El sistema bancario cubano por dentro

¿Cuál es la mejor modalidad de cuenta de ahorro para un usuario del sistema bancario cubano? ¿Cómo funciona el otorgamiento de créditos? ¿De qué manera se opera en un cajero automático? ¿Cuáles son los principales servicios que ofrecen a la población los bancos del país?

Abundan las interrogantes si se abre el tema en torno al sistema bancario cubano y su funcionamiento, motivo por el cual comparecieron en la Mesa Redonda directivos del Banco Central de Cuba y de los bancos BANDEC y BICSA, entre los que se encontraba la viceministra primera del Banco Central de Cuba (BCC), Irma Martínez Castrillón; Yamile Berra Cires, vicepresidenta del Banco Central de Cuba; Ileana Estévez Bertematy, presidenta del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC)  y José Alari Martínez, presidente del Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA)

    Compuesto por 9 bancos, 14 instituciones financieras no bancarias nacionales, 9 oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras y una en trámite de registro y 3 oficinas de representación de instituciones financieras no bancarias extranjeras, el sistema bancario cubano ofrece servicios para personas jurídicas y naturales.

A las personas jurídicas les permite tener cuentas bancarias, realizar tramitaciones de cheques y órdenes de transferencia, órdenes de cobro sin aceptación, operaciones con letras de cambio y pagarés, financiamiento, administración de fondos, recaudación de impuestos y contribuciones al Presupuesto del Estado, entre otros.

Las personas naturales pueden crearse cuentas de ahorro, solicitar créditos personales para la obtención de materiales de construcción, módulos de cocción, damnificados y préstamos bancarios. También se les ofrece el pago a los jubilados, los pagos de servicios como el teléfono y la electricidad, que se pueden hacer por la tarjeta magnética o la banca telefónica, y las transferencias nacionales e internacionales.

Cuando hasta principios de los años 80 todas las actividades se concentraban en el Banco Nacional de Cuba, las operaciones se aglomeraban en los horarios de servicio. Más tarde, en 1983 se crea el Banco Popular de Ahorro (BPA) para impulsar el desarrollo del ahorro monetario de la población y los créditos personales, hasta que en 1996 surgió el Banco Metropolitano.

En el programa televisivo, la viceministra primera del Banco Central de Cuba (BCC), informó que fue en 1997 cuando se reorganizó el sistema bancario cubano y se creó el Banco Central de Cuba (BCC), enfatizó Martínez Castrillón.

Además, informó que a partir de entonces esa institución concentraba sus fuerzas en la ejecución de las funciones básicas de la banca central y dejó establecido en el sistema bancario dos niveles: el BCC y un grupo de bancos e instituciones que podían dar respuesta a las necesidades del desarrollo de las relaciones económicas internas y externas del país.

“Actualmente, el BCC está inmerso en el perfeccionamiento de sus funciones y del sistema bancario en general”, precisó la directiva. Y añadió que se desarrolla un proceso de modernización del sistema de pagos, sus canales e instrumentos; en correspondencia con la estrategia del país y la disponibilidad de recursos.

Yamile Berra Cires, vicepresidenta del Banco Central de Cuba, explicó que los bancos centrales son instituciones que atienden las políticas monetarias y prestan servicios al resto de los bancos que funcionan a lo interno de la economía. Destacó que se perfilan las acciones hacia el ordenamiento monetario y el rescate del valor de la moneda nacional.

Para ello se trabaja de conjunto con el Ministerio de Economía, el Ministerio de Finanzas y Precios y otros organismos para ejecutar políticas que permitan apoyar al sistema productivo cubano.

Un porcentaje de los depósitos de los clientes tiene que estar en el banco, como reserva obligatoria, según establece el BCC, con el objetivo de controlar la cantidad de dinero circulante y servir como respaldo a los depósitos de los clientes en los bancos comerciales.

Berra Cires concluyó que se trabaja además junto con los otros organismos rectores en el tema de la unificación de la dualidad cambiaria y monetaria.

Ileana Estévez Bertematy, presidenta del Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) comentó que el sistema bancario cubano está organizado en dos niveles: Banco Central y el negocio bancario que está ligado directamente con los clientes (naturales y jurídicos).

Según reporta el sitio Cubadebate: “Los servicios que están vinculados a las personas naturales suman hasta el momento más de 5,7 millones de cuentas de ahorro, de ellas, alrededor del 50 % están asociadas a tarjetas magnéticas. Todo esto tiene que ver ya con el proceso de informatización del proceso bancario. En el último trimestre estas cartillas crecieron en más de 100 000. Es decir, se puede apreciar que hay una tendencia importante hacia ese servicio”.

Sobre los servicios bancarios para personas jurídicas, la presidenta de BANDEC destacó la atención a sectores priorizados, destinada al financiamiento y el apoyo al sector agropecuario.

Más de 18 000 trabajadores, con un nivel de financiamiento que ronda los 600 millones de CUP, y con un promedio de 30 000 pesos por trabajador ha sido el logro de la institución en relación con el sector cuentapropista.

En la emisión, Ileana Estévez agregó que hay créditos bancarios para el financiamiento de inversiones, aprobados en los planes de la economía en los diferentes sectores, tales como modernización de plantas industriales, sistemas de riego, equipamiento y otras obras, como en la Zona Especial de desarrollo del Mariel.

José Alari Martínez, presidente del Banco Internacional de Comercio S.A (BICSA) afirmó que existen Bancos enfocados fundamentalmente a las operaciones del Comercio Exterior cubano.

“Para ello, los bancos cubanos establecen relaciones con sus homólogos en el extranjero a través de convenios, en los cuales se acepta mutuamente hacer relaciones a nombre del otro banco o lo que se le llama también relaciones de corresponsalía”.

El sitio Cubadebate refiere que estos bancos permiten la gestión, negociación y utilización de líneas de financiamiento externo —la carta de crédito—, para las empresas de comercio exterior en plazos de un año, para la importación de equipos, materia prima, productos para el consumo social, etc.; para el cumplimiento de los planes económicos del país.

Agregó además que a través de estos bancos el país gestiona y negocia la utilización de líneas de financiamiento externo a mediano y largo plazo, para proyectos de desarrollo e inversiones, para apoyar la reproducción ampliada y el encadenamiento productivo de la economía.

Martínez Castrillón resaltó que se trabaja para la apertura de nuevas fuentes de financiamiento a mediano y largo plazo de las agencias de ayuda al desarrollo, de las agencias de seguro a las exportaciones y de otras instituciones de similar naturaleza de los países acreedores, en medio de un contexto hostil por la presencia aún del bloqueo norteamericano.