Sin mayor alboroto publicitario, a pesar de la gran trascendencia del hecho, el líder de norcoreano, Kim Jong-un se trasladó a fines de este marzo a Beijing para entrevistarse con el presidente chino Xi Jinping, en lo que constituyó su primera visita al exterior desde que asumió el poder en 2011.
En encuentro se produjo luego del anuncio de la realización a fines de este abril de una cumbre entre Kim y su homólogo sudcoreano Moon Jae-in, y la posibilidad incluso de un encuentro entre el líder de Corea Democrática y el controvertido presidente norteamericano, Donald Trump.
Pero sin dudas, los intercambios de este marzo entre los dirigentes chino y norcoreano marcan un preámbulo importante para toda la actividad diplomática y política por venir.
Según las agencias de prensa, Kim Jon-un aseguró a su par chino que Pyongyang está en la mejor disposición de trabajar por la paz y la desnuclearización de la Península Coreana siempre que Seúl y Washington también muestren interés en un arreglo justo y que garantice un estable clima de distensión en el área.
Precisó que está a favor de relaciones amplias y constructivas con el Sur, y resaltó que los vínculos con Beijing son fundamentales para su país y están sustentados por una larga relación de amistad, camaradería y cooperación mutuas.
Por su parte el líder chino se inclinó por mayores y más frecuentes intercambios entre ambos gobiernos y partidos dirigentes, y apoyó la desnuclearización de la región y el arreglo pacífico de todo desencuentro.
En pocas palabras, que en Beijing se han establecido públicamente las bases esenciales para trabajar con seriedad por la paz en un área tan convulsa, siempre que todos los involucrados demuestren igual voluntad.
Y es aquí donde surgen las preocupaciones, porque ciertamente el permanente estado de zozobra entre las dos Coreas no es más que el negativo producto de una división territorial impuesta mediante la larga presencia militar norteamericana en el Sur, de sus decenas de miles de soldados acantonados en las cercanías de la divisoria con el Norte, incluso con capacidad operativa nuclear, y de las constantes maniobras y provocaciones belicistas que obligan a Pyongyang a grandes esfuerzos defensivos.
Para muchos expertos no caben dudas de que luego de una total retirada estadounidense, Seúl y Pyongyang no tardarían en establecer vínculos de mutua ventaja y adelantarían significativamente en la marcha hacia la reunificación nacional.
De hecho, en medio de la crisis por las pruebas de misiles atómicos de mediano y largo alcance norcoreanos, durante la cual Donald Trump lanzó amenazas sin precedentes contra el Norte, Seúl y Pyongyang llegaron a un entendimiento para la realización exitosa en la zona de las Olimpiadas de Invierno 2018.
Y es que, como escribíamos tiempo atrás, “se trata de un mismo pueblo, una misma cultura milenaria, un mismo paisaje, obligados desde hace decenios por ajenos a partir la casa común en dos, colocar un muro áspero y erizado entre ambas partes, y tragarse los fantasmas que manos foráneas dibujan sobre lo que en realidad es una gran familia capacitada para resolver sus problemas sin “consejeros” radicados a decenas de miles de kilómetros de distancia.”
Por otro lado, Corea del Norte, contra todas las agresiones y dificultades, ha dejado de ser un “país más” en la geopolítica global al acceder a un escalón defensivo atómico capaz de severas respuestas a una posible agresión de su principal contrincante, la primera potencia capitalista del orbe.
En consecuencia, negociar la desnuclearización de la zona desde esa nueva posición regional e internacional de Pyongyang ya asume otras implicaciones, entre ellas la de establecer en el área un inmediato escenario de distensión con todas las garantías y mediante todas las medidas necesarias, de manera de obviar de una vez y por todas el torrente de amenazas y hostilidad que pende sobre el Norte desde finales de la década del cuarenta del pasado siglo.
La pregunta clave es entonces si estará Washington dispuesto o no a asumir semejante cambio en su añeja, redundante, errada y peligrosa política con relación al espacio coreano.
senelio ceballos
31/3/18 12:03
Saludos Lic.Nestor!!!...Yo pensaba que el nacimiento de un nuevo estado...COREANO...estaba un poco mas lejos...Pero los acontecimients se desarrollan a velocidades muy grandes....NOR+SUR [Sera un potente estado militar+economia potente ]....Quizas nuestras generaciones lo podremos ver...Como la union de cubanos [patio] y los que hoy viven en muchos paises.....Como se unieron los alemanes y los vietnamitas......Hoy la economia de vietnam crece y crece cada anno!!! VIVA LA PAZ en el mundo asiatico caray!!!
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