El próximo lunes 7 se cumplirá un mes desde que el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva entró en prisión en Curitiba, Paraná, mientras continúan las protestas por su liberación, se aprestan nuevos recursos judiciales, y se mantiene la Vigilia alrededor de la cárcel, donde continúa la política de odio en su contra.
Este viernes, los acampados frente a la Superintendencia de la Policía Federal fueron agredidos por segunda vez en los últimos 15 días. En la primera ocasión tirotearon a los seguidores del político progresista más popular del país, con saldo de dos heridos, uno grave, y después un antiguo militar entró en el campamento y rompió el aparato de audio, de suma importancia en la espontánea velada popular.
Lula da Silva permanece en aislamiento en una celda en el cuarto piso del inmueble y solo esta semana le permitieron recibir visitas de una hora de sus familiares. Para encontrarse con otras personas, él debe ceder el tiempo concedido a sus allegados. Se anunció que el próximo jueves hablará con el teólogo Leonardo Boff y ya se entrevistó con la presidenta del Partido de los Trabajadores, (PT) Gleisi Hoffmann. .
A pesar de su encarcelamiento, y aunque continúe preso, el PT insiste en que Lula será su candidato a la presidencia en las elecciones de octubre próximo, con lo que, si el partido logra su propósito, sería el tercer mandato del antiguo obrero metalúrgico de Sao Paulo.
El político de 72 años que sacó a 28 millones de su coterráneos de la pobreza en ocho años e implantó programas sociales de beneficio popular, ocupa ahora el primer lugar en las intenciones de voto de la población, con más del 30%, según indicó el Instituto Paraná Pesquisas, en una nota divulgada hace pocos días.
En segundo lugar aparece el ultraderechista Jair Bolsonaro, con un 19,5%, por lo que de mantenerse esa tendencia jamás ocuparía el Palacio de Planalto.
De acuerdo con los abogados de la defensa no hay materialidad en las acusaciones contra el exmandatario (2003-2011) porque carecen de lógica y de consistencia y aun así mantienen un complot judicial para impedir que participe en los comicios.
Lula es acusado de recibir un apartamento triplex en Guarujá, litoral de Sao Paulo, a cambio de que su gobierno favoreciera a la constructora OAS. Sin embargo, no hay documento alguno que sustente la causa, por lo que analistas coinciden en que debe ser anulada por carencia de pruebas.
Resulta significativo que la revista Veja, del grupo O Globo, uno de los líderes de opinión contra el ex mandatario progresista, entrara en la celda de Lula, -según aparece en sus páginas- considerado un preso político rehén del sistema judicial que responde, en su mayoría, al presidente de facto Michel Temer.
Veja detalla en su salida de esta semana la rutina diaria del ex dignatario en la celda de aislamiento donde está confinado, lo cual reafirma para el ex asesor ministerial Danilo Molina ¨su condición de victima de un estado de excepción selectiva¨, a partir de un proceso judicial direccionados, con plazos violentados a pesar de la presunción de inocencia.
Molina llama la atención de que Veja tuviera acceso a un área restringida de la Policía Federal, mientras prohibieran que recibiera la visita de su médico, del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, de un grupo de parlamentarios y otras figuras políticas.
Para el líder del PT en la Cámara Baja, Paulo Pimenta, si la publicación tuvo acceso exclusivo a la celda de Lula se trata de ¨un hecho de gravedad impar¨, el cual revela la alianza y la complicidad de los medios al servicio de la derecha con la operación anticorrupción Lava Jato en la estatal Petrobras, en la que el gobierno petista y Lula ni tuvieron responsabilidad ni se beneficiaron.
En conversación con el diario digital Brasil 247, Pimenta dijo que si el reportaje es verdadero, ello significa la quiebra del Sistema Judicial Brasileño, que cada día revela, planteó, su capacidad de ser peor.
Para Brasil 247, la nota de Veja está escrita para atacar al prisionero, con insinuaciones de que tendría supuestos privilegios en aislamiento y con ello incitar la política de odio protagonizado por la revista durante años.
Mientras, continúan los esfuerzos del equipo de defensa del ex dignatario para demostrar su inocencia y están en trámite varios documentos, entre ellos el que solicita que el juez federal Sergio Moro, radicado en Curitiba y principal investigador en el Lava Jato, sea sacado del proceso, ya que la condena a Lula de 12 años y un mes no califica en la situación de Petrobras y la firma Oberdrecht.
Lula será propuesto al Nobel de la Paz
A pesar de los continuos ataques mediáticos, inocente –según medios políticos y jurídicos- de las acusaciones imputadas, Lula da Silva será propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz de este año.
La iniciativa de la candidatura partió del Premio Nobel de la Paz argentino de 1980 Adolfo Pérez Esquivel, a quien una jueza federal de Curitiba negó una visita al ex mandatario en la cárcel.
El activista social argentino presentó una iniciativa en la plataforma Change.org para lograr que el líder brasileño sea postulado este año al galardón entregado por la Academia de Noruega debido a su comprobada política a favor de los brasileños más pobres, de los cuales procede, pues nació y emigró del empobrecido estado de Pernambuco.
Esquivel, comprometido con la defensa de los derechos humanos durante las dictaduras de América Latina (entre los años 70 y 80 del pasado siglo), afirmó que Lula es merecedor del Premio ¨por su lucha contra la pobreza y la desigualdad¨, y enumeró los logros alcanzados durante sus dos mandatos.
¨Los invito a adherir la campaña para que Lula Da Silva reciba el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra la pobreza y la desigualdad. Les comparto la carta de nominación que presentaré al Comité Nobel Noruego:
¨El mundo reconoce que hubo un antes y un después en la historia del desigual Brasil¨ y ¨su contribución a la paz está en los hechos concretos de la vida del pueblo brasileño y es reforzada por los estudios de varios organismos internacionales¨ plantea Esquivel en su llamado.
Asimismo, el laureado hizo un llamado a las personas a través de un video para unirse a su propuesta en redes sociales con el ¨hashtag¨ #NobelparaLula.
Para algunos analistas, la prisión de Lula da Silva ha logrado un hecho inédito en Brasil y es la unidad de las centrales sindicales, que pretenden ampliar la lucha por la libertad del fundador del PT y exigir a Temer la revocación de la reforma del trabajo, un ataque directo a la clase obrera del país.
La unidad obrera quedó demostrada el pasado 1 de mayo, cuando esas entidades junto a los movimientos sociales dieron una demostración de fuerza en Curitiba, donde realizaron los actos centrales por el Día Internacional de los Trabajadores.
En Brasil hay seis centrales sindicales, en tanto fueron creados los frentes Brasil Popular y Pueblo sin miedo, que reúnen importantes movimientos sociales, como el de los Trabajadores rurales sin tierra, los Obreros sin techo y la Unión Nacional de Estudiantes, entre otros.
En esa línea, el presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, afirmó que por primera vez todas las organizaciones sindicales actúan como una sola. ¨Es importante destacar esto, precisó, porque solo Lula fue capaz de unificarnos¨.
Vagner reiteró una idea nacida entre el pueblo: ¨Lula hoy no es brasileño, es de toda América, de todo el mundo, porque nosotros todos somos Lula hoy¨.
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