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sábado, 16 de noviembre de 2024

Tragedia permanente

El drama de los refugiados sigue llenado espacios y cuartillas...pero persiste...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 13/12/2017
2 comentarios

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, recién hizo un llamado a la comunidad internacional para acoger a los emigrantes más vulnerables de Libia.

Se trata, en pocas palabras, de la reiteración de otros muchos mensajes que solicitan de las opulentas naciones receptoras abrir sus puertas a miles de familias que se han visto obligadas a dejar atrás sus hogares de origen amenazadas por tragedias masivas de toda índole.

En el caso libio, el drama que enfrentan cientos de miles de ciudadanos  proviene  de la absoluta inestabilidad e inseguridad surgida en esa nación del Norte africano a partir de la pretendida “rebelión interna” inducida por los intereses hegemonistas y sus aliados contra el derrocado gobierno del presidente Muamar El Khadafi, asesinado por los rebeldes durante la “revuelta” donde estuvieron en primera fila los terroristas de Al Qaeda y el entonces naciente Estado Islámico, con el apoyo y la anuencia de los Estados Unidos, sus socios occidentales, el sionismo y las satrapías árabes.

Desde entonces, y como ya había ocurrido en Afganistán y Libia tras la guerras “antiterroristas “ de Washington contra ambas naciones, el caos, la división interna y la exacerbación de la agresividad convirtieron a Libia, de una de las sociedades más prósperas de Oriente Medio, en un conjunto de territorios donde los “señores de la guerra” y sus socios foráneos han ejercido su voluntad omnímoda, haciendo valedero el principio hegemonista de los grupos imperiales de poder de fragmentar naciones para actuar en ellas sin  los obstáculos que supone tratar con un poder legalmente constituido y reconocido.

Y, desde luego, las víctimas preferentes de esta nueva modalidad de “organización global” son los pueblos, primero masacrados por los contendientes, y luego perseguidos, acosados y empobrecidos por los ocupantes foráneos o los cabecillas locales de turno.

Eso en el caso que ha ocupado la atención en estos días de la ACNUR, porque si bien de personas desplazadas y urgidas de ayuda se trata, ciertamente son millones las que hoy huyen de guerras y agresiones intestinas azuzadas muchas de ellas desde el exterior, pero no dejan de ser también cifras alarmantes las que provienen de poblaciones empobrecidas y depauperadas a cuenta de la explotación económica ancestral instaurada por una minoría mundial subdesarrollante, que se anota entre sus “virtudes” el saqueo de recursos naturales y la degradación social de las poblaciones sometidas.

De manera que si abogar por la ayuda a los que se ven obligados a emigrar es positivo y necesario, resulta además vital la batalla por un cambio definitivo en  las relaciones internacionales, de manera que cesen las políticas de los poderosos que asfixian la existencia de cientos de millones de seres humanos en todos los rincones del planeta, muchos de ellos sin la posibilidad de intentar siquiera cambiar de escenario.

Y mientras esas metas esenciales están por producirse en medio de enconos, reticencias y oposición de los causantes de tanto desafuero, seguiremos acumulando las alarmantes estadísticas que, por ejemplo, estiman en no menos de 362 mil refugiados y migrantes los que arriesgaron sus vidas cruzando el Mar Mediterráneo en 2016 para llegar el Viejo Continente,  y en más de 105 mil los que han enfrentado esa travesía en la primera mitad de este 2017, para encontrar la mar de la veces una actitud de rechazo, discriminación y marcadamente represiva.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 2 comentarios


Rodolfo
 14/12/17 8:29

estos hechos nos conmueven  y es productos a las guerras y la no atencion de sus gobierno asi como el intentar mejorar economicamente.

roduelbys
 14/12/17 8:26

Por qué está en malas condiciones la conexión de datos móviles en el municipio Bartolomé Masó en la provincia de Granma.

 

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