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sábado, 23 de noviembre de 2024

Clásico Barça-Real Madrid: Suárez hizo de Messi en “manita” culé

Barcelona goleó 5-1 al Real Madrid, con tres perforaciones del uruguayo Luis Suárez...

José Luis López Sado en Exclusivo 29/10/2018
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Luis Suárez Barcelona
El delantero uruguayo del FC Barcelona Luis Suárez celebró así su tercer gol ante el Real Madrid, durante el partido de la décima jornada de Liga.

La presión en todas las líneas, la intensidad y buen trabajo de sus mediocampistas, el tránsito descarado por la banda izquierda y, en especial, el olfato goleador de su delantero uruguayo Luis Suárez, fueron las claves en la escandalosa goleada de 5-1 que le endosó el Barcelona al Real Madrid, en el tradicional Clásico de la Liga Española de Fútbol, disputado en el Camp Nou culé.

Ante la ausencia de Messi, quien sufre una fisura en el codo, el ariete charrúa sabía que de él dependía un buen accionar del Barça. Y desde el pitazo inicial les hizo saber a sus compañeros que les iba a pedir la pelota… y había que dársela. Ellos confiaron en su tino y no les hizo quedar mal: hat trick, al que se unieron los goles de Coutinho y Arturo Vidal.

Sin dudas, con la “manita” sufrida en este (casi) monólogo azulgrana, el técnico madridista Julen Lopetegui, con quien el equipo no gana en la Liga y sufre mucho en la Champions League, está bien cerca (quizá hoy mismo) de ser despedido.

El primer tiempo fue un baile culé. Los 325 canales televisivos que llevaron las imágenes del Clásico a 182 países reflejaron a un cuadro local que incluyó a seis mediocampistas y a Suárez en espera de los balones. En tanto, el cuadro “merengue” mostró plena desorientación táctica, poca creatividad y, lo peor de todo, la sequía goleadora que padecen desde que el crack portugués Cristiano Ronaldo se fue a las filas de la Juventus de Turín. Lopetegui no convoca al delantero brasileño Vinicius, y Benzema se mantiene con el mismo guion: corre y se entrega mucho, pero no mete goles.

El Barcelona no se lo pensó mucho: salió a presionar, tener la pelota y buscar la velocidad de Jordi Alba, a quien debió perseguir hasta el mismísimo Gareth Bale, que así perdió protagonismo en el ataque blanco.

Y el resultado no podía ser otro: con un sprint de Alba, Coutinho se llevó la atención de Nacho al interior, y luego el lateral izquierdo le cedió la bola al volante creativo brasileño para que marcara el 1-0, en el minuto 11.

El Real Madrid no encontraba la forma de robarle la pelota al Barça en el mediocampo. Isco erró en demasía, Luka Modric no se vio, y Tony Kroos pasó casi inadvertido. ¿Y Marcelo? Bien, gracias. Vio demasiadas “espaldas” rivales y apenas metía esa pierna dura que lo caracteriza.

Las penurias defensivas madridistas se volvieron a ver en el minuto 22. Varane se trabó con Suárez; el árbitro acudió al VAR —primera vez que se usa en un Clásico español— y decretó el penalti, que fructificó el charrúa y puso el 2-0 en el pizarrón.

DESTELLOS “MERENGUES”

En el primer tiempo, el Real Madrid efectuó cuatro disparos a puerta, todos desde las afueras del área. Y debía despertar. O morían equipo y técnico o concretaban la remontada histórica en casa del archirrival. Y en los 15 minutos iniciales se fueron en busca de la portería del alemán Ter Stegen. Kroos recuperó el control de la salida con pelota, y Lucas, nuevo dueño de la banda derecha tras la salida del central Varane, le puso a Marcelo el balón para que el brasileño pusiera el 2-1 y permitiese soñar a los hinchas merengues.

A partir de ahí, con un Isco más activo y preciso en los trazos, el Madrid tuvo oportunidades para empatar. Un cabezazo de Bale por encima, un disparo de Modric al palo... pero no caía el gol, porque no aparecía Bale, que nada ha hecho tras la salida de Cristiano Ronaldo.

El Barcelona se recompuso ante ese asedio “merengue”. Alba siguió su libre tránsito por la banda izquierda y se asoció bien con Suárez, que en cierto momento llegó a ser frenado por Casemiro.

En el 75’, el crack uruguayo remató genialmente un centro de Sergi Roberto y, de cabeza, puso el 3-1. Pero faltaba mucho más baile culé.

Y en el 83’, Sergio Ramos se equivocó y Suárez completó el hat-trick.

La goleada cerró por donde empezó, por la banda izquierda del Barça. Dembelé llegó solo al borde del área, “mareó” a Nacho y centró para que Vidal marcara el quinto.

Messi gozaba en el graderío… y Lopetegui cruzaba los dedos después de esta “manita” en el Camp Nou. ¿Será cesado en el banquillo del Madrid? Esperemos.


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José Luis López Sado

Periodista


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