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jueves, 21 de noviembre de 2024

Kiev tensa la cuerda

El gobierno derechista de Ucrania vuelve a la carga contra las regiones separtatistas del Este...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 08/02/2017
1 comentarios
Kiev-Manifestación Donbass
Concentración por el ataque del gobierno fascista de Kiev contra la resistencia del Donbass.

Desde febrero de 2015, y tras prolongados esfuerzos diplomáticos, la calma pareció prevalecer en la divisoria entre las fuerzas militares del gobierno derechista de Kiev y los milicianos de las regiones del Este, de predominante origen ruso,  y que se niegan a reconocer a unas autoridades centrales de marcada ascendencia fascista y xenófoba.

Conocido como los Acuerdos de Minsk, por haber sido negociados y suscritos en la capital de Bielorrusia, el protocolo se preocupó por establecer diferentes medidas tendientes a eliminar los violentos combates registrados en la zona, y que han costado la vida a decenas de miles de personas.

Además, el documento estableció la retirada, a 30 kilómetros de la primera línea, de todo el armamento pesado, de manera de evitar bombardeos de represalia y otros actos que pudiesen derivar en  una mayor intensidad en el conflicto.

No debe pasarse por alto en esta historia que tan grave entuerto tuvo su origen en el golpe derechista que con el apoyo de los Estados Unidos y sus restantes aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, derrocó al gobierno legítimo de Kiev e impuso un régimen de ultraderecha que desató la violencia extrema contra los pobladores de origen ruso y desbordó la ojeriza con relación al Kremlin.

Moscú respondió con la reincorporación a su geografía de la península de Crimea, aprobada mediante plebiscito por la población de esa zona, y con una política de defensa de los derechos de los ucranianos de origen ruso víctimas de toda suerte de acciones xenófobas. Mientras, en el Este de Ucrania, ciudades y regiones como las de Donetsk y Luganks, optaron por confirmar su autonomía y defenderse de la agresión armada de los neofascistas.

Desde luego, para los grandes intereses hegemónicos la resistencia de los milicianos rebeldes estableció un serio obstáculo en los planes de expansión militarista sobre la divisoria occidental de Rusia, de ahí que su apabullante aparato mediático intentara demonizar a Moscú por su pretendida “agresiva injerencia en Ucrania y la guerra secesionista en el Este” y llegase, incluso, a aplicar numerosas sanciones de toda índole contra el Kremlin como forma de perjudicar al gobierno de Vladímir Putin.

No obstante el fracaso de esta escalada occidental y de sus protegidos en Kiev, se hace evidente que las fuerzas antirrusas parecen imbuidas de que los primeros meses de este 2017 pueden serles favorables en el propósito de reiniciar la tirantez.

A pesar de la firma de los Acuerdos de Minks, tropas norteamericanas y del resto de las naciones de la OTAN se han ocupado en todo este tiempo de entrenar y rearmar a los efectivos ucranianos, y al parecer, el hecho de que Kiev ocupe por estos días la presidencia temporal del Consejo de Seguridad de la ONU, ha hecho creer a algunos que sería más fácil en tal coyuntura reanimar la guerra y pretender recolocar a Moscú en el banquillo de los acusados por el deterioro de la situación.

Así, varias localidades “rebeldes” han sido atacadas con misiles y obuses en los últimos días (existen videos que confirman que el fuego procede de las líneas ucranianas) con el trágico saldo de decenas de víctimas civiles y la destrucción de escuelas, hospitales, viviendas y centros de servicios.

En consecuencia, “la comunidad internacional”, esa tan  sectaria, recortada y coja a la que tanto se remiten los medios reaccionarios de prensa, ha pretendido tomarla nuevamente contra Rusia, en instantes en que –por demás- las nuevas autoridades de Washington, y en especial el controvertido presidente Donald Trump, había dado señas de que aspiraba a rebajar las tensiones con Rusia e incluso establecer una efectiva cooperación bilateral en la lucha contra el terrorismo del Estado Islámico.

De hecho, conocidos los ataques, y siguiendo la tradicional óptica de culpar a la víctima, Washington rechazó la “violencia rusa” en la zona Este de Ucrania, y hasta habló de la restitución de Crimea a Kiev.

Horas después, y en lo que ya va siendo una característica habitual de su ejecutoria política, Trump anunció que estaría dispuesto a trabajar con el Kremlin y Ucrania en un arreglo negociado del diferendo, e incluso reiteró a la conservadora cadena televisiva Fox News, su “respeto” por la figura de Vladímir Putin y el hecho de que, a su juicio, “es mejor llevarse bien con Rusia que no hacerlo.”

Por verse está entonces el giro de tan grave diferendo, que fue tramado desde sus orígenes para golpear a Moscú, en el entendido de que hasta ahora ha sido declarado uno de los blancos a batir para el logro del total control planetario por los partidarios del hegemonismo.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 9/2/17 8:06

Saludos NESTOR!!..Buen articulo..explicativo y argumentado..PERO..debemos aclarar a los lectores y con el permiso de cientos de ciudadanos con raices ucranianas que nos leen en CUBA, CANADA y otros puntos del planeta...CREO QUE VUESTRA FRASE... el gobierno derechista de Ucraina....etc..No es lo mas real....a nuestro entender..Es un gobierno  golpista-nacionalista extrimista....creo que esa definicion en mas clara.... Argumentos sobran...MAS DE 500 IGLESIAS y xrams de religiones rusas  destruidas, quemads o saquedas...Mas de 600 monumentos, estatuas, imagenes de Lenin, soldados sovieticos, cambios de nombres de calles, ciudades de heroes sovieticos, mas de 11 muertos de hijos de su pueblo [ con pasaportes ucranianos ]...Avion civil derribado y culpar al vecino.....ACUSAR de terrorrista a simples rebeldes separatistas...Mientras prepara y ejecuta acciones de banditismo y terrorismo de estado contra...Crimea y regiones Rebeldes....etc..cont

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