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martes, 19 de noviembre de 2024

Hace 75 años: Adiós a Capablanca

Acercamiento al genial ajedrecista cubano, campeón mundial de 1921 a 1927...

Rafael Norberto Pérez Valdés en Exclusivo 06/03/2017
2 comentarios
José Raúl Capablanca
El destino le deparó una muerte prematura a Capablanca, pero no que el paso del tiempo borrará las huellas de su legado.

El destino le deparó al cubano José Raúl Capablanca, en 1942, una muerte adelantada. Pero, quizás para compensar esa injusticia, fue un adiós también marcado por el ajedrez. Hace hoy 75 años falleció en Nueva York. La noche antes se encontraba en un club de Manhattan dedicado a ese deporte o juego ciencia. A tono con su buen humor hacia comentarios sobre las partidas. La tragedia, como suele ocurrir, llegó de forma inesperada: “Ayúdenme a quitarme el abrigo.”, dijo. Y se desplomó…

Lo trasladaron para el hospital Monte Sinaí. Allí llegó en coma. Falleció a las 5:30 de la mañana del día 8 de marzo. Es decir, como ya escribimos, hace hoy 75 años, una fecha a la que estuvo atento el colectivo de Cubahora por tratarse de eso que en periodismo llamamos un “aniversario redondo”. La causa directa del deceso fue hemorragia cerebral, una consecuencia de la hipertensión arterial que padecía desde hacía bastante tiempo. En ese momento, qué lástima, tenía solo 53 años y 109 días.

Hubo una coincidencia: No mucho tiempo antes, el 11 de enero de 1941, había fallecido en ese mismo hospital el muy destacado ajedrecista alemán Emanuel Lasker, uno de sus grandes rivales, contra quien el cubano ganó la corona mundial. El destino resultó más generoso con el europeo: había vivido 72 años y 14 días.

OPINIONES DE RESPETO

Las reacciones tras la triste noticia se movieron en todo el planeta dentro del rango lógico: ajedrecistas de más alto rango ofrecieron sus pésames. Lo calificaron como el jugador más grande de toda la historia. Y en todo ello no estuvo ajeno el mismísimo Alexander Alekhine, un ruso nacionalizado francés, a pesar de las desavenencias personales entre ellos, creadas por el europeo, a las cuales volveremos un poco más adelante.

El destino le deparó una muerte prematura a Capablanca, pero no que el paso del tiempo borrará las huellas de su legado…

Hay quienes consideran, se puede estar de acuerdo o no, que el estadounidense Robert Fischer, campeón mundial de 1972 a 1975, ha sido el jugador más genial de toda la historia. Es conocido que el estilo de Capablanca tuvo un gran peso en sus partidas. Lo mismo ocurrió con el monarca que sustituyó a un Fischer que no se presentó a defender el tìtulo: el soviético Anatoli Karpov.

Antes ocurrió algo parecido con otro campeón mundial, el también soviético Mijaíl Botvínnik, coronado en varias ocasiones entre 1948 y 1963. Él incluso escribió acerca de cuánto aprendió de Capablanca. Llegó más lejos (según leímos en Wikipedia): precisó que también Alekhine debía al cubano mucho de su juego posicional, que aprendió durante sus frecuentes reuniones antes de que la lucha por el título del mundo les hiciera enemigos. Botvinnik consideraba a Los fundamentos del ajedrez, de Capablanca, como el mejor libro de esta materia.

INICIOS Y… CAMPEÓN MUNDIAL

Se considera que aprendió a jugar de forma autodidacta, viendo las partidas de su padre. Y que en una ocasión le corrigió un movimiento antirreglamentario. Tenía solo cuatro años de edad. A los cinco su progenitor empezó a llevarlo al Club de Ajedrez. Y sus mejores jugadores no podían derrotarlo, pese a que… les daba ventaja de dama. A los trece años, en 1901, se convirtió en campeón de Cuba. En ese match, ante el entonces monarca, Juan Corzo, trabajó para cuatro victorias, tres derrotas, y seis tablas.

Se trataba del principio de un camino indetenible. Lo calificaron como "La máquina de jugar ajedrez". Y también como “el Mozart del ajedrez”. En total tuvo 302 victorias, 246 tablas y 35 derrotas.

Era ya antes del match por la corona mundial superior a Lasker, quien ha sido a lo largo de toda la historia el jugador con más años en mantenerla: 27 en total, desde 1894 a 1921, pero el estilo de entonces en cuanto a la disputa del título le impidió coronarse antes. Lo consiguió en La Habana, en 1921, con marcador de nueve a cinco. El médico de Lasker le recomendó abandonar.

PALABRA INCUMPLIDA

Capablanca, saliendo como amplio favorito, puso en juego su corona mundial en 1927, en Buenos Aires, contra Alekhine. El gran maestro austríaco Rudolf Spielmann, de juego temerario, conocido como "el amo del ataque", o "el último caballero del gambito del rey". aseguró: “Alekhine no va a ganar ninguna partida”.

