Más de 14 millones de chilenos están convocados a votar este domingo en las elecciones generales donde se elegirá, entre otros cargos, al sustituto/a de la presidenta Michelle Bachelet, quien deja el cargo con un 38% de aprobación de la ciudadanía, aún en espera de un cambio estructural en ese país.
Son ocho los contrincantes que se enfrentan para ocupar el Palacio de la Moneda los próximos cuatro años, además de que se dirimen 23 escaños de los 50 de la Cámara Alta, 155 diputados, y 278 consejeros regionales.
El Servicio Electoral de Chile (Servel) confirmó como candidatos a la presidencia al ex mandatario Sebastián Piñera, Carolina Goic, Beatriz Sánchez, Alejandro Guillier, José Antonio Kast, Eduardo Artés Brichetti, Marco Enríquez-Ominami , y Alejandro Navarro, cuyas ideologías se mueven desde el ultraderechismo hasta la izquierda más radical.
Son numerosos los analistas que se preguntan hacia dónde se dirigirá Chile: si hará un giro pronunciado a la derecha con el favorito Sebastián Piñera, o si se inclinará a un proceso progresista; o si la ganará la abstención, de altas cifras en esta nación –donde desde el 2012 es voluntario el voto- que vive aún bajo la Constitución Nacional implantada por el general traidor Augusto Pinochet (1973-1990).
De ser necesaria, la segunda vuelta electoral será para el próximo 17 de diciembre, tanto para los ciudadanos residentes en el país, como para los más de 39 mil que se encuentran en el exterior, la mayoría de ellos antiguos perseguidos políticos de Pinochet. Esta será la primera elección presidencial en la cual los nacionales residentes fuera del país podrán votar, luego de la promulgación de la ley 20.960.
Desde hace tres días rige la ley seca y el silencio electoral referido a la propaganda de los postulados a los diferentes cargos.
A las 08:00 hora local quedaron abiertos los colegios donde los concurrentes disponen de 42 890 mesas de votación, mientras otras 162 se instalaron en el exterior. Estos espacios cerrarán a las 18:00 hora local o permanecerán abiertas mientras haya personas en espera.
El 31 de enero de 2012 se aplicó la Ley del voto voluntario e inscripción automática, que permite registrar automáticamente a los ciudadanos que cumplan con los requisitos para sufragar: tener 18 años de edad y no haber sido condenados a pena aflictiva (tres años o más), así como los extranjeros, quienes deben tener más de cinco años residenciados en Chile.
En las calles se observa un amplio despliegue militar organizado, según el Servel, para garantizar la tranquilidad ciudadana durante los comicios. Se trata de unos 17 000 efectivos de las Fuerzas Armadas de Chile encargados desde el pasado viernes de proteger los 170 centros de votación habilitados.
Por orden de aparición en las papeletas aparecen los postulados a la presidencia y sus respectivos partidos. Ellos son:
Carolina Goic, Partido Demócrata Cristiano; que forma parte de la coalición gobernante hasta ahora Nueva Mayoría; José Antonio Kast, Independiente de derecha; Sebastián Piñera Independiente, parte del pacto Chile Vamos; Alejandro Guillier (Independiente, parte del pacto Nueva Mayoría; Beatriz Sánchez Independiente, parte del pacto Frente Amplio.
Le sigue en el sexto puesto Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista; Eduardo Artés Brichetti, Unión Patriótica, y Alejandro Navarro, del partido País.
Observadores estiman que el alto número de aspirantes, posibilita un amplio mosaico de posiciones a los posibles electores.
Sin embargo, algunos politólogos estiman que dos tercios de la población no está interesada en los comicios, y una muestra de ello es el resultado de las primarias efectuadas en julio, a las que asistieron solo un 12% de los convocados, que era una cifra similar a la de este día.
El porcentaje de abstención en Chile es uno de los más altos del continente suramericano. En las presidenciales del 2013 más del 50% de los chilenos se quedó en casa, una situación que podría repetirse ahora.
Más allá de los resultados del gobierno de Bachelet, que no dio al pueblo las reformas profundas necesarias para dejar atrás la presencia de las leyes y regulaciones de la dictadura, las divisiones en los partidos de centroizquierda en Nueva Mayoría favorecen a Piñera, el hombre más rico de Chile, con una fortuna personal de dos mil millones de dólares, y considerado uno de los mayores evasores de impuestos del país.
La celebración del balotaje, si el primer colocado no alcanza una mayoría absoluta (más del 50% de los sufragios) se efectuará el próximo 17 de diciembre, cuando se enfrentará al segundo más votado.
Como una medida importante para estos comicios, el Servel estableció una participación máxima de un 60% para candidatos y un 40% para candidatas, lo que permitió que más de 39 mil mujeres se hayan postulados para distintos cargos.
En su artículo de opinión, la bloguera Marta Lagos afirmó que “estas serán las peores elecciones desde 1989” y pone como ejemplo el último de los tres debates entre presidenciales, en que cada uno, dijo, cometió errores que pueden costarle caro en la hora decisiva, entre otros la carencia de proyectos gubernamentales que den respuestas a las necesidades ciudadanas.
En su opinión, “Sabemos que Piñera gana la primera vuelta de todas maneras, si bien la sospecha es que los errores le han hecho perder la posibilidad de que hubiese podido declararse presidente este domingo”.
Tras criticar la disposición que impide encuestas en momentos significativos de la carrera electoral, Lagos consideró que “el número total de votantes no será alto, por lo que 100 mil/50 mil votos, más o menos, harán una diferencia significativa en el orden de llegada de los candidatos. Al mismo tiempo, el número de votantes de cada cual será determinante en la manera en que se corre la segunda vuelta. No da lo mismo que el segundo llegue con 30% que con 20%. Tampoco sabemos eso”.
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