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viernes, 15 de noviembre de 2024

El milagro educativo de Cuba, con bloqueo y todo

Cuba merece sus victorias educativas. ¡Cuánto más habría hecho sin bloqueo?...

Norelys Josefa Morales Aguilera en Exclusivo 12/10/2016
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En 2015, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) calificó a Cuba como el único país de América Latina y el Caribe que logró cumplir con los objetivos del programa global “Educación para Todos en los últimos 15 años”.

Por otra parte,  la Isla se ha convertido en América Latina, en destino preferido por los estudiantes de otros países del subcontinente y les dio acogida en sus centros de enseñanza superior a unos 17.000, de acuerdo con otro informe de la UNESCO sobre la Ciencia: hacia 2030, presentado a fines del propio año 2015.

Cuba destina el  13% de su Producto Interno Bruto (PIB) al desarrollo educativo, la tasa más elevada de América Latina. Pero, si Estados Unidos se dispusiera a comerciar con Cuba las mercancías e insumos necesarios anualmente para el sistema educacional, se ahorraría un millón 245 mil dólares, solo por concepto de pago de flete, comentó a la ACN Gustavo Machín, subdirector general de EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Otros datos revelan más el daño del bloqueo, que llaman embargo, aunque de todas formas el eufemismo no libra a Estados Unidos de sus pretensiones (impedir, estorbar, paralizar, abrumar), dichas desde 1960 por un funcionario del Departamento de Estado:

“ (...) el único medio previsible para enajenar el apoyo interno (al Gobierno revolucionario) es a través del descontento y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas".

No lo han logrado. Pero, el perjuicio es inequívoco. De acuerdo con datos ofrecidos por el Ministerio de Educación (MINED) a Prensa Latina, se trata de daños muy sensibles dada la importancia concedida por Cuba a la formación equitativa y de calidad y al pleno acceso a ella.

El bloqueo es la principal causa por la cual Estados Unidos y Cuba no cuentan con mecanismos para las exportaciones de servicios -área en la cual la Isla goza de prestigio internacional- ni para la retroalimentación entre sus respectivos sistemas de enseñanza.

Además, esa medida unilateral provoca afectaciones directas como la carencia de laboratorios y equipamiento especializado para la enseñanza de idiomas y disciplinas técnicas, el déficit de insumos para la conservación de documentos históricos, el descenso en la disponibilidad de textos y el encarecimiento de la educación especial.

El bloqueo también limita los planes de las distintas editoriales para las bibliotecas escolares y los centros de información. Ante la imposibilidad de utilizar el dólar como moneda para el comercio exterior, Cuba enfrenta a menudo dificultades para el cobro de los servicios educacionales prestados a terceros, pues muchos bancos tienen temor a las multas y sanciones estadounidenses.

Del mismo modo, el bloqueo obstruye el acceso a tecnologías y herramientas informáticas indispensables para el proceso de formación y la creación de programas educativos.

Con bloqueo y todo, si sobreponerse es un milagro, solo lo explica una férrea voluntad política de las autoridades y la irrevocable capacidad de resistencia de los maestros, alumnos y familias cubanas. 

Sin embargo, lo que pareciera más milagroso es el apoyo de los cubanos en la alfabetización de millones de personas en los países más pobres y necesitados del mundo y la creación de novedosos sistemas para la alfabetización, que también es reconocido internacionalmente. 

Cuba creó una cultura social solidaria hacia sus propios ciudadanos y hacia otros, por lo que merece dignamente sus victorias educativas. ¡Cuánto más habría hecho sin bloqueo?


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Norelys Josefa Morales Aguilera

Periodista y escritora cubana, impulsora de Blogueros y corresponsales de la Revolución


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