Otra vez Cristiano Ronaldo (CR7) hizo de las suyas —claro está, que es hacer goles— y con aplausos de la hinchada rival incluidos. El crack lusitano se fue de fiesta a casa del equipo al que más le marca, y con dos goles suyos, el monarca exponente Real Madrid superó a la Juventus de Turín, en duelo de ida de cuartos de final, en la Champions League 2017-18.
En la grama del Juventus Stadium, y en los primeros compases de la reedición de la última final de la Champions League, parecía un diseño de guión para “otra película”. El cuadro de la Vecchia Signora, conducido por el técnico Massimiliano Allegri, que siempre blinda su medio campo y se prepara para el contraataque con la velocidad de los argentinos Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala, tuvo tres minutos de acoso al área rival.
Pero la defensa del Real Madrid, incluido su portero Keylor Navas, solventó esa primera intentona local. ¿Qué estoy viendo?, parecía preguntarse el director del cuadro blanco Zinedine Zidane, quien a puro gritó “rectificó” el plan acordado.
Marcelo salió raudo por la izquierda, cedió el balón a Isco y el joven centrocampista malagueño, que abrió como regular, se anotó la asistencia, y su envío recibió un punterazo de pie derecho de CR7, para el 1-0 en el pizarrón.
Allegri se vio obligado a cambiar su juego ultradefensivo, por otro ultraofensivo. Y trabajó bien los intentos con los balones aéreos, esos que no se les da bien en los últimos duelos a los centrales del club merengue. Pero Keylor los repelió bien.
Así, necesitado de marcar el gol del empate, la Juve comenzó a dejar espacios libres. Y de eso, quien más se aprovecha es Cristiano, que acompañado por Isco —y no por Modric, como ocurre casi siempre—, se pudo soltar cada vez más, especialmente en el segundo tiempo.
Al minuto 60, Zidane tomó otra excelente decisión: sacó a Benzema y metió a Lucas Vázquez, que fue más preciso en el afán por desestabilizar la defensa rival.
Y en el minuto 63, llegó el golazo de chilena de CR7, ese que tanto había ensayado, pero que no lograba concretar. Luchó un balón suelto y se lo entregó a Lucas, cuyo disparo rechazó Buffon. Carvajal no dio por perdido el rebote, envió la esférica al área y, a buena distancia del suelo, el crack lusitano le pegó “como los dioses” y la mandó a guardar. El público del Juventud Stadium no pudo hacer nada más que pararse y aplaudir. Y CR7, reconoció el gesto.
De inmediato, Dybala le dio una patada de karate a Carvajal y vio la roja. Marcelo, al 72’, firmó el tercero del club merengue, que ya está en semis, porque la Juve no posee argumentos para revertir ese marcador.
En el otro duelo de la fecha, el Bayern Múnich remontó y derrotó 2-1 como visitante al Sevilla español, en el estadio Sánchez Pizjuán. Pablo Sarabia adelantó a los locales en el minuto 31. Pero un autogol de Jesús Navas al 37', y un tanto más de Thiago Alcántara en el 68', decretaron el triunfo bávaro.
Si la serie Real Madrid-Juventus ya está decidida —ni un milagro salva al cuadro italiano—, a este Bayern Múnich-Sevilla aún le queda mucha cuerda, a pesar de los dos goles como visitantes del cuadro germano.
Hoy se disputarán los partidos de ida de los dos restantes pareos de cuartos de final: Barcelona-Roma y Mánchester City-Liverpool.
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