sábado, 20 de abril de 2024

Matar el entorno

La naturaleza no cuenta para las acémilas...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 06/11/2019
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California-incendio-Trump-acuerdo climático de París
California se quema y Trump notifica la salida oficial de USA del acuerdo climático de París.

El presidente de los norteamericanos, Donald Trump, confirmó este noviembre la salida oficial de los Estados Unidos del Pacto sobre Cambio Climático suscrito en 2015 en París por casi doscientas naciones, con el propósito de reducir el calentamiento global en marcha y sus visibles y controvertidas consecuencias para la humanidad y su hábitat.

El actual jefe de la Casa Blanca había anunciado tal propósito desde los días de su campaña electoral, y aunque retiró a la primera potencia de dicho protocolo en 2017, debió esperar hasta estas fechas para “formalizar” su despedida a tono con las disposiciones vigentes en el Acuerdo en torno a la renuncia por cualquiera de sus firmantes.

Con esta acción, cacareada a los medios masivos por diversos voceros gringos, entre ellos el Secretario de estado Mike Pompeo, la administración trumpista ratifica ante nuestra especie que la crisis ambiental no está entre sus preocupaciones ni ocupaciones.

El protocolo de París, según el mismísimo Trump, es puro cuento, así como el incremento de la temperatura global, el deshielo de los polos, la sequías prolongadas, y los causales de los masivos incendios de estos días en California o la inundaciones en Iowa. Los “malos acuerdos” no son para nosotros, ha insistido más de una vez, y el de la capital francesa estaba entre ellos.

De manera que para la Casa Blanca no es material de interés, por ejemplo, el trágico estudio presentado pocos meses atrás por la Plataforma Intergubernamental de la ONU sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, donde se dice que “gran parte de la naturaleza ha sido destruida por el ser humano y el resto que aún sobrevive está en franco declive”.

El folder de mil ochocientas páginas precisa que en nuestros días “el setenta y cinco por ciento del medio ambiente terrestre y el cuarenta por ciento del entorno marino presentan severos signos de degradación.”

Añade además que la mitad de los cursos de agua del planeta presentan signos importantes de quebranto; que más de cuarenta por ciento de las tierras son ahora agrícolas y urbanas; y que solo el trece por ciento de los océanos y el veintitrés por ciento de otros espacios están clasificados como “vírgenes” y se ubican en lugares muy aislados o improductivos.

Para los especialistas- meros alborotadores, según Trump- hoy la contaminación del aire es la principal causa de muerte de los organismos vivos a nivel planetario, incluido, por supuesto, el hombre.

En ese sentido precisaron que “92 por ciento de la población mundial vive en lugares altamente infectados por la polución atmosférica, que se erige como uno de los asuntos más graves en lo que a perjuicios ambientales se refiere.”

No obstante, y como calzo a su flamante presidente, el secretario adjunto de Energía Fósil del Departamento de Estado, Steven Winberg, apuntó con la típica autosuficiencia de los “elegidos por la Providencia”, “que Estados Unidos puede hacer frente en solitario a las amenazas climáticas, basado en sus avances tecnológicos”, aun cuando es el único de los grandes y fundamentales emisores de tóxicos a la atmósfera que ha dado rotundamente la espalda a los acuerdos de París (todavía insuficientes, según los expertos).

Desde luego, la tormenta de críticas externas e internas no tardó en desatarse por esperada que fuese la decisión de la Oficina Oval.

Funcionarios gubernamentales de Alemania, China, Alemania, Japón, Chile y España, han sido de los primeros en criticar semejante dislate que, según la titular germana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, marca el aislacionismo del gobierno de Trump con respecto al resto del orbe, y no ha logrado el “efecto dominó” que con relación al Pacto de París tal vez imaginó el magnate inmobiliario devenido jefe de Estado.

En los predios norteamericanos no ha sido menos fuerte la avalancha, desde organismos defensores del medio ambiente, hasta manifestantes apostados ante la Casa Blanca y políticos como los aspirantes a la candidatura demócrata para las elecciones de 2020, Bernie Sanders y Joe Biden,  el ex vicepresidente Al Gore, y la jefa de Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quienes coincidieron en calificar de bochornosas las decisiones oficiales en materia medioambiental.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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