Las máximas autoridades de Palestina confirmaron que en lo adelante no dialogarán con personeros del gobierno del presidente norteamericano, Donald Trump, acerca de un arreglo con Tel Aviv.
Washington, precisaron esas fuentes, se descalificó a sí mismo como posible mediador en el conflicto palestino-sionista luego de reconocer a la disputada ciudad de Jerusalén, o Al Quds, como capital israelí y programar el traslado de la embajada estadounidense a esa urbe.
Se trata, para los palestinos y el resto de la comunidad internacional, de un total espaldarazo a las aspiraciones expansionistas del sionismo a cuenta del pueblo árabe, a la vez que una rotunda violación de todos los acuerdos vigentes acerca de Jerusalén.
En efecto, Maydi al-Yalidi, asesor diplomático del presidente de Palestina, confirmó que no habrá en lo adelante ningún tipo de contacto con miembros de la Administración estadounidense para discutir el proceso de paz palestino-israelí.
En este sentido, recordó que el presidente palestino, Mahmud Abás, “dejó muy claro” que no va a recibir a ningún representante de la Casa Blanca, después de que el mandatario, Donald Trump, declarara a Al-Quds como la capital del régimen israelí.
“Los Estados Unidos optó por no tener ningún papel en el proceso político” entre Palestina e Israel, ha afirmado Al-Yalidi, haciéndose eco de las palabras que Abás pronunció durante la cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica, OCI, celebrada hace una semana en la ciudad turca de Estambul para abordar la ilegal medida de Washington sobre Al-Quds.
En concreto, Abás ha prohibido a las autoridades palestinas reunirse con Jason Greenblatt, alto consejero y enviado especial para negociaciones internacionales de la Presidencia norteamericana, y con Jared Kushner, alto asesor y yerno de Trump.
“La decisión proisraelí del mandatario estadounidense ha provocado una ola de denuncias y rechazos en todo el mundo que advierten de las peligrosas consecuencias que conllevará la medida de Trump”, han dicho medios de prensa.
Tras el anuncio de Trump, el líder palestino enfatizó que Al-Quds, ocupada por Israel después de la Guerra de los Seis Días en 1967, es la “capital eterna del Estado de Palestina” y lamentó que la polémica decisión del inquilino de la Casa Blanca conduzca a la edificación de más colonias ilegales israelíes en los territorios palestinos.
Mientras, desde la decisión de Trump cerca de una treintena de palestinos han sido asesinados por el ejército israelí durante manifestaciones contra la opción norteamericana, y al menos otros tres mil quinientos resultaron heridos.
Lo cierto es que con su apoyo a las aspiraciones sionistas con respecto a Jerusalén, la Casa Blanca ha confirmado su total complicidad con Tel Aviv y la demagogia de su pretendida mediación en el conflicto con los palestinos.
De hecho, y vale subrayarlo nuevamente, Washington ha vetado históricamente todas y cada una de las declaraciones de la ONU condenando a Israel por su violencia contra Palestina y el resto de la comunidad mesoriental, a la vez que lo ha convertido en el mayor receptor de la “ayuda militar norteamericana” en el planeta.
La decisión sobre Jerusalén es, por tanto, la continuación de esa línea permanente e irracional.
guadarramas
21/12/17 13:03
Para aquellos ilusos que pretendieron poner a los EE.UU como verdaderos interesados en resolver por la vía pacifica y diplomática los problemas que ha tenido que enfrentar el Estado Palestino ante los desmanes de Israel sionita, se ha caído definitivamente la careta, bueno si es que la tuvieron. Pero ahora han sido más pretontes aún cuando han amenazado a los que ayudan con sus dólares, que de votar en contra les cortaran las ayudas. Hasta donde llega la prepotencia y ofensas del mandatario yanqui hacia el resto de los pueblos. Cuando nos levantemos en masa, unidos, cuando se acabe de democratizar el Consejo de Seguridad y se elimine definitivamente el veto. Cuando realmente la ONU deje de ser la organización de papel, que nada resuelve verdaderamente; cuando los pueblos se impongan definitivamente, le habrá llegado la hora a los EE.UU el país más dependiente del mundo, con independencia de su poderío. Veremos que pasará en la Asamblea General y cuantos serviles acólitos se plegaran ante sus amenazas. Por suete en Cuba, ya estamos bastante acostumbradas a las amenazas, sin que nos inspire ningun miedo, aunque nos mantengamos como es lógico preparados permanentemente.
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