Río San Juan, Osmany Betancourt ubica su taller, donde el barro toma formas diversas...

Bárbara María Vasallo Vasallo en Exclusivo 18/12/2015
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Cerámica
Esculturas hechas en la técnica de cerámica. (Bárbara María Vasallo Vasallo / Cubahora)

Las márgenes del río Canímar fueron testigos mudos tal vez de las primeras manifestaciones del arte de la cerámica en Matanzas. En el siglo XIX las tejas de la casona del francés Francisco Rubier, dueño del cafetal La Dionisia, fueron modeladas en los muslos de los esclavos hasta dejarlos casi sin piel.

La Atenas de Cuba, nombrada así por su florecimiento cultural en la América de la segunda mitad del siglo XIX, tuvo épocas doradas si de moldear el barro se trata y generó en las décadas del 80 y 90 del siglo XX verdaderos movimientos de esa modalidad de las artes plásticas en el cual participaban consagrados exponentes y se acercaban otros jóvenes para aprender y aprehender cada detalle.

A la orilla del San Juan, otro emblemático río de la ciudad, Osmany Betancourt (Lolo) ubica su taller de cerámica. Muy cerca de las murmurantes aguas varios artistas comparten ideas de creación y el barro lentamente toma formas diversas.  Lolo apuesta alto: “Se trata de llevar la cerámica al concepto escultórico. Tanto en las obras de carácter comercial como en la obra particular de los artistas. Son esculturas hechas en la técnica de cerámica”. Hoyanda por Canadá, con la propuesta de numerosas piezas nacidas en esta especie de fábrica donde el barro se torna en diversos objetos útiles para ornamentar cualquier sitio.

Manuel Hernández o simplemente Manuel, reconocido artista de la plástica que tiene esparcidos por el mundo sus afamados platos, vasijas, losas y cuadros, cada mañana vuelve sus pasos hacia el taller-galería de Lolo, muy cerca también de la escuela de Artes Plásticas de la urbe de los puentes, incansable en su afán de trasmitir secretos de mezclas de colores, cocidos en hornos y murales de dimensiones inimaginables.

Mientras en la finca Coincidencia, en el municipio matancero de Jovellanos, Héctor Correa, un guajiro amable y emprendedor,y su familia mantienen vivo un espacio único de su tipo en Cuba. Un proyecto como una suerte de taller-escuela-galería-granja agrícolacon amplias áreas para la producción artística con arcilla y en la cual se puede trabajar con técnicas como el rakú y el quemado primitivo en hueco.

Allí recientemente tuvo lugar la V Bienal de Cerámica Artística Arte del Fuego, organizada por la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) en la y el Fondo de Bienes Culturales (FCBC) entre otras entidades del Ministerio de Cultura y del Turismo, con el propósito de estimular la creación de la cerámica artística, de manera sostenible en comunicación con el medio ambiente, confrontar estilos, culturas e intercambiar experiencias entre los amantes al arte del barro. Tuvo alcance internacional pues participaron exponentes de Estados Unidos, Argentina y Cuba, en un intento por redimir también el encuentro surgido en el año 2008.

Para devolver el encanto a la cerámica artística matancera, el FCBC de la provincia se empeña en rescatar el Taller de Cerámica de Varadero, nacido en 1992 y concebido inicialmente para satisfacer la alta demanda turística de productos utilitarios y decorativos de cerámica, con reproducciones de obras de reconocidos artistas como Wifredo Lam, Amelia Peláez y René Portocarrero, entre otros. Pero con el paso del tiempo, en el grupo de trabajo ya se distingue un sello propio. Artistas de la plástica cubana de la talla de Nelson Domínguez, Roberto Fabelo, Pedro Pablo Oliva, Zaida del Río, Alexis Leyva (Kcho) y Alfredo Sosabravo se cuentan entre los artistas plásticos que han compartido su creación en este lugar.

Diciembre aglutinó a miles de personas en torno a la Feria Internacional de Artesanía (FIART) en la capital de Cuba este 2015, en su XIX edición dedicada a Matanzas, plaza fuerte en el trabajo de las manualidades, bisuterías, y artesanía utilitaria. Piezas de Lolo, Manuel, Agustín Drake y otros ceramistas recibieron elogios del público y fueron a parar a una pared de cualquier vivienda, como original centro de mesa o a privada colección de un experto en la materia. Son ellos los exponentes que garantizan que la cerámica matancera ocupe el lugar que por derecho propio se ganó.


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Bárbara María Vasallo Vasallo


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