Bonne es… ¡campeón mundial!

Noticias confusas circularon durante los primeros compases de los Campeonatos Mundiales de Lucha, que acaban de iniciarse en Budapest, la capital de Hungría. No pudimos acceder a la página oficial del evento (nuestro vino, es decir, nuestro Internet, es amargo, pero es nuestro Internet). Entonces nos quedamos con la versión oficial: la del sitio de organismo deportivo cubano…

Y ahí, en el sitio digital Jit, se reflejó una noticia sensacional: el librista cubano Yowlys Bonne (de la división de los 61 kilogramos) salió este domingo de la arena Lazlo Papp… ¡con la medalla de oro!

Primeros apuntes...

Se trata del mejor resultado de Bonne en su ya larga carrera deportiva, pues supera sus dos bronces en los mundiales de Taskent 2014 y del año pasado en París 2017. Ello le da importantísima energía para tratar de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Y tratar de alcanzar una medalla en ellos. Sí, no olvidamos que la división de los 61 kilogramos, en la que acaba de competir, no se encuentra incluida en el programa de esa cita. Es decir: tendrá que ganarse el puesto en casa, lo cual no será nada fácil, para ocupar una de las divisiones olímpicas.Casi enseguida volveremos con Bonne…

Segundo apunte...

La muy prestigiosa lucha cubana llegó a Budapest 2018 con un reto importante: tratar de mantener la racha casi mágica de ganar al menos una medalla eslabonada desde el año 1982. Lo que acaba de unirse a la cadena, en cuanto a mundiales consecutivos, es el eslabón número 27.

En ocasiones, como ahora, esa racha se ha mantenido incluso sin la presencia del casi invencible súper completo de la modalidad grecorromana Mijaín López, lo cual no ha preocupado antes de que se comenzara cada uno de esos retos. La presea de Bonne trajo rapidísima tranquilidad en el propósito de mantener la cadena, pues llegó incluso en la segunda jornada del mundial, pero en la primera en la que se repartieron medallas.

Vamos a descubrir el agua tibia: pueden venir otras preseas…

Un ejemplo calientico de esas posibilidades: este domingo el también librista Alejandro Valdés (división de los 65 kilogramos), con un gran crecimiento deportivo a partir de su incursiones en la Bundesliga alemana, se ganó el derecho de discutir este lunes medalla de bronce, la cual obtuvo el año pasado en el de París. No es difícil imaginar, desde La Habana, que ese resultado, si es que incluso logra concretar esa medalla de bronce, solo lo ha dejado feliz hasta cierto punto, teniendo en cuenta lo que dijo tras bajar del podio hace un año en la capital francesa.

“Estoy emocionado: es mi primera medalla mundial. Le he dedicado la vida completa a la lucha, desde los seis años, y no había podido subir al podio. De todas formas, no estoy conforme, vine por el oro, lo intenté y fue imposible”. La medalla de oro ganada por Bonne atenúa, a nivel de equipo, que Yurieski Torreblanca (86) cedió en el repechage, revés que lo dejó ya sin opciones de buscar, como tanto deseaba, llegar al podio. Ahora debe seguir mirando hacia adelante.

Una deuda...

Volveremos ya, como prometimos, con Bonne y su andar por los colchones de competencia montados en Budapest. Las primeras victorias las consiguió ante el rumano Ivan Guidea (6-0), el iraní Esmaell Mohammadbaghuer (10-8); y el estadounidense Joseph Daniel Colón (9-4).

Ah… ¡pero faltaba el duelo final! ¡El que debía ser más difícil!

Era ante un ruso, país que es una histórica potencia en este deporte.

La pelea ante Gadzhimurad Rashidov, actual líder europeo y segundo del mundial 2017, va a ser difícil que nuestro compatriota la olvide mientras tenga lucidez mental, por lo que significaba y por lo difícil: terminó con estrecha pizarra de 6-5. Otra verdad de Perogrullo. Si Yowlys Bonne es hoy campeón mundial es un premio a la constancia. A no haberse rendido cuando las cosas no salieron bien. A pensar que él sí podía.