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viernes, 27 de diciembre de 2024

Trump, Guaidó y comparsa se quedaron con las ganas

Cuando se escriben estas líneas es noche cerrada en Caracas y La Habana...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 24/02/2019
1 comentarios
Venezuela se respeta
Con entereza, serenidad, responsabilidad, apego a la paz y orgullo de saberse venezolanos y latinoamericanos, los combatientes y el pueblo llenaron calles y plazas.

Faltan apenas unas horas para que termine el sábado 23 de febrero, el gran día del “triunfo” de las sierpes sobre la Venezuela chavista, según los ensueños hegemónicos.

Sin embargo, Nicolás Maduro sigue siendo presidente legítimo, la Fuerza Armada Bolivariana se mantiene junto a la legalidad y fiel a la letra de la Carta Magna, y la gente, esa que enfrenta a diario desabastecimientos, dificultades, limitaciones en el bolsillo, problemas con los medicamentos o el transporte, pero sabe bien quien puede robarle definitivamente toda esperanza de cambio y de futuro, hizo gala una vez más de su intenso amor a su tierra y a su historia de combate al grito de “La Patria no se vende, la Patria se defiende.”

Con entereza, serenidad, responsabilidad, apego a la paz y orgullo de saberse venezolanos y latinoamericanos, los combatientes y el pueblo llenaron calles y plazas, y se desbordaron sobre las fronteras del país para conjurar, como lo hicieron, los shows mediáticos orquestados por la derecha bajo las órdenes gringas, de manera de armar el más mínimo pretexto que condujese a un conflicto armado  generalizado, plan clave de Washington para reapoderarse de las riquezas venezolanas y reconvertir a ese país en otra pieza de su cofradía de marionetas hemisféricas.

Del otro lado, esencialmente en territorio colombiano, y junto a la mísera “ayuda humanitaria” que la Casa Blanca ordenó llevar a Venezuela a toda costa en absoluto irrespeto a la independencia e integridad de esa nación sudamericana, se dieron cita Juan Guaidó, el “presidente por encargo de la Oficina Oval” (que incumplió con ese viaje la orden de no salida del país dictada por el Tribunal Superior de Justicia que le investiga por delitos contra la Constitución); los mandatarios de Chile y Paraguay, tan “apegados” ellos a la democracia; el cabecilla de la OEA, el sinuoso Luís Almagro, y, como era lógico, el jefe del ejecutivo colombiano, que ha hecho de su patria el bochornoso cuartel general de la agresión contra Caracas.

Allí fueron también, muy bien incentivados es sus bolsillos, por cierto, no pocas figuras de la farándula a ejecutar sus lamentables cantos por el derramamiento de sangre entre hermanos, junto a terroristas, farsantes, aventureros y agentes gringos con o sin uniforme.

En fin, la mesa perfectamente servida para degollar a la patria venezolana y a la Revolución Bolivariana como la vía para avanzar al futuro y hacia una nación más justa y digna.  

Sueños destructivos tan arraigados que hasta el  señor asesor presidencial y contumaz “terro-guerrerista” Jonh Bolton, pospuso un programado viaje de fin de semana a Corea del Sur para “estar cerca de los acontecimientos en Venezuela”.

Lo cierto es que la agresiva y peligrosa payasada solo puso en evidencia que el golpe de estado orquestado con la “revelación” de Guaidó  como “gran líder opositor nacional” y puente hacia la reimposición derechista, ya puede calificarse con propiedad como un rotundo fracaso.

Desde luego, los riesgos persisten, junto a la larga lista de sanciones, presiones, atracos y desmanes oficiales gringos. Por tanto la desmovilización popular sigue siendo vital.

Tal vez en los instantes en que el lector navegue sobre estas líneas, este lunes, en Colombia,  y como prolongación de la obsesa hostilidad contra Caracas, bajo la batuta del vicepresidente Mike Pence los abyectos integrantes del Grupo de Lima estará “confeccionado” una declaración conjunta que “deplore la actitud de Nicolás Maduro de negarse a aceptar la ayuda humanitaria” Made in USA; reiterarán la “necesidad de encarar la trágica situación humanitaria y la crisis de seguridad en Venezuela”; borrarán toda alusión a un arreglo pacífico y negociado entre venezolanos; e incentivarán para ese país “futuros  y provechosos” vínculos con el Fondo Monetario Internacional y otras entidades financiares de alto, público y  deleznable talante usurero.

Pence, a su vez, pretenderá dar nuevos aires al fantoche Guaidó y subrayará el irrestricto respaldo de Washington a su lamentable papel de cipayo de turno.

Pero por lo pronto, la realidad clara, sencilla y contundente, es que este 23 de febrero la Venezuela de los patriotas se calzó un rotundo laurel.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Salvador Camberos R.
 6/3/19 3:24

Fuera D. Trump, y su títere Guaidó de Venezuela !!!..

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