Dicen los pesimistas: qué bueno que la cadena de juegos seguidos, sin descanso, se está acabando. Y les responden los optimistas: qué malo, de las derrotas se aprende más que de las victorias. Como el vaso con agua hasta la mitad, todo depende de cómo usted lo quiera ver.
Si el análisis es por los resultados, no caben dudas de que la actuación ha sido pésima. Así, sin medias tintas. Doce derrotas en 16 juegos antes del duelo sabatino, a razón de un triunfo por cada tres fracasos es un balance que ni los más escépticos auguraron, ni siquiera tras sopesar las palabras del mentor Roger Machado antes de partir para el torneo: “Este es un equipo de menos experiencia que el que llevamos en 2016 (y aquel sufrió bastante para poder ganar más de los que perdió, nota del redactor), sobre todo, en el área del pitcheo y lo que más prestigia a esa liga es el pitcheo”.
Sin embargo, si el examen es perspectivo, valorando cuánto puede contribuir este certamen al aprendizaje y desarrollo de muchachos jóvenes con los que Cuba pretende recuperar, en lo que se pueda, su prestigio internacional en este deporte, entonces la nota no ha de ser tan baja.
En un reciente diálogo a través de las redes sociales, el lanzador Yosver Zulueta, un muchacho de 19 años al que el scouter japonés Kenta Hagiwara —el mismo que fichó a Liván Moinelo y Oscar Luis Colás para la franquicia de los Halcones de SoftBank de Fukuoka, donde juega Alfredo Despaigne— le tiene el “ojo echado”, me decía que de la Liga Can-Am ha sacado muchas lecciones, entre ellas, que si no tira pegado y en zona baja no domina a los bateadores, quienes están entrenados para hacer ajustes en un mismo turno al bate. “Dos envíos semejantes no se les puede hacer, porque te conectan fácilmente, les hacen swing a muy pocas bolas malas y sí a la que saben que le van a dar”, me comentaba.
O sea, que el saldo, si se mira estratégicamente, es positivo. A la ofensiva, incluso, los menos experimentados han exhibido potencialidades, pese a las derrotas. Que tienen mucho que aprender, es cierto. Pero solo podrán superarse jugando en un circuito más exigente que la menguada Serie Nacional cubana. Y la Liga Can-Am es, por ahora, una buena opción.
SOLO SE CAZAN ÁGUILAS
El viernes por la noche el equipo Cuba estuvo a punto de “variar el menú”. Desde que comenzaron este largo periplo competitivo solo han podido “comer” Águilas, los demás conjuntos se les han atravesado en las gargantas a los insulares. Las cuatro victorias hasta ese día habían sido frente al mismo rival: las Águilas de Trois-Rivieres.
Fueron tres éxitos iniciales, de los que ya escribimos en un comentario anterior, y uno más la segunda vez que ambos elencos se enfrentaron. Los demás elencos han dejado a los muchachos de Roger Machado “en esa y esperando aquello”.
Repasemos un poco lo sucedido en las últimas jornadas: Yoanni Yera fue el encargado de devolver a los caribeños a la senda de los triunfos con un aplastante 12-1 sobre las Águilas, en un juego en el que Yoelkis Céspedes, Yordanis Samón y Jefferson Delgado batearon tres hits cada uno y hasta Víctor Víctor, silenciado con el madero en el torneo, conectó par de incogibles.
Al día siguiente, después de la fiesta, todo volvió a ser como antes. El adversario fue el Sussex County y este no tuvo piedad con los serpentineros de la Isla a los que vapulearon 15-4. Un solo inning duró en el montículo el derecho Alain Sánchez (el perdedor) y detrás de él hubo un desfile que no pudo contener a la tanda rival.
Empezaba así otra cadena de tropiezos. El mismo Sussex County les ganó el otro duelo con una pizarra ajustadísima 2-1, en una noche en la que el joven zurdo santiaguero Ulfrido García enseñó su talento, pero en el sexto un envío le costó la derrota, le conectaron un jonrón con un hombre en base que le dio la vuelta, definitivamente, al marcador.
