viernes, 26 de abril de 2024

Hora de decisiones

Los comicios del 12 de diciembre deben decidir finalmente la ruta inmediata de Gran Bretaña...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 08/12/2019
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Brexit gun
El Brexit parece ser el fiel en la balanza en las cercanas elecciones británicas de este diciembre

Si todo marcha según aducen las más recientes encuestas, parecería que el primer ministro británico y su Partido Conservador estarían en condiciones de anotarse una victoria que marcaría la salida del país, lo más inmediatamente posible, del esquema de la Unión Europea.

Quedarían atrás casi cuatro años de enfrentamientos políticos sobre el tema, que condujo incluso a la renuncia de la jefa de gobierno precedente Theresa May,  y que ha conllevado ríspidos enfrentamientos internos a escala parlamentaria.

Según lo declarado a la prensa por el actual premier Boris Johnson, de lograr mayoría legislativa en las urnas Gran Bretaña estaría dejando de ser miembro efectivo de la UE en el próximo mes de enero.

Los medios dedicados a tomarle el pulso al electorado  vaticinan que los Conservadores podrían acumular una mayoría de 359 escaños del total de 650 asientos en disputa, lo que indica un evidente salto con respecto a los 317 logrados en las elecciones de 2017.

En cuanto a su más cercano rival, el Partido Laborista, las encuestas precisan que “va camino de lograr 211 asientos, frente a los 262 actuales.”

Para analistas se trata de que, evidentemente, el tema del Brexit ha sido sobredimensionado entre el electorado por el complejo mediático británico, controlado por los grandes intereses empresariales y financieros del país.

El volumen propagandístico ha sido tal, que entre muchos votantes los graves problemas sociales han pasado a un segundo plano, aducen especialistas locales en el manejo de la información pública.

De ahí, explican además, que el Partido Laborista y su líder Jeremy Corbyn, enfrenten un evidente retroceso a pesar de una campaña que ha priorizado la atención sobre temas como la educación, la salud, la vivienda, la imposición de impuestos más efectivos a las grandes empresas, o la elevación de la representatividad de los trabajadores en la toma de decisiones de sus empleadores.

Con respecto al Brexit, los laboristas pretenden nuevas negociaciones con la UE y la ejecución de otro referéndum nacional antes de asumir cualquier paso definitivo en torno a la separación británica.

De todas formas, dicen otros involucrados en los análisis sobre las cercanas elecciones británicas, todavía no se pueden aseverar con certeza que las tendencias que se muestran sean definitorias, porque de imprevistos están empedrados los caminos políticos.

Así, por ejemplo, Boris Johnson, al que por su físico y ciertos comportamientos y proyecciones se le califica como el “Donald Trump británico”, debió por estos días “torear” al presidente norteamericano de visita en Londres para la descolorida celebración del cumpleaños setenta  de la agresiva Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Johnson temía algún desplante del inquilino de la Casa blanca sobre temas británicos (como ya lo ha hecho otras veces)  que le crease inconvenientes a la  marcha de la campaña electoral de los Conservadores.

Así, horas antes de la materialización del convite otanista, el primer ministro había declarado: “es mejor que el presidente de Estados Unidos no se implique en las elecciones del Reino Unido cuando nos visite  para la cumbre de la OTAN.”

"Como aliados y amigos queridos que somos, añadió Boris Johnson, tradicionalmente no nos involucramos en las campañas electorales del otro".

El asunto es que en una de sus más recientes andanadas verbales, Donald Trump la había tomado con el candidato laborista Jeremy Corbyn, al que calificó de “muy malo” para encabezar el gobierno de la Gran Bretaña”, en una intromisión que cayó gorda entre buena parte de la opinión pública local.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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