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martes, 19 de noviembre de 2024

Mariel mira al futuro (+Video)

La Zona Especial de Desarrollo de Mariel irrumpió en la vida de los cubanos en el 2013 y se prevé sea uno de los principales motores de la economía del país…

Raúl Menchaca López en Exclusivo 17/12/2013
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Mapa Zona de desarrollo del Mariel
El Mariel podrá recibir el 90 por ciento de las mercancías de importación con destino a Cuba. (Alejandro Fabregas Pombo / Cubahora)

No puede haber dudas de que la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), que se inaugura el próximo 28 de enero, está llamada a convertirse en uno de los principales motores de la economía cubana.

Aunque ya se sabía que en ese puerto artemiseño se preparaba algo grande, ha sido en este 2013 cuando Mariel saltó a la cotidianeidad de los cubanos, sobre todo después de que a inicios de noviembre, durante la XXXI la Feria Internacional de La Habana, el  ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, presentara ese gigantesco proyecto a inversionistas extranjeros.

Pero la historia comenzó el 15 de enero de 2008, cuando durante una visita a Cuba del entonces presidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva, fue firmado un Protocolo de Entendimiento para el financiamiento por Brasil de proyectos de infraestructura.

A partir de ese convenio, Mariel, que era apenas un proyecto, comenzó a tomar cuerpo, pues Brasil aportó el 85 % del financiamiento necesario y Cuba completó el otro 15 %.

El millonario financiamiento brasileño permitió iniciar el proyecto, que abarca desde la bahía de Cabañas hasta el río Baracoa y consta de ocho sectores, aunque ahora se trabaja en el denominado como A, que está dividido en 11 áreas.

Esa rada, ubicada a apenas 45 kilómetros al oeste de La Habana, a las puertas mismas del Golfo de México, tiene las condiciones necesarias para en un futuro no muy lejano recibir el 90 % de las mercancías de importación con destino a nuestro país o puertos cercanos, de los cuales ninguno tiene la capacidad potencial de la bahía cubana.

Para 2015 está prevista la conclusión de la ampliación del Canal de Panamá, con la consiguiente apertura al paso de los gigantescos buques súper portacontenedores, los que no pueden acceder a la Bahía de La Habana, cuya capacidad de calado es de casi 11 y medio metros, insuficientes para embarcaciones que necesitan entre 13 y 15,5 metros de profundidad.

Esos monstruos del comercio marítimo son los llamados Ultra Postpanamax, la sexta generación de portacontenedores, que tienen más de 350 m de largo, unos 50 m de ancho y un desplazamiento de 200 mil toneladas.

Unos cuatro mil trabajadores, una veintena de ellos extranjeros, labora en el núcleo inicial de la ZDEM, que en total tiene 465,4 kilómetros cuadrados, en un muelle de 700 metros, aledaño a un depósito de contenedores con capacidad para casi un millón de esos envases de mercancías.

Pero para llegar a ese muelle hace falta ampliar la profundidad de la bahía, a lo largo de un canal de entrada hasta la dársena de maniobras, labor que realizan tres dragas, las que tienen que mover unos nueve millones de metros cúbicos.

En la actualidad, además del muelle, se trabaja en la llamada Zona de Actividades Logísticas, en la que se realizarán actividades de almacenamiento y distribución de mercaderías, y además se prestarán servicios de valor agregado.

De manera paralela se trabaja en las vías de acceso, que incluyen una carretera de pavimento asfáltico de casi 12 kilómetros de largo, con cuatro carriles y nueve puentes, que viene desde la autopista Este-Oeste.

También se han rehabilitado casi 60 kilómetros de vías férreas y otras 21 se ha construido nuevas.

De manera similar se construye una red de abasto de agua de 22 kilómetros desde la fuente de Matienzo, en el sur de Artemisa, que garantizará el suministro estable a todas las instalaciones de la ZEDM, que además ya cuenta con un sistema de comunicaciones interconectado por fibra óptica y un enlace por radio como soporte redundante.

En un futuro inmediato se prevé la instalación de un centro de comunicaciones con conexión por fibra óptica redundante a sus redes.

En general, cuando todo esté concluido, en Mariel habrá seis terminales portuarias, una base logística para el petróleo, un astillero, un club náutico y otros atraques al servicio de la flota auxiliar.

La ZEDM será además un enclave para la inversión extranjera, que tendrá especiales regímenes tributarios, aduanales, monetarios y bancarios, además de la garantía de que las inversiones no pueden ser confiscadas.

Allí prevalecerán sectores como la biotecnología y la industria farmacéutica, dos ramas en las que el país tiene caminado un buen trecho; el turismo, que es el sector más dinámico de la economía nacional; la industria agroalimentaria, en busca de sustituir importaciones; y las energías renovables, a partir de las necesidad de obtener fuentes energéticas no tradicionales.

También se priorizan los envases y embalajes, para crear cadenas productivas que permitan garantizar la exportación de nuestros productos; la agricultura, que tendrá un área especial para proyectos; y las telecomunicaciones e informática, que permitirán acceder a tecnología de avanzada.

Será entonces ese punto de la geografía nacional un motor de la economía del país y un lugar desde donde podremos mirar el futuro.


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Raúl Menchaca López


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