El 2016 marcó un punto importante en las relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU: la reanudación de la llegada de cruceros.Rodrigo Malmierca Díaz, Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera comentó que esta modalidad aumentó significativamente los arribos de embarcaciones y pasajeros. De acuerdo con cifras ofrecidas por el Ministerio del Turismo, de los cuatro millones de turistas que llegaron ese primer año, 112 000 arribaron a bordo de estas embarcaciones.
Pese al grupo de medidas anunciadas por el gobierno del presidente norteamericano Donald Trump en junio del 2017 y que dificultan los viajes entre los dos países con estrictas regulaciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos; en la actualidad cuatro compañías estadounidenses (Carnival Cruise Line, Royal Caribbean Cruise Line (RCCL), Norwegian Cruise Line Holding (NCLH) y Pearl Seas LLP operan en Cuba y se espera la incorporación de una quinta.
Desde el gobierno de Barack Obama, Cuba ha firmado memorandos de entendimiento con autoridades portuarias de diferentes ciudades estadounidenses (Virginia, Louisiana, Lake Charles New Orleans, Alabama, Puerto del Golfo, Pascagoula, Houston y Cleveland), claves para facilitar el desarrollo de la industria de cruceros.
Las nuevas medidas del actual presidente norteamericano no solo limitan la entrada de estadounidenses a Cuba sino también la libertad de sus empresas (la mayoría del sector turístico) para hacer negocios.
Norwegian es la tercera empresa estadounidense de cruceros que viaja a este país, luego del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana en 2015.
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