El bloqueo económico, comercial y financiero, pese a que algunos intenten opacarlo o disfrazarlo, es una realidad, dolorosa para los cubanos, pero también para las naciones y empresas que se les impide comerciar con Cuba, contra todo principio del derecho internacional.
Como se ha reiterado en varias ocasiones, es el principal obstáculo para el desarrollo de la economía cubana, y la implementación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En momentos en que el cerco contra Cuba se arrecia, aumentan las sanciones y se persiguen a barcos y empresas que ayudan a trasladar petróleo a nuestro país; la comunidad internacional ha difundido su mensaje de solidaridad y apoyo contra la política hostil de Estados Unidos.
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Durante este año numerosas organizaciones y países han expresado su rechazo al bloqueo, al considerarlo extraterritorial y contra los derechos humanos de nuestro pueblo.
Tras el anuncio de la aplicación del título III de la Ley Helms Burton, la Alta Representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, expresó a través de un comunicado que la UE rechazaba la activación de la ilegal política y sus medidas restrictivas unilaterales.
También hicieron su denuncia países como China, México, Venezuela, Rusia y los integrantes del CARICOM; el gobierno británico, el reverendo Jim Winkler, máxima autoridad del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los EE.UU; y el relator Especial del Consejo de Derechos Humanos sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Idriss Jazairy.
El pasado mes de octubre, durante la gira diplomática del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los países de Irlanda, Belarús y Azerbaiyán, también expresaron su apoyo a Cuba en la lucha contra el bloqueo.
Además, recientemente en La Habana tuvo lugar el Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Paz y la Democracia y contra el Neoliberalismo. Evento internacional en el que se debatió sobre la intensificación de la política injerencista de Estados Unidos contra las alternativas políticas de izquierda en América Latina.
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“Nuestra Patria sufre hoy un estrechamiento criminal del cerco, el recrudecimiento de una política inmoral e ilegal que por más de 30 años la Asamblea General de Naciones Unidas ha condenado de forma prácticamente unánime, sin que Estados Unidos reaccione a la demanda mundial” , expresó el presidente cubano en el discurso de clausura.
Allí una vez más se recibió el respaldo por parte de movimientos sociales y partidos de izquierda de la región. El rechazo al bloqueo es también real y estará presente en apoyo a un país que no cederá jamás ante la injusticia.
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