Torneos Granma-Cerro Pelado: misión cumplida

Si se fuera a utilizar el lenguaje militar ellos dirían: “Misión cumplida”. Nos referimos a los luchadores cubanos del estilo libre que compitieron entre viernes y sábado en los torneos internacionales Granma-Cerro Pelado, disputados en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, en La Habana. El dominio sobre los dos colchones resultó de forma muy nítida.

Quedaron en casa seis de las ocho medallas de oro, y 16 de las 31, lo cual de paso hace pensar que hubiera sido más favorable menos preseas y mayor oposición foránea.

Julio Mendieta, jefe de entrenadores, nos ofreció una valoración sobre lo acontecido en ambas jornadas.

“Estoy contentísimo. Se dio la generalidad de lo la planificado. Ello constituye un gran estímulo en la búsqueda de nuestro gran objetivo, que es lograr en Río 2016 nuestra mejor actuación olímpica”, dijo de forma retadora de cara al futuro.

El desafío parece gigantesco. Para ello debe superar el oro y el bronce, en Barcelona 1992, de Alejandro Puerto y Lázaro Reinoso. O la misma faena, en Atenas 2004, de Yandro Quintana e Iván Fundora. Hace falta trabajar muy fuerte y tener determinadas condiciones para llegar a lo último de esa elevada montaña.

UNOS DATOS

En la tabla de posiciones se situaron Cuba, con seis de oro-cuatro de plata-seis de bronce; Estados Unidos, 2-2-4; Alemania, 0-1-1; España, 0-1-0; Colombia, 0-0-2; Canadá, 0-0-1, y Francia, también 0-0-1.

Los criollos monarcas fueron Alfredo Cisneros, de la división de los 57 kilogramos; Franklyn Marén, 65; Javier Cortina, 97; Yowlys Bonne, 61; Geandy Garzón, 70, y Reineris Salas, 86.

En el bando de los estadounidenses se coronaron Kyle Dake, 74, y Zachery Rey (oro en el campeonato panamericano de Ciudad de Panamá 2013), 125.

DE LO MÁS SIGNIFICATIVO

Es necesario recordar que Salas, conocido como El Gimnasta, regresó a los colchones el año pasado, ganándose primero el derecho de volver a integrar la preselección nacional. Luego de ser uno de los representantes al Campeonato Mundial, en Budapest. Y una vez allá coronó todo ese regreso… con una muy valiosa medalla de plata.

Ahora no solo se le vio muy rápido, sino también arrollador, pues ninguno de sus cuatro rivales pudo marcarle ni siquiera un puntito.

“Las cosas van bien. Mejor que el año pasado. Trabajé sobre la idea de que me marcaran muy poco”.

Se lo llevaban ya para prepararse con vistas a la ceremonia de premiación, pero todavía hubo un instante para algo más.

Le pregunté por el próximo mundial…

Soltó una sonrisa de triunfo, movió en alto la mano derecha tres o cuatro veces con el dedo índice levantando en señal de que sería el uno. Y a estas alturas, por todo lo escrito antes,  se encuentra dentro del rango de lo posible.

Uno que regresó a la preselección el mes pasado es Garzón, cuatro veces medallista en mundiales.

“Esta ha sido mi tercera competencia oficial. Como había dicho en entrevistas anteriores, creo que he empezado con buen pie, y espero que ello me lleve a nuevos éxitos. Yo volví por un compromiso conmigo mismo. Primero quiero ser campeón mundial, es la medalla que me falta, y ganar una en Juegos Olímpicos”, explicó.

Los avances mostrados por los del estilo libre, la idea de que trabajan con la brújula bien encauzada, hacen pensar que no son una quimera todos esos ambiciosos proyectos.

Habrá que esperar entonces al paso del tiempo…