Después los cubanos se trasladaron para New Jersey donde los esperaban los Chacales. Jueves y viernes sostuvieron dos partidos muy reñidos, definidos ambos por la mínima (4-3 y 7-6).
El último fue el que estuvo a punto de romper el hechizo de que los cubanos solo tienen puntería para las Águilas, pues llegaron al séptimo inning con ventaja de 6-3, pero en esa entrada el relevista Alain Sánchez, muy poco efectivo en la gira, toleró las cuatro anotaciones que revirtieron el marcador. Hubo hasta un vuelacercas con dos en base que sirvió para rematar el racimo de los Chacales.
DE PROTAGONISTAS Y OTROS PERSONAJES
A la ofensiva, el tunero Yosvani Alarcón no ha dejado de ser el hombre de mejores prestaciones. Su línea ofensiva (AVE, OBP, SLU) es de 422-447-556. El capitalino Juan Carlos Torriente (por cierto, de cumpleaños el sábado 24) es el otro que su promedio al bate anda por encima de 400 (406-424-406).
Les siguen con average sobre 300: Guillermo Avilés (344-382-500), Yordani Samón (324-338-408), Dennis Laza (321-333-500) y Norel González (321-377-393).
Mientras, los de menos promedio al bate son: Olber Peña (200-200-300), Víctor V. Mesa (200-284-267) y Ariel Martínez (185-241-222).
¿Quiénes encabezan cada departamento?
Hits:
Yordani Samón 23
Yosvani Alarcón 19
Norel González 18
Carreras anotadas
Yordani Samón 12
Yoelkis Céspedes 8
Víctor V. Mesa 8
Dobles
Yoelkis Céspedes 6
Yosvani Alarcón 6
Norel González 4
Raúl González 4
Triple (uno solo de Samón)
Jonrones (cinco tienen uno cada uno)
Carreras impulsadas
Yordani Samón 9
Raúl González 8
Jefferson Delgado 6
Yoelkis Céspedes 6
Bases por bolas
Víctor V. Mesa 7
Norel González 5
Yoelkis Céspedes 5
Ponches
Yoelkis Céspedes 21
Guillermo Avilés 10
Yordani Samón 9
Víctor V. Mesa 9
Colectivamente, Cuba batea para 301, con OBP de 342 y SLU de 376. Apenas cinco jonrones, con 33 boletos recibidos y 91 ponches.
Nada elogiables son los números del staff de pitcheo. De manera colectiva trabajan para 6.29 promedio de carreras limpias por juego y un WHIP (promedio de embasados por entrada) de 1.85. Han regalado 74 bases por bolas y han ponchado a 110 bateadores.
Solo tres serpentineros tienen una efectividad por debajo de las cuatro limpias por cada nueve innings: el avileño Leomil González registra 1.80 de PCL, con WHIP alto de 1.60, no ha ganado ni ha perdido, y tiene 3 BB y 7 K con una limpia en 5 inning; Frank Luis Medina tampoco tiene decisión y en 13 capítulos sobre el box le han marcado tres carreras inmaculadas, para un PCL de 2.07, un WHIP mejor: 1.15, con 4 BB y 7 K; y el tercero de números más sobresalientes entre los insulares es Yariel Rodríguez, quien archiva un triunfo y un fracaso, en 18.2 innings ha permitido 8 anotaciones limpias con 13 BB y 16 K, para una efectividad de 3.85 y WHIP de 1.29.
Los peores guarismos los tienen Alain Sánchez (tres derrotas sin victorias, PCL: 10.96 y WHIP: 2.81) y Dachel Duquesne (dos reveses sin éxitos, 11.57 de efectividad y 2.04 de promedio de embasados por inning).
Después de esta larga radiografía, esperaremos a que termine la incursión cubana en esta edición de la Liga Can-Am para hacer la última valoración, previo al tope de nuestra selección con el equipo universitario de Estados Unidos, pactado para principios de julio.
Pero no deje de seguirnos, que pronto escribiremos sobre los peloteros contratados en ligas profesionales extranjeras y sobre el elenco que nos representará en el Torneo de Rotterdam, en Holanda. Mucha pelota para este verano, que trae como mejor oferta el inicio de la temporada cubana el 6 de agosto.
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