Lo podríamos tildar de una “redundancia” futbolística. Portugal, sin su estelar delantero Cristiano Ronaldo, no fue capaz de marcar goles contra Italia. Y aún con ese pálido empate sin dianas, no solo solventó la cima del Grupo 3, en la Liga A de la Liga de Naciones de la UEFA, sino que, además, jugará en casa la fase final del torneo y será el encargado de acoger los cuatro partidos que decidirán el campeón de la primera edición, en el mes de junio del 2019.
Según dio a conocer la Federación Internacional de Fútbol Asosiación (FIFA), los estadios de los clubes Oporto (Do Dragao), y Vitoria Guimaraes (Afonso Henrique), serán las dos sedes de las semifinales, tercer y cuarto puesto, y la gran final de la primera edición de este torneo. Las semifinales se jugarán el miércoles 5 y jueves 6 de junio, mientras que el tercer y cuarto puesto y la final se disputarán el domingo 9.
De visitantes en el estadio Giuseppe Meazza, de Milán, los actuales campeones de Europa sintieron, una vez más, la ausencia de CR7, quien no ha jugado ninguno de los partidos de esta fase, a falta de una jornada para su cierre. Y aunque sus hombres de llegada no pudieron quebrar el muro de contención italiano en el mediocampo, mantuvo su condición de invicto en el torneo, con dos triunfos y un empate en tres encuentros. Aún le queda uno, intranscendente, ante Polonia.
Por momentos, la "azurra" mostró un fútbol mucho más sólido (Foto: Guetty Images).
Italia no supo aprovechar las oportunidades que tuvo en el primer tiempo, por la incapacidad de sus delanteros de concretar varias jugadas, algunas de las cuales fueron “abortadas” por las atajadas y despejes del portero Rui Patricio. No obstante, los lusos crecieron en el segundo tiempo, en especial en el tramo final, cuando incluso se acercaron al 1-0. Pero las intervenciones del gigante y joven cancerbero Donnarumma sentenciaron el 0-0.
INGLATERRA Y SUIZA TAMBIÉN IRÁN AL FINAL FOUR
Mientras, con sus respectivas “remontadas” de esa fecha, Inglaterra y Suiza acompañarán a Portugal en esta Final de Cuatro. En su estadio de Wembley, Inglaterra tuvo que venir de abajo en el marcador, para vencer 2-1 a Croacia, que iba ganando, sin merecimiento propio, hasta el minuto 78, en el cual entró Lingard para signar el empate 1-1.
Pero el ariete inglés no solo igualó la pizarra del marcador, abierto por el subcampeón mundial Croacia gracias a una contra que acabó en los botines del siempre activo Kramaric, a quien hasta ese momento apenas se le veía en funciones de ataque. En una de las pocas veces que pisó el área, se llevó a seis defensores ingleses y llegó al punto de penalti. Allí tiró tres recortes, dos amagos y finalmente un disparo desviado por Dier, para abrir el marcador.
Y Lingard empató en el 77’. Harry Kane aprovechó un saque de banda que remató forzado y le cayó en los botines al jugador del Mánchester United. Cuando apenas quedaban cuatro minutos para que terminase el partido, Kane, que llevaba siete partidos sin marcar con su selección, signó el gol que metió a Inglaterra en la final a cuatro, dejar a España sin su milagro y enviar a Croacia a la segunda división de la competición.
El artillero Harry Kane volvió a vestirse de héroe con la selección inglesa (Foto: marca.com).
Entretanto, Suiza, de anfitriona en el Swissporarena, de Lucerna, se fue de pleno al ataque en el tiempo complementario y solventó una remontada histórica después de encajar dos goles, para salir airosa con una espectacular goleada de 5-2 contra la escuadra de Bélgica, bronce mundial 2018 en Rusia. Los belgas, comandados por su volante creativo Eden Hazard, se adueñaron del mediocampo, no les prestaron la pelota a los suizos en los acordes iniciales y, con dos goles de Thorgan Hazard (hermano de Eden), en los minutos 2 y 17, parecía encaminada no solo a la conquista del primer lugar del Grupo 2, sino también a signar una escandalosa goleada.
Pero de eso nada. Su “fiesta” terminó en el minuto 20. Suiza logró capear el temporal, se ubicó mejor sobre la cancha y, de ahí hasta el final, se adueñó de la pelota y le dio un baile de fútbol al rival, para alegría de sus hinchas presentes en el estadio. Se desmoronó la defensa belga; sus volantes erraban mucho en los trazos y a los hombres de punta no les continuaban llegando balones.
El conjunto suizo sorprendió a una Bélgica deficiente en defensa (Foto: As.com).
Entre tanto, los suizos abrieron las bandas, tocaron mejor la pelota y tuvieron en su delantero Haris Seferovic al hombre que los metió en la Final Four, con sus tres goles en los minutos 31, 44 y 84. Ricardo Rodríguez, en el 26’ tras el cobro de un inmerecido penal, y Nico Elvedi, en el 62’, aportaron a la goleada ante los belgas. Esta ha sido una de las mayores anotaciones sufridas por el cancerbero belga Courtois.
El cuarto y último equipo clasificado a la gran final fue Holanda, con su agónico empate 2-2 como visitante frente a la decepcionante escuadra de Alemania, que cayó al segundo nivel de esta Liga de Naciones de UEFA. Los holandeses tenían seis puntos, uno menos que Francia, al que aventajaba en el duelo bilateral. Por eso, resolvían su boleto con un empate, que solventaron en los cinco minutos finales del juego disputado en el Veltins Arena.
Alemania se había ido delante 2-0 en el marcador, con los goles de Timo Werner y Leroy Sané, en los minutos 9 y 19. Pero sin nada que jugarse, por estar eliminado desde la fecha anterior, la escuadra del técnico Joachim Löw, a quien le debe quedar ya muy poco tiempo en el banquillo de la nave teutona, cayó en una total relajación y los tulipanes supieron sacar provecho. Así, Quincy Promes, jugador del Sevilla español, consiguió pegar a Holanda con su gol en el minuto 85, y el defensa central Virgil Van Dijk culminó, con un remate salvador, el regreso de los tulipanes a la élite del fútbol europeo, con un 2-2 final.
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