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martes, 19 de noviembre de 2024

Atención, cuidados y mucho amor

Cada día son numerosas las instituciones y personas que con mucha voluntad y sensibilidad dedican sus jornadas para que Cuba muestre significativos resultados en la prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH/Sida...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 01/12/2015
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Fue en los últimos meses del año 1985 cuando se detectó en Cuba el primer caso con VIH/Sida. Tal suceso ocurría cuatro años después que la enfermedad infecciosa fuera descubierta por científicos norteamericanos. Según quedó registrado, fue un cubano que había estado durante dos años en Maputo, la capital de Mozambique, en África, quien luego de varias investigaciones, en su estudio final dio positivo a la enfermedad.

Desde entonces, la Mayor de las Antillas ha buscado diversas maneras para liberar a nuestra población de esa enfermedad. Cada día son numerosas las instituciones y personas, que con mucha voluntad y sensibilidad, dedican sus jornadas a esa misión, como también apoyan a los pacientes infectados, y procuran incentivarlos para la inserción social y el mejoramiento de su calidad de vida.

Quizás por ello este año haya sido muy revelador para la salud y las instituciones sanitarias nuestras. La primera buena nueva estuvo con la certificación de Cuba que la valida como el primer país del mundo en eliminar la transmisión del VIH y la sífilis de madre a hijo. Este resultado se alcanza gracias a la existencia de un Sistema Nacional de Salud integral, gratuito, accesible y regionalizado, basado en la Atención Primaria de Salud.

Según el informe donde se argumentan tales resultados, nuestro país ha logrado una tasa de transmisión materno-infantil del VIH del 1.85 por ciento, por debajo del promedio regional, y por debajo de la meta del 2 por ciento acordada por los países; logro que ha sido posible gracias a los esfuerzos del Estado cubano en diferentes tipos de intervenciones, como la garantía de la atención prenatal, con un promedio de 10 controles por embarazada; el parto institucional con personal cualificado; la prueba serológica y de detección del VIH durante el embarazo con vigilancia activa de las embarazadas con serología positiva para el VIH o la sífilis, y el acceso al tratamiento antirretroviral según lo establecido por los organismos internacionales.

En recientes declaraciones sobre este suceso, el especialista en Pediatría Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), señaló que como parte de la atención prenatal integral se les ofrece a todas las embarazadas la posibilidad de realizarse pruebas serológicas VDRL para la sífilis y de VIH, y ello constituye el principal mecanismo para la detección precoz de la infección.

“Luego de la detección a tiempo, el equipo básico de salud y sus profesores del Grupo Básico de trabajo mantienen un seguimiento clínico e inmunológico a la madre, así como el tratamiento integral con terapia combinada de antirretrovirales genéricos cubanos, iniciado desde las 14 semanas de gestación. A ello se suma, como proceder imprescindible, el parto por cesárea para reducir el riesgo de contagio del bebé con la sangre materna infectada.

”Obtener la validación del primer país del mundo en eliminar la transmisión del VIH y la sífilis de madre a hijo nos sitúa en un compromiso mayor con el mundo, ante el cual debemos sostener y mejorar estos indicadores, ofrecerles amplia consejería y asesoramiento sobre salud reproductiva a las ya portadoras, favorecer las condiciones para la planificación oportuna de su gestación y tener a los recién nacidos fuera de peligro”, apuntó.

Entre otras sorpresas, vale destacar que después de muchos años el enfoque de lucha contra la enfermedad se ha complementado con la construcción de servicios de consejería, acciones educativas, la preparación de promotores pertenecientes a los grupos claves de vulnerabilidad y las diversas campañas que se desarrollan de conjunto con las Naciones Unidas, así como también el acceso a las pruebas de VIH de forma rápida, la venta de los medicamentos en la red de farmacias y la fuerte campaña con los hombres que tienen sexo con hombres (HSH), cuyo proyecto cumple 15 años.

Gracias a esas y otras iniciativas, Cuba ha logrado significativos resultados en la prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH/Sida. De ello daba fe la doctora María Isela Lantero, jefa del Departamento del Programa Nacional de Prevención y Control de ITS y el VIH/sida, del MINSAP, quien destaca que el país ha ido transitando por diferentes épocas, y lejos de abandonar las primeras visiones las ha fortalecido con varias acciones que se tuvieron respecto a la epidemia.

