Podemos: una nueva propuesta para España

En medio de la crisis económica en España, con más de cuatro millones de desempleados y bajas perspectivas de crecimiento económico, surgió en enero de este año el partido Podemos.

La joven organización que defiende un cambio en varios patrones sociales, políticos y económicos, sorprendió al mundo al obtener cinco eurodiputados en las elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE) de mayo.

Desde aquel momento, el ascenso de Podemos ha provocado un terremoto político en España. Una reciente encuesta oficial ubicó al partido como primero en intención de voto directo, por delante de las fuerzas hasta ahora hegemónicas del Partido Popular (PP, actualmente en el gobierno) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Según una encuesta de la Cadena SER,  el partido liderado por Pablo Iglesias, un joven profesor de Ciencias Políticas de 35 años,  ganaría hoy unas elecciones generales con el 24,6 % de los votos. La segunda fuerza sería el PP, que lograría el 22,5% de los sufragios, seguida del PSOE, que se mantiene en tercera posición con el 19,5% de las papeletas.

El origen de Podemos se encuentra en el manifiesto Mover ficha: convertir la indignación en cambio político, presentado en enero y difundido por la publicación digital Público.

En el texto se expresaba la necesidad de crear una candidatura que concurriese a las elecciones europeas de mayo de ese año, con el objetivo de oponerse, desde posturas de izquierda, a las políticas de la Unión Europea y a los recortes sociales provocados por la crisis económica.

Podemos también surge a raíz del movimiento de los indignados (Movimiento 15-M), que tomó las plazas de España en mayo del 2011 para pedir una regeneración política del país.

En los primeros 20 días que se permitió la inscripción, Podemos reunió más de 100 mil miembros, convirtiéndose en el tercer partido en número de afiliados. En estos momentos, ostenta el segundo lugar, con más de 200 mil integrantes.

IDEOLOGÍA BAJO ESTUDIO

Muchas analistas han intentado ubicar a Podemos en una corriente política, sin embargo, esta formación rechaza una clasificación ideológica. Iglesias mantiene un discurso en que no se declara "ni de izquierdas, ni de derechas". Según él, “la clave no es un eje derecha-izquierda, sino democracia-dictadura”.

A pesar de eso,  algunos medios de comunicación ya le han puesto etiquetas. Por ejemplo, el mismo Público lo identifica como un nuevo frente en el panorama de la izquierda, al igual que agencias de noticias como Reuters y AssociatedPress.

The New York Times lo define como un partido “anti-establishment”, anti-austeridad, profundamente juvenil y, junto al diario, The Economist, relaciona su éxito con el movimiento de los indignados.

Pero algunos analistas políticos si distinguen algunos rasgos de su ideología como la defensa de la igualdad de oportunidades, el reparto de la riqueza como forma de enfrentarse a las problemáticas sociales (producto de la crisis económica) y reformas legislativas que permitan un cambio en el funcionamiento del poder político.

José Luis Villacañas, catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, señaló en un artículo publicado en El Confidencial que Podemos no parece una mera formación populista “porque ha dado señales claras de querer ser también una organización de oferta, y no un grupo que sólo parasita y recoge las demandas populares”.

Añade que su apuesta teórica no se identifica con un líder, sino con la formación de un colectivo.

Mientras, Podemos se define a sí mismo en su espacio en la red social Facebook como una herramienta al servicio de la ciudadanía, que tiene el objetivo del protagonismo popular y de recuperar el déficit democrático que vive el país.

Precisamente, el programa de Podemos aboga por reformas sociales como mantener el carácter público de la educación y la sanidad, el establecimiento de una renta básica, la reducción laboral a 35 horas semanales y abogan por paralizar los desahucios.

En el ámbito político, defienden la salida de España de la OTAN, limitar las subvenciones públicas a los partidos, reducir la partida presupuestaria destinada al gasto militar y reubicarla en el sector de la investigación, entre otras propuestas.

FUTURO DE PODEMOS

Ahora el líder de Podemos, inmerso en el proceso que convertirá a la formación en una fuerza política organizada, se fija como objetivo la carrera hacia las elecciones generales que se celebraran este  año.

Según resultados de algunas encuestas recientes, el apoyo a Podemos procede fundamentalmente de electores de Izquierda Unida-Iniciativa por Cataluña Verdes (IU-ICV), Unión Progreso y Democracia (UPyD), PSOE y votos nulos o abstencionistas.

Por esta razón, algunos citan que Podemos tiene una gran cantidad de integrantes que proceden de estos partidos. Así, entre el 44,4 y el 45,6 % de quienes aseguran haber votado a IU-ICV en las generales de 2011 anuncian ahora su intención de votar a Podemos. Son incluso más que los que se mantienen afiliados a Izquierda Plural (entre el 35 y el 40 %).

Y uno de cada cuatro votantes del PSOE de las últimas elecciones generales (entre el 23,4 y el 24,7 %) prefiere ahora a Podemos.

También destaca que un 36,4 % que se decantaron por el voto nulo en 2011, el 18,5 % de quienes votaron en blanco y el 15,5 % los abstencionistas, están ahora dispuestos a votar por la recién creada formación.

Pero, no debemos descartar que el efecto Podemos, que en las elecciones europeas de mayo logró 1,2 millones de votos y cinco eurodiputados, se mantiene al alza cinco meses después de esos comicios, ganando más votantes.

Las causas pueden ser muchas, ya sea por la decepción de sus representantes políticos o porque hallan en el programa del partido muchas propuestas más beneficiosas que las actuales. Lo cierto es que la indignación ciudadana sigue impulsando al proyecto de Iglesias, que se propone abiertamente "salir a ganar" y al parecer tiene opciones de lograrlo.