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domingo, 22 de diciembre de 2024

Un tablero inestable

El nuevo fracaso del holguinero Isán Ortiz provocó la segunda caída del equipo cubano que interviene en el Campeonato Panamericano de ajedrez...

Miguel Ernesto Gómez Masjuán en Exclusivo 27/01/2013
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Ortiz ha caído en dos ocasiones en el torneo.

Probablemente nadie haya pronosticado que, al concluir la primera vuelta del Campeonato panamericano de ajedrez, que se celebra en Sao Paulo, Brasil, la selección cubana ocuparía la tercera posición.

Los cubanos eran los amplios favoritos para ganar un certamen que otorga un único boleto a la Copa Mundial por equipos, prevista para diciembre, en Turquía. La presencia en la nómina de Leinier Domínguez (2723) y Lázaro Bruzón (2701), combinada con las ausencias de las principales figuras de Brasil y Estados Unidos presagiaban una cómoda victoria antillana; sin embargo, la realidad frente al tablero ha sido muy distinta.

En la tercera ronda del evento, los cubanos chocaron contra los locales. Después del descalabro inicial ante Estados Unidos vino un fuerte repunte frente a Uruguay y muchos esperábamos otra buena demostración; pero esta nunca llegó.

Leinier Domínguez tuvo como rival al Gran Maestro Henrique Mecking, con un ELO de 2604. El mejor ajedrecista de Latinoamérica condujo las blancas y planteó su apertura favorita: Ruy López. Esta fue una partida insulsa, en la que los cambios de piezas llegaron uno tras otro. En apenas 26 movimientos sobre el tablero solo quedaban dama, alfil y seis peones por cada bando. La división del punto fue un mal augurio.

En la segunda mesa, Lázaro Bruzón chocó contra un veterano, Gilberto Milos, de 2580 quien optó por un Gambito de Dama. El tunero no hizo una buena partida y a la altura del movimiento 18 tenía una posición inferior. Por suerte para él, su oponente no encontró el plan ganador. Milos tomó el peón de c3 con su alfil y esto abrió las puertas a una rápida simplificación que condujo a la firma del empate.

Yuniesky Quesada (2595) también igualó frente a Felipe de Cresce (2525), en 39 jugadas de una Defensa Siciliana, planteada por el local. El final de este encuentro fue similar al de Leinier, porque los contrincantes quedaron con dama, alfil y seis peones.

El match estaba igualado a 1,5 puntos, así que todas las miradas se concentraron en el cuarto tablero, donde Isán Ortiz (2595) tenía la responsabilidad de derrotar al brasileño de menor coeficiente, Everaldo Matsuura, de 2475. Ortiz llevó las negras y jugó una Defensa Siciliana, variante Najdorf.

La posición estuvo equilibrada hasta que el cubano decidió lanzarse de lleno en una arriesgadísima combinación: entregó un alfil por dos peones, en el movimiento 18. Ortiz equivocó por completo el plan, porque Matsuura frenó cualquier intento de ataque sobre su rey. Luego, la situación empeoró cuando el holguinero perdió su torre en d4.

Con desventaja material, Ortiz siguió jugando, quizás a la espera de un error de su oponente; sin embargo, el brasileño jugó de forma precisa y, ante la indetenible presión de las torres y el alfil sobre el punto g6, el cubano rindió su rey y el equipo perdió su segundo match del campeonato.

El revés frente a Brasil prácticamente termina con cualquier esperanza de la selección de lograr el título del torneo. En el otro match de la jornada, Estados Unidos fue implacable con Uruguay y logró una barrida de 4 a 0, por lo que se consolidó en la cima del evento, con seis puntos, gracias a sus tres victorias (cada éxito otorga dos unidades).

En la segunda posición marcha Brasil, con 4; mientras, sorpresivamente, Cuba ocupa la tercera plaza, con solo 2 puntos. Los cubanos solo han perdido dos partidas; pero los reveses de Isán Ortiz resultaron decisivos en los matches contra estadounidenses y brasileños.

La única esperanza del equipo nacional es triunfar en los tres compromisos de la segunda vuelta y esperar por dos descalabros de Estados Unidos. El 2013, sin dudas, no ha comenzado bien para el ajedrez cubano.

CARLSEN, UN CAMPEÓN ANTICIPADO

En Wijk aan Zee no habrá tensión en la última ronda, al menos para conocer al campeón del  primer Gran Slam de la temporada ajedrecística. El noruego Magnus Carlsen aplastó a Hikaru Nakamura y con este triunfo — ¡su séptimo!— aseguró el título del torneo Tata Steel [http://www.tatasteelchess.com/], ya que sus 9,5 puntos de 12 posibles son inalcanzables para Levon Aronian y Viswanathan Anand, ocupantes de la segunda posición, con 8 unidades.

Carlsen ha añadido 13 puntos a su coeficiente ELO que sería ahora de 2874 y ya no pocos hablan de un posible arribo a los 2900. Parece difícil, pero el nivel de juego mostrado por el prodigio en los últimos seis meses ha sido tan alto que cualquier cosa podría suceder.


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Miguel Ernesto Gómez Masjuán


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