Actualmente, las estadísticas relacionadas con la enfermedad se mantienen estables, y el grupo de mayor riesgo es el de los jóvenes que están entre 20 y 29 años, aunque se diagnostican hombres y mujeres de todas las edades. Hasta la fecha se han detectado 23 800 personas portadoras del virus, ha fallecido el 17 por ciento de estas, y se trabaja con un universo de alrededor de 18 800 viviendo con VIH. Igualmente, los hombres, y dentro de estos los que tienen sexo con otros hombres, constituyen el grupo más vulnerable a la infección.

No hay dudas de que mucho queda por hacer para que no existan en el país generaciones libres de VIH, y demostrar que es posible que la enfermedad deje de constituir un problema de salud. Ya lo reconocía el señor Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) y secretario general adjunto de las Naciones Unidas, quien recientemente visitó Cuba.

Y es que las acciones desarrolladas han demostrado ese propósito, pues su premisa esencial es poner en el centro al ser humano y esa es la fuerza para transformar la salud de las personas. Como reconoció el Director, nuestra nación ha sido capaz de llegar a las personas, hacer énfasis en los factores sociales y trazar políticas sociales, sobre todo para los grupos de riesgo.

“Cuba ha demostrado ser un país con gran credibilidad, por lo que ponemos nuestros mejores recursos para apoyar todo lo que ustedes hacen por su propia gente. Es impresionante la forma en que han sido capaces de accionar aceleradamente en la consecución de las metas para los próximos años, más allá de muchos países, incluyendo a Estados Unidos. Esto es una muestra más de que el programa funciona y que podemos controlar la epidemia.

”La reinserción en la sociedad de las personas es otra de las lecciones más importantes que tenemos que aprender de Cuba. Las personas infectadas con VIH no deben verse como un problema, deben sentirse parte de la solución. Conocí a personas que viven con el VIH/Sida y que ahora están de vuelta en las comunidades como educadores. Esa es la mejor manera de luchar contra la discriminación, pues el debate sobre esta enfermedad tiene que cambiar y salir más allá del espacio de los tratamientos médicos a restaurar la dignidad de las personas”, resaltó.

Además, el país podría lograr en un corto plazo la meta de alcanzar los objetivos 90-90-90 de Onusida para 2020. Esta consiste en que el 90 por ciento de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que igual cifra de estos pacientes con un estado serológico positivo sigan un tratamiento, y suprimir la carga viral del 90 por ciento de las personas en tratamiento para que se mantengan sanas y se reduzca el riesgo de transmisión por VIH.

Los resultados en estos tres aspectos ya son alentadores. Actualmente un 93 por ciento de personas que viven con el VIH conocen su estado serológico, un 85 por ciento tiene acceso al tratamiento y el 46 está en proceso de supresión del virus, lo cual la sitúa muy por delante de las demás naciones de América Latina y el Caribe, que promedian un 70, un 52 y un 34 por ciento, respectivamente.

Aun cuando la situación epidemiológica en Cuba está controlada gracias a la respuesta nacional a la epidemia, los servicios de consejería y acciones como Hazte la prueba, mediante el cual se acerca el diagnóstico a la comunidad en busca de detectar precozmente la enfermedad, se deben seguir diseñando estrategias hacia los jóvenes, con quienes la labor de educación y promoción de la salud debe ser más intensa.

Son esos los logros con que Cuba llega a este primer día del último mes del año —Día Mundial en Respuesta al VIH/Sida—, y lo hace también con la gala cultural Gracias a la vida, en el capitalino teatro Mella, donde se entregará el premio nacional Esperanza a instituciones y personas destacadas por la labor de prevención de la epidemia y su actitud solidaria hacia las personas seropositivas al VIH.

En esta jornada, Cuba renueva su compromiso por alcanzar cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminaciones y cero muertes relacionadas con el Sida, y sobre todo de alcanzarlo en los lugares más afectados por la epidemia: 45 municipios del país, dentro de los cuales hay 26 considerados como zonas más sensibles. Cada día y en todo los espacios posibles se trabaja para que no exista ningún tipo de discriminación, pues contraer el VIH no significa renunciar a la vida.


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Yuniel Labacena Romero


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