Como ya se ha informado a nuestro pueblo, en sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrada el pasado 29 de marzo, se aprobó la Ley No. 118 de la Inversión Extranjera, la cual se publica hoy en la Gaceta Oficial de la República en su edición extraordinaria No. 20 donde también aparecen su Reglamento y un conjunto de normas complementarias.
A partir de estas normativas jurídicas se crean las condiciones para comenzar a aplicar la mencionada Ley en el momento de su entrada en vigor, lo cual sucederá 90 días después de aprobada por el Parlamento cubano.
La Ley 118 respalda la decisión de concebir la inversión extranjera como una fuente de desarrollo, en aquellas actividades que sean de interés para el país, y en determinados sectores y actividades económicas se considera elemento activo y fundamental, en correspondencia con las proyecciones de desarrollo económico y social a corto, mediano y largo plazos.
En tal sentido, la mencionada Ley precisa en su artículo 11.3 que los “órganos, organismos de la Administración Central del Estado y entidades nacionales patrocinadoras de la inversión extranjera tienen la obligación, conforme a las políticas aprobadas, de identificar y presentar al Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera las propuestas de negocios”. Todo ello resulta imprescindible para alcanzar los objetivos trazados.
La presente Ley y su legislación complementaria establecen un régimen de facilidades, garantías y seguridad jurídica al inversionista que propicia la atracción y el aprovechamiento del capital extranjero.
De acuerdo con lo publicado hoy en la Gaceta Oficial, la inversión extranjera en el país se orienta a la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías de avanzada y la sustitución de importaciones, priorizando la de alimentos. Del mismo modo, está encaminada a la obtención de financiamiento externo, la creación de nuevas fuentes de empleo, la captación de métodos gerenciales y al desarrollo de encadenamientos productivos, así como al cambio de la matriz energética del país mediante el aprovechamiento de fuentes renovables de energía.
La inversión extranjera en el territorio nacional se basa en el respeto a la ley, la soberanía e independencia de la nación y el beneficio mutuo para contribuir a nuestro desarrollo económico en función de una sociedad socialista, próspera y sostenible.
Con estas normas jurídicas se avanza en el cumplimiento de 11 lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba relacionados directamente con esta materia y se vincula, además, con otros 40.
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