El 77 % de los cubanos ha sufrido el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba. Más de cinco décadas de esta política hostil han causado innumerables daños a sectores primordiales para el desarrollo de la sociedad cubana.
La salud, agricultura, transporte, deporte, inversiones extranjeras, comercio interior, turismo, minería, las comunicaciones y la informática son esferas afectadas cada año por el bloqueo. Este provoca enormes pérdidas económicas, impide la cooperación y el intercambio y pone en riesgo la vida de muchos cubanos.
A propósito de la próxima XVI Convención y Feria Internacional Informática 2016 en La Habana, se impone conocer parte de la realidad de las comunicaciones en Cuba y su relación con el bloqueo.
Desde 1962, Cuba tiene prohibido el acceso a las telecomunicaciones y equipos de cómputo de cualquier compañía o subsidiaria estadounidense. Cada año esto ocasiona daños millonarios en las actividades de telefonía básica e inalámbrica, acceso a tecnología, sistemas de alarma, comercio electrónico y comunicaciones postales.
Tras el anuncio del 17 de diciembre del pasado año, el presidente Barack Obama reconoció el fracaso de la política hacia Cuba y se comprometió a involucrarse en un debate con el Congreso para levantar el bloqueo. En correspondencia, el presidente estadounidense anunció varias medidas dirigidas a modificar la aplicación de algunos aspectos del bloqueo.
Como parte de una nueva estrategia de su administración para tratar el caso cubano —denominada así por Obama—, tienen un peso privilegiado las nuevas tecnologías e Internet. Por tanto, Washington eliminó varias regulaciones que impedían a las empresas estadounidenses exportar teléfonos inteligentes, software de Internet y otros equipos de telecomunicaciones a Cuba.
Sin embargo, hasta 2015, en el sector de las comunicaciones y la informática,incluidas las telecomunicaciones, se registraron afectaciones que ascienden a los 57 millones 122 900 dólares.
El informe de Cuba de este año sobre la resolución 69/5, “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, detalla que las pérdidas asociadas a los ingresos dejados de percibir y por reubicación geográfica del comercio en la empresa de telecomunicaciones cubana ETECSA suman más de 38 millones de dólares.
Las razones radican en la imposibilidad de acceder a marcas y/o equipamientos de altas prestaciones y líderes en el mercado de las telecomunicaciones distribuidos por entidades norteamericanas.
De igual manera, el bloqueo produjo la pérdida por causas similares de dos millones quinientos mil (2 500 000) dólares a la empresa cubana Copextel, dedicada al suministro y reparación de equipos de telecomunicaciones.
En un mundo inmerso en constantes cambios tecnológicos, Cuba lucha por insertarse en las nuevas dinámicas comunicacionales, profesionales y sociales que se producen desde Internet. Pero la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba no permite el desarrollo de una infraestructura que posibilite un mejor acceso a Internet ni la compra de tecnología necesaria —denuncia el documento presentado en la ONU el pasado octubre.
Una de las explicaciones reside en que Estados Unidos, el emporio mundial de las tecnologías informáticas, ejerce un control hegemónico sobre la red de redes.
Por ejemplo, Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICAN), que provee direcciones IP y nombres al resto del mundo, está limitada a brindar servicios a nuestro país por estar sujeta a las leyes de la Oficina Federal para las Comunicaciones y al Departamento de Estado norteamericano.
Por otra parte, Estados Unidos es dueña de 11 de las 14 mayores empresas transnacionales de las comunicaciones y absorbe alrededor del 80 % del comercio electrónico a nivel internacional.
Recientemente, altos directivos de Google visitaron la Isla y mostraron un gran interés en introducir sus productos y servicios en el mercado cubano. A pesar de esto, la política de Estados Unidos impide el uso de servicios y aplicaciones como Google Chrome, Google Analyticsy Google Play Store, sin restricciones.
A este escenario se suman las transacciones comerciales en el área de las telecomunicaciones. Las leyes estadounidenses impiden a sus empresas exportar a Cuba computadoras y productos de software, por lo que hay que adquirirlos a través de terceros países y pagar hasta un 30 % por encima de su precio.
Es decir, hay que comprar las licencias de software, sus actualizaciones y la transferencia de tecnología en terceros países, lo que provoca un aumento de los precios y demora en su adquisición.
Aunque recientemente se autorizaron las exportaciones de productos y servicios a la isla y el financiamiento para la creación de facilidades de infraestructura, continúa el requisito del pago en efectivo y por adelantado, su principal limitación.
La condición no se ajusta a las prácticas del comercio internacional —no se usa esta forma de pago—, donde las propias compañías son las que otorgan los créditos al comprador para asegurar la venta de sus productos y servicios.
Estas operaciones se complejizan por el temor de los bancos a realizar transacciones relacionadas con nuestro país, debido a la política de acoso financiero aplicada bajo el gobierno del presidente Obama, explica el informe cubano.
En múltiples ocasiones se ha denunciado por instituciones de nuestro país la frustración de negocios en materia de telefonía celular, pues es imposible concretar acuerdos de roaming automático con entidades similares del continente americano.
A pesar de todos obstáculos evidentes, existen ciertos cambios en lo concerniente a comunicaciones en la Cuba. Uno de los que más ha captado la atención es la apertura de más de 35 puntos de navegación de Internet con tecnología wifi en espacios públicos.
Por otra parte, la compañía estadounidense IDT fue una de las primeras interesadas en establecer negocios con La Habana. La empresa firmó un acuerdo con ETECSA para establecer comunicaciones telefónicas directas entre Cuba y Estados Unidos.
Más tarde se sumaría Netflix, el servicio líder mundial de suscripción para ver películas y series en móviles. Netflix abrió la posibilidad de subscripción para personas en Cuba con acceso a métodos internacionales de pago.
De igual forma, el gigante informático Apple aprobó la venta de algunos de sus productos y software dentro de nuestro territorio.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, el panorama de usos y accesos a Internet en la isla es ciertamente hoy distinto al de años atrás.
Más de tres millones tienen acceso a Internet. Un millón de usuarios utilizan la plataforma Nauta, mientras que la apertura de las áreas de navegación wifi, aún con sus deficiencias, ha propiciado una ampliación del acceso a la red.
Si comparamos la situación actual en materia de las comunicaciones con la existente hace algunos años en nuestro país, son evidentes los cambios en el acceso a la tecnología, los nuevos servicios y la búsqueda de una mayor facilidad en las comunicaciones.
A pesar de las dificultades presentes, Cuba ha tratado de afrontar los retos que impone un mundo cada día más tecnológico. Mucho más se podría obtener, sin dudas, si se lograra la eliminación del bloqueo de Estados Unidos, que es el mayor obstáculo para el sector de las comunicaciones en Cuba.
De seguro, el tema del desarrollo de las comunicaciones y su futuro en el país será abordado en la XVI Convención y Feria Internacional Informática 2016. Bajo el lema, “conectando sociedades”, la cita del 14 al 18 de marzo en La Habana respaldará la idea de la informatización de las sociedades así como la intención de colaboración y apoyo.
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