Cuánto tiempo había esperado para poder escribir algo así: la fecha del 8 de septiembre de 2018 será histórica para el fútbol cubano, que tan poco ha brillado a nivel internacional y que tradicionalmente ocupa los últimos escaños en cuanto evento foráneo interviene, dada su letal sequía goleadora, esa que “se cuela” dentro de los botines y jamás se desprende.
Pues les comento que este sábado la selección mayor de Cuba, con el villaclareño Raúl Mederos como timonel, le endosó a Islas Turcas y Caicos una inédita y escandalosa goleada de 11-0, en el estadio Pedro Marrero, en el inicio de la Liga de las Naciones de Concacaf.
En la historia del fútbol cubano, el triunfo más amplio de una selección había sido el resultado de 9-0 ante una escuadra de Puerto Rico. Pero hoy el pésimo rival, carente del menor ABC futbolístico, mostró tantas deficiencias, que lo más llamativo será analizar las razones por las cuales el marcador no reflejó una mayor cantidad de perforaciones.
Mederos abrió el partido con la mayoría de los jugadores que habían intervenido en la reciente gira por el área centroamericana y caribeña, que incluyó seis juegos amistosos y en la cual apenas se consiguió un triunfo, por 2-0 ante Barbados. Y utilizó como “falso nueve” al volante matancero Luis Javier Paradela, quien le respondió con tres goles y excelentes movimientos sobre el gramado, que pararon al graderío del Marrero.
El recital de gambetas cubanas fue tan grande, que el equipo mostró 72 por ciento en la posesión del balón; con la reincorporación de Daniel Luis Sáez como volante de contención, dominaron la media cancha y, además, abrieron las bandas con sus veloces carrileros Yosel Piedra y Leonis Martínez, quienes (casi) hacían las funciones de delanteros.
Tan poco exigente se mostró el rival, que los goles cayeron uno tras otro, sin el menor contratiempo.
Con sus tres dianas, Paradela, que jugó 62 minutos y después fue sustituido por el ariete Maikel Reyes, devino máximo goleador, en tanto Andy Baquero, Luismel Morris, Yordan Santa Cruz y Roberney Caballero, marcaron dos per cápita.
Las estadísticas reflejaron el claro dominio del cuadro local, que ante la pésima defensa del oponente pisó en reiteradas ocasiones el área y realizó 23 disparos a puertas. Paradela, Baquero, Santa Cruz y Morris, un joven del equipo sub 20 con mucho fútbol en sus botines, se “aburrieron” de tocar la esférica ante la incapacidad de que el rival se la quitara.
Mientras, los visitantes no pudieron sacar provecho de escudarse atrás y apostar a la velocidad de Marco Fenelus, quien realizó los escasos dos disparos de su equipo en todo el partido, en el primer tiempo. Los de las Islas Turcas y Caicos se vieron tan pequeños como el área de su nación en un mapa del mundo. Y fueron estoicos invitados, que recibieron los goles y jamás dieron una patada mal intencionada, como siempre sucede cuando un equipo apabulla al otro.
“Goleada histórica, pero estoy inconforme con el accionar del grupo, pues estuvieron lentos, falta de ritmo y adaptados muy fácil al que ponía el contrario”, expuso el técnico Medero al finalizar el cotejo.
El adiestrador villaclareño comentó que Turcas y Caicos es floja, pero los tres rivales que les restan (Granada, República Dominicana y Haití) son de nivel superior y no se pueden cometer esos errores.
“Nuestra característica es el fútbol más agresivo, sin tanto toca-toca y esa cantidad de pases laterales innecesarios. Ahora se irán a casa y el próximo domingo retornamos al entrenamiento, para corregir los errores vistos hoy ya que Granada es un rival de mejor juego”, explicó Mederos.
Entretanto, Matthew Barnes, entrenador del equipo visitante, fue categórico en su comentario: “Cuba tocó mejor la pelota y nuestro grupo, que apenas entrenó tres semanas, hizo lo que pudo, aunque regresamos con una enorme goleada”.
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