Cuba se mantuvo en la élite del lanzamiento del disco entre las féminas. Esta vez fue Yaimé Pérez quien sostuvo la bandera, pues el 2018 no fue una temporada pródiga para la titular del orbe y medallista olímpica Denia Caballero. El segundo lugar que obtuvo en los Juegos Centroamericanos de Barranquilla, con 65.10 metros, devino uno de los resultados más destacados para la villaclareña, protagonista de una campaña matizada, donde sus registros oscilaron entre los 61 y los 63 metros.
Con su entrenador Raúl Calderón conversamos para conocer, de primera mano, su valoración sobre el año que se escapa y la proyección para la nueva etapa que comienza.
—No fue un buen año para Denia Caballero
—Ciertamente Denia tuvo una temporada mala, aunque pudo sacar lo mejor de sí en los Juegos Centroamericanos.
“Se quedó por debajo de todas nuestras expectativas. Ni siquiera en las “intensidades” logró acercarse a lo que esperábamos. No cumplió con los parámetros, pero como es una atleta de competencia decidimos esperar a ver qué pasaba en los Juegos Centroamericanos, y lo hizo bien. Teniendo en cuenta cómo se había desarrollado su temporada y tomando como base los test pedagógicos que habíamos hecho, estaba claro que su desempeño allí tenía que estar entre los 64 y los 65 metros, no podía ser mayor, por tanto, visto desde ese punto de vista, lo hizo bien. No se podía hacer otra cosa”.
—¿Causas?
—Ella no cumplió con los propósitos que definimos para cada etapa y eso se refleja en sus resultados deportivos. También hay que decir que tuvo una serie de molestias físicas que, aunque no fueron significativas, sí incidieron sobre su disposición competitiva.
—¿2019?
—Es un año de Juegos Panamericanos y de Campeonato Mundial. Las fechas de estos eventos ayudan porque los panamericanos serán antes que el mundial. Pienso hacer un trabajo similar al que hice con Yarelis Barrios en 2011 y que me dio buenos resultados.
“Terminaremos el macro de cara a los Panamericanos y después, con un PDC (preparación directo a competencia) buscaremos que repita su resultado en el Campeonato Mundial.
”Su primera estructura estará centrada en el Campeonato Nacional de Lanzamientos (Memorial Aurelio Janet) y en la Copa Cuba, y la otra tendría como base las competencias internacionales en Europa y la Liga de Diamante para concluir, como te decía, en Lima”.
—¿Quiere decir que el objetivo de la temporada son los Juegos Panamericanos?
—Sí, pero quiero que lance duro allí y que repita ese resultado en el mundial.
—¿Cómo valoras la temporada que acaba de protagonizar Yaimé Pérez?
—Yo pienso que ha sido su mejor año. Ella dice que los psicólogos la han ayudado mucho, y lo cierto es que se vio a una mujer mucho más madura y consistente. Yaimé siempre ha sido una atleta muy estable pero este año fue capaz de sostener las marcas en las competencias fundamentales y ahí está el resultado, es campeona centroamericana, de la Liga de Diamantes y de la Copa Continental.
—Yaimé Pérez Téllez ganó la final de la Liga de Diamantes con disparo de 65.00 metros. El triunfo de la cubana dejó a Sandra Perkovic sin el séptimo diamante de su carrera. En esta competencia, Denia solo llegó hasta 56.37 metros y se posicionó en el octavo puesto. ¿Qué le pasó a Denia en esa final?
—Si tú supieras que Denia estuvo a punto de no viajar para la final de la Liga. Ella estaba con fiebre y tremendo malestar general. Era un estado viral que la debilitó bastante. Por eso ese resultado, porque llegó muerta allí, pero fue bueno que estuviera, porque pudo ser un apoyo importante para Yaimé en ese momento decisivo.
—Una mirada al panorama internacional
—El nivel del disco en el mundo mantiene a unas seis mujeres en la élite: Sandra (Sandra Pérkovic), las nuestras, la australiana Samuels (Dani Samuels) y las chinas, al menos dos de ellas, aunque las tres son jóvenes y la que menor marca tiene es de 64 metros.
“Creo que a Melina (Melina Robert-Michon) le va a costar un poco más porque viene de la maternidad y a los 38 años es más complicado reinsertarse.
”El mundial no va a ser así de relajado como este año. Allí se va a tirar duro y hay que guapearlo. Te repito, mucho ojo con las chinas, la gente no habla de ellas porque no se dejan ver mucho, pero ese es un país de tradición y hay que tomarlas en serio”.
—Y qué hay con Alemania, es una nación de mucha representatividad en esta prueba
—Ellas, supongo que tres de ellas, van a estar ahí, pero han estado inestables en estos años. Se pensó que Ana Ruth iba a ser una fuera de serie, pero se ha quedado por debajo de las expectativas, ya a Nadine (Nadine Muller) le han pasado los años y Fisher (Julia Fisher) estuvo bastante apagada. Hay otra muchacha joven, pero no me parece que esté para grandes cosas aún.
—¿Andressa de Morais?
—Ha tenido un año 2018 muy bueno. Su entrenador es el cubano Julián Mejías, que fue balista. Hay que esperar a ver cómo se proyecta ahora, lo complicado de todo esto es poder mantenerse.
—Otro año que comienza sin pista
—Tanto el INDER como la dirección de nuestro deporte están haciendo todo lo posible porque la pista salga. Pensamos que cuando inicie el período competitivo, a inicios de 2019, ya se haya solucionado. Ojalá y así sea porque, aunque a nuestra prueba no la afecta en demasía, este es un problema de nuestro deporte y aquí todos representamos a Cuba; todos somos el atletismo cubano.
—Me debía conversar contigo sobre el “dopaje” de Yarelis Barrios. ¿Qué nos puedes decir?
—Para mí es un absurdo… pero bueno, ellos abrieron las muestras, hicieron todo el procedimiento y les dio positivo, así que a los efectos oficiales es dopaje… ¡Qué vamos a hacer!
“Ahora bien, yo sostengo su inocencia. En ese momento Yarelis y yo éramos una sola persona y si ella se hubiera tomado una aspirina me lo habría dicho.
”Fíjate además que, mirando todas sus competencias, esa una de las más malas de su carrera, porque fue una de las pocas veces en las que no lanzó cerca de su mejor marca. Era un año de 66 metros y tanto, y allí solo tiró 63.64 metros.
”Si tú supieras que a mí ni se me ha grabado el nombre del medicamento, porque no me interesa. Yarelis Barrios es la medallista de plata de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Puede que no esté en los libros, pero para mí lo fue y lo seguirá siendo”.
—También entrena a Rosalina Vázquez, una santiaguera de 21 años de edad y 56.04 metros de marca personal. ¿Qué aspiraciones tiene con su desempeño?
—No te miento, cuando no estoy aquí se me atrasa. Eso de que “el ojo del amo engorda al caballo” funciona completamente con ella, y entonces este año no llegó a lo que tenía que llegar. Yo pensaba que iba a terminar con más de 58 metros, pero no fue así. Mi expectativa era convertirla en la tercera mujer de Cuba en el Mundial pero ahora no tengo esa certeza. Tenemos que trabajar duro a ver qué pasa.
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