El hijo de don Luis Giraldo, aquel cuyos batazos estremecían estadios y hoy sigue siendo uno de los peloteros más grandes que ha dado Cuba (que no son pocos, que conste), no se dedicó como su padre a blandir el bate con fiereza. Optó por el bando contrario, el de los lanzadores.
Erly Casanova es de los pitchers que distinguen al staff de Pinar del Río en la Serie Nacional y asiduo integrante de la selección cubana. Este año fue fichado por el club Parma, de la división A1, la más exigente del circuito italiano de béisbol, y se convirtió desde su llegada allí en el principal serpentinero de la rotación. Tiene balance de ocho triunfos y dos derrotas, con efectividad de 1,87 carreras limpias, 105 ponches y 19 boletos, en 82 innings.
Como otros contratados en el extranjero, Erly fue convocado para participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, y en su breve paso por La Habana accedió a conversar con Cubahora.
—¿Qué es lo que más te ha impresionado de la liga italiana?
—Allí hay muchos jugadores procedentes de México, Venezuela, República Dominicana, que son nacionalizados italianos que le suben la calidad al torneo, pues tienen gran oficio. Muchos han estado en ligas menores, incluso, en categoría AAA, y los hay con experiencia en Grandes Ligas.
—Tus números hablan bien de tu trabajo…
—He tratado de cumplir con la función de abridor que me asignaron, me toca lanzar todos los viernes y me preparo bien para cada salida.
—¿Y cómo es esa preparación?
—Como no conocía a los equipos y jugadores rivales, al principio me basaba en la información de los entrenadores sobre cómo batean los contrarios ante los diferentes pitcheos, qué suelen hacer en determinadas situaciones de juego.
—¿Lanzar cada siete días es la rotación ideal para ti?
—Sí, con esa frecuencia me siento más cómodo. Con Pinar del Río lanzo cada seis días porque tenemos una rotación de cinco abridores, pero allá en Italia se juega solo los fines de semana, por lo que hay tiempo para descansar, prepararte bien y entrenar.
—¿Es muy diferente el entrenamiento que haces allá al de Cuba?
—La mayoría de los jugadores trabajan por el día, por lo que los entrenamientos son casi siempre por la tarde, a las 6:30, pero como nosotros lo único que hacemos es jugar, por la mañana vamos al gimnasio, ejecutamos algunos ejercicios técnicos leves y por la tarde participamos en la preparación con el equipo.
—Contar con un receptor cubano es una gran ayuda y sobre todo si se trata de Frank Camilo Morejón…
—Tener a Frank Camilo me ha ayudado mucho, porque él no solo guía a los pitchers, sino a los demás jugadores también y te sientes más confiado. No es que los demás receptores no sean buenos, pero la mayoría de los atletas del Parma son jóvenes y tienen mucho que aprender, aunque varios forman parte de la selección nacional de Italia.
—¿Qué es lo que más te ha aportado esa experiencia profesional?
—El ritmo es diferente, en Cuba jugamos cinco o seis partidos en siete días y allá solo dos en una semana: doble un día o viernes y sábado. El béisbol es un deporte muy amplio y cualquier liga en la que participes siempre te enseña, lo que no debes es desaprovechar la oportunidad, ni pensar que te la sabes todas.
—¿El beneficio ha sido más táctico que técnico?
—He aprendido más desde el punto de vista táctico, porque los jugadores al bate piensan más. Aquí en Cuba se juega un béisbol más agresivo y ellos son más pasivos, pero los extranjeros hacen los ajustes rápidos entre un pitcheo y otro, no se pueden repetir mucho los envíos ni la zona por la que los lanzas; en cada turno al bate salen a buscar una conexión específica, de acuerdo con la situación del juego. Tienen mucha disciplina en el home.
—¿Piensas incorporarte a la Serie Nacional apenas regreses?
—No lo creo, pues este año he trabajado bastante; incluyendo los play off, en Cuba fueron más de 140 innings y en Italia ya voy por más de 70 innings y mi equipo está clasificado para la postemporada. Pienso que un descanso no me vendría mal.
—¿Pero te sientes agotado mentalmente?
—La mente no se debe agotar nunca, para eso también hay ejercicios de entrenamiento. El cuerpo es el que más sufre.
—¿Consideras que aquella liga tiene más calidad que la Serie Nacional cubana?
—No, por encima del campeonato nuestro no está. Nuestro béisbol es muy diferente. La pelota es de América, aquí surgió, tenemos más tradición y muchos jugadores de calidad. Además, nuestro clima permite jugar todo el año, mientras en Europa hay períodos en que la nieve obliga a recesar.
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