Durante tres días, del 2 al 4 de junio próximo, La Habana será sede de la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), llamada a convertirse en un hito de la unidad regional y de América Latina, cuyos gobiernos democráticos son estremecidos por los continuos ataques de la derecha internacional y el peligro que ello representa para la paz de esta parte del planeta.
Venezuela, uno de los Estados miembros de esta Asociación, permanece bajo el constante acoso de las fuerzas derechistas —tríada América Latina-Europa-Estados Unidos—, que intentan derrocar al gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro, con las afectaciones que —aunque es improbable tal desenlace— acarrearía al resto de los caribeños.
En Colombia, devenida foco mundial de interés, está por finalizar la guerra interna que ensangrienta ese país desde hace más de 50 años entre las fuerzas oficialistas y las históricas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). A ese histórico resultado podrá llegarse luego de tres años de negociaciones de paz en la capital cubana.
Tanto Maduro como el presidente colombiano Juan Manuel Santos asistirán a la VII Cumbre, con sede en el Palacio de la Revolución cubana, y luego de la reunión preparatoria de los titulares de Exteriores.
Cuba asumió la presidencia temporal de la Asociación el pasado 1.o de enero, hasta entonces en posesión de Haití, en una ceremonia de traspaso en Puerto Príncipe, a la que asistió el canciller de la Mayor de las Antillas, Bruno Rodríguez Parrilla.
En la ocasión, Rodríguez Parrilla expresó el compromiso de La Habana de continuar el trabajo que se viene realizando por la integración caribeña y la revitalización de la organización integrada por 25 Estados miembros y siete en calidad de asociados.
La AEC fue fundada el 24 de julio de 1994 mediante un Convenio Constitutivo en la ciudad balneario Cartagena de Indias, Colombia.
Analistas consideran que aunque se han fortalecido las estructuras económicas y sociales aún quedan muchas potencialidades en los territorios que comprende la Asociación, con 5 153 514 km² y 267 437 814 habitantes, la tercera parte del conjunto poblacional de América Latina.
La Secretaría General de la AEC se encuentra en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, donde se celebró su primera cumbre en 1995. El Secretario General es el embajador colombiano Alfonso Múnera, quien viajó a La Habana el pasado año, donde indicó su seguridad en la alianza incondicional y entusiasta de las autoridades cubanas desde la presidencia de la AEC para proseguir el proceso de renovación de la entidad iniciado en 2013.
¿QUÉ PAÍSES SON MIEMBROS DE LA AEC?
Distintas culturas y tradiciones, economías basadas en lo fundamental en el turismo, con tres lenguas oficiales —español, inglés y francés, amén de varios dialectos— se unen en la AEC.
Aparecen como miembros plenos Cuba, Bahamas, Jamaica, Haití, República Dominicana, Antigua y Barbuda, Saint Kitts y Nevis, Dominica, Santa Lucía, Barbados, San Vicente y Las Granadinas, Granada, México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Trinidad y Tobago, Guyana y Suriname.
Como Asociados están Aruba, Curazao, Guadalupe, Martinica y Sint Maarten. Francia, representando a Guyana Francesa, San Bartolomé y San Martín, y los Países Bajos a Bonaire, Saba y Sint Eustatius.
ESPACIO ECONÓMICO
Uno de los propósitos de la agenda habanera es el fortalecimiento de la unidad, en su sentido más estricto, entre los Estados miembros, siempre con el respeto a la diversidad política, económica y cultural, pero con la vista puesta en la concertación y la cooperación en un espacio económico ampliado, en beneficio de sus pueblos y la sostenibilidad de la región.
El comercio, el transporte y el turismo, la defensa del mar Caribe, la preparación ante los fenómenos naturales son, entre otros, algunos de los puntos que también serán analizados en La Habana.
Los jefes de Estado y de Gobiernos de la AEC suscribirán en La Habana una declaración y un plan de acción dirigido, este último, a facilitar un avance sostenido de la zona, rica en recursos naturales y epicentro del turismo internacional.
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