Pero Capablanca no se preparó bien, y apostó por su instinto demoledor. No ocurrió así con el alemán, quien realizó un profundo estudio de su rival. Alekhine ganó seis a tres, en el encuentro más largo de la historia del campeonato del mundo, luego del de 1985 entre Anatoli Karpov y Garry Kasparov. El match Capablanca-Alekhine duró 75 días, y tuvo 34 agotadas partidas, desde el 15 de septiembre hasta el 29 de noviembre. La victoria correspondería al que acumulara seis éxitos.

El 29 de noviembre Capablanca le envió una nota: “Abandono la partida. Usted es, pues, el campeón mundial y yo lo felicito por ese éxito. Mis cumplidos a madame Alekhine. Cordialmente suyo, J.R”.

Alekhine, feliz por el triunfo, declaró: “Tendré extraordinario placer en otorgarle a Capablanca, mi caballeroso adversario, que se ha comportado en todo el match en forma que hace honor a su hidalguía, el desquite en el año 1929″.

Lo dicho quedó en palabras. Alekhine, amparado en cómo era el ajedrez de entonces, inventó diversas e ingeniosas evasivas. Nunca le dio la justa y prometida revancha, lo cual llevó a que se emponzoñara la relación entre ambos. ¿Es muy difícil imaginar por qué al cubano no le dieron esa revancha?

A partir de 1962 se efectúa en nuestro país el Torneo Internacional Capablanca in Memoriam. Hasta ahora el máximo ganador de títulos, con siete, es el Gran Maestro ucraniano Vassili Ivanchuk (2005, 2006, 2007, 2010, 2011, 2012, 2016).

¿Hace falta recordar que Vassili Ivanchuk también se ha declarado como un ferviente admirador de José Raúl Capablanca?


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Rafael Norberto Pérez Valdés

Se han publicado 2 comentarios


jd
 6/3/17 18:21

Muy merecido articulo para un genio. Pero por desgracia tiene varios errores:

1- Cuando capablanca iba al Club de la habana con 5 años no daba ventaja de dama...era a el al que le daban ventaja. Sería un genio, pero era un niño. A pesar de todo, jugaba con gran madurez

2-El marcador contra Lasker no fue de 9 a 5, sino de 4 a 0. Las tablas no se contaban

3- Alekhine no era alemán, sino ruso/francés. Lo dice en la frase "No ocurrió así con el alemán"

Rafael Pérez Valdés
 9/3/17 16:13

Hola, JD:

Debo esta respuesta.

Tiene razón en los tres puntos que señala. Le ofrezco mis disculpas a usted, a todos los lectores de Cubahora. Y, si fuera posible, con todo el respeto, a Capablanca…

Respeto mucho la opinión de los lectores. En su caso la de ser un conocedor de la materia, que se tomó el trabajo de leer con todo interés el material. Es por eso que no quiero dejar mi respuesta solo en el párrafo anterior. Creo que debo explicar los tres errores.

1.-Es cierto que Capablanca, de niño, no daba ventaja de dama, sino que era al revés: Me dejé llevar por viejas lecturas de otros momentos, por las fábulas que se tejen alrededor de los genios, por una interpretación equivocada de una lectura…

2.-El match con Lasker en efecto terminó 4-0, no 9-5 como publicamos.

Hay un sitio que me condujo al error, en Wikipedia, en el cual se dice: “Luego de la partida catorce (con el marcador 9-5 a favor de Capablanca), Lasker abandonó el campeonato”.

Ese sitio es: (https://es.wikipedia.org/wiki/Campeonato_Mundial_de_Ajedrez_1921)

El mismo párrafo aparece en una página dedicada a ese mundial (http://wikivisually.com/lang-es/wiki/Campeonato_Mundial_de_Ajedrez_1921). Este sitio dice que son válidos los empates, lo gráfica, pero en realidad, como ya quedó claro, no lo eran…

No busqué más. No era necesario. Pero imagino que en muchos sitios más aparece ese equivocado 9-5. Y en otros muchos, claro está, el 4-0.

Luego de su mensaje yo había realizado un contacto ya con un especialista, el periodista y escritor Jesús González Bayolo, y me había confirmado, incluso a golpe de memoria, que usted tenía razón: el marcador fue 4-0.

3.-Claro que Alexander Alekhine era un ruso nacionalizado francés. Usted me señala, y es cierto, que puse "No ocurrió así con el alemán". Ahí tuve un lapsus, no desconocimiento, pues antes, como seguro recuerda, había escrito “Y en todo ello no estuvo ajeno el mismísimo Alexander Alekhine, un ruso nacionalizado francés, a pesar de las desavenencias personales entre ellos (…)”. El lapsus, que no me perdono, es porque antes mencioné al alemán Lasker.

Creo que debía esta respuesta. Me siento mejor después de haberla escrito.

Y, por supuesto, sus observaciones forman parte ya de mi archivo y crecimiento personal (¡sobre todo en la memoria!).

Gracias por su mensaje.

Un saludo cordial,

Rafael.

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