Este 2 de junio, la Asociación de Estados del Caribe (AEC) inicia en La Habana su VII Cumbre de jefes de Estado y/o Gobierno para analizar temas comunes que traigan aires revitalizadores a la región y permitan sortear escollos mediante la unidad y el análisis de las potencialidades de sus miembros, en momentos en que la paz peligra en América Latina debido a la política injerencista de la derecha hegemónica.
Hoy, corresponde al sector de expertos de la organización evaluar los documentos que pasarán mañana a los Ministros de Relaciones Exteriores y el sábado 4 a los jefes de Estado y/o Gobierno de sus 25 miembros y siete estados asociados. Una Declaración y un Plan de Acción pondrán punto final a esta cita de suma importancia para el desarrollo de una zona en la que residen más de 250 millones de personas.
Los ojos de las Américas y El Caribe están puestos en la soleada capital cubana, en donde ya se encuentran varios líderes de la AEC dispuestos a analizar los programas actuales y futuros que bajo la presidencia temporal de Cuba, deben agilizarse en los próximos meses.
En coincidencia con el inicio de esta importante reunión con sede en la capital cubana, Cubahora conversó con la doctora Zoila González Maicas, Profesora y miembro de la Cátedra del Caribe de la Universidad de La Habana.
Son variados los temas a tratar con la especialista, pero hay uno, por lo inquietante que resulta, con el cual comienza el diálogo. Es el referido a la posición de la AEC ante los ataques de la derecha –cuyas tácticas son organizadas y financiadas por Estados Unidos- contra la democracia en Suramérica. Brasil y Venezuela, dos de los más importantes países latinoamericanos por su peso económico, son blanco de los ataques de la derecha que tratan de derrumbar sus gobiernos populares.
Para la doctora González Maicas, la AEC es un organismo de concertación política y económica que apoya y promueve la integración internacional de los 25 países que la integran. De esta forma, tiene gran importancia ante todas las esferas de fortalecimiento de la interrelación e intercambio político entre dichos países. Deviene, además, un foro de denuncia y a la vez de cooperación internacional que resulta de vital importancia en los momentos actuales donde la derecha está tratando fuertemente de afectar y destruir los propósitos de unión y avances políticos económicos y sociales que han alcanzado los países del Sur .
En su opinión, la Asociación posee en esta cita la posibilidad de denunciar o tratar profundamente estos aspectos que arrastrarían a la región a la debacle. Los propósitos de la asociación, dijo, deben estar dirigidos a arreciar las metas que ya tiene claramente establecidas en materia de sostenibilidad, turismo sustentable, medio ambiente, transporte y enfrentamiento a desastres naturales. No se pueden dejar caer los logros alcanzados y este es el propósito de la VII Cumbre y de la continuidad del trabajo”.
Respecto a la propuesta de Cuba para alcanzar una mayor integración en el Caribe, sin perder de vista la actual estrategia divisionista de la derecha regional, la profesora refirió que las estrategias de la presidenta temporal de la AEC “siempre han estado encaminadas a lograr la unión entre los países, la cooperación y la ayuda a los más desamparados. De esta forma, sus propuestas responden a las áreas focales de trabajo que tiene la AEC”.
Al ampliar el tema, refirió que en esta VII cumbre Cuba tendrá la posibilidad de plantear en su Declaración Final y Plan de Acción un proyecto concreto de trabajo que lleve o facilite estos objetivos nada fáciles, teniendo en cuenta la estrategia divisionista y el apoyo que recibe de los países que sustentan el poder económico en el mundo. Tenemos que ser, precisó, inteligentes, audaces, cautelosos, para lograr la continuidad del progreso.
En otra parte de la conversación, Cubahora preguntó a la especialista cuánto contribuir la AEC en las actuales circunstancias a mantener los vínculos de la integración alcanzados e incluso superarlos. Para la miembro de la Cátedra del Caribe de la Universidad de La Habana, el bloque puede contribuir fuertemente en materia de cooperación y concertación internacional entre los países de la región. Debe tenerse en cuenta la diversidad, de los países que la conforman en todo sentido: político, económico y social.
Así tenemos a México, Colombia y Venezuela con sus poderes, dependencias y diversidades. Centro América igualmente con una potencialidad turística y base de interconexión marítima increíble, y el Caribe Insular con su proceso de integración regional. La CARICOM, que son 15 islas integradas pero subdesarrolladas y dependientes, amigos de Cuba desde el inicio y donde tenemos un punto de apoyo increíble.
Respecto a su criterio sobre los retos que enfrenta la AEC en la actualidad para consolidar a la región como Zona de paz, tal como planteó la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en su II Cumbre en La Habana, González Maicas argumentó que los retos están en la propia diversidad política y económica de la región y en la falta de complementariedad de las economías dependientes de las Empresas Transnacionales, y políticas complejas desde el punto de vista económico y financiero.
“Creo que estamos, precisó, en un momento histórico distinto y será posible lograr mantener esta zona de paz con inteligencia y manteniendo los principios fundamentales del respeto a la soberanía y la política exterior de los pueblos”